Capítulo 14

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Ambos entraron al auto en completo silencio; parecía que las cosas comenzaban a ponerse incómodas, pero a ninguno de los dos les importó, permanecieron en silencio durante mucho tiempo, como si no notaran la existencia del contrario.

¿Acaso será porque les molestaba hacer el trabajo en equipo? ¿Será porque no querían estar en ese lugar con el único fin de asesinar a alguien? ¿Será porque querían terminar lo más rápido que pudieran su misión?

Había muchas cosas más que se podían considerar, pero ambos parecían perdidos en sus pensamientos.

Kuroo conducía a una velocidad normal, algo que Kageyama agradeció en silencio.

Ambos soltaron un suspiro cuando el mayor aparcó el auto frente a un club nocturno que, irónicamente, estaba abierto las 24 horas del día. Algunos hombres entraban y salían con una enorme sonrisa boba en la cara, los colores en el rostro y con un paso un poco inestable.

Kageyama miró el lugar con desdén y se fijó únicamente en la fila de personas que había para entrar, buscando alguna pista sobre el hombre al que buscaban.

─ Bien ─ dijo Kuroo, siendo el primero en dirigirle la palabra al otro lo que llevaba del día ─. La única información que tenemos sobre este sujeto es que frecuenta mucho a este establecimiento, no tiene alguna rutina a la cual adecuarnos.

Kageyama asintió mientras revisaba que su arma estuviese cargada por alguna emergencia, acción que Kuroo imitó unos segundos después.

─ La obtención de información es nuestro objetivo entonces ─. Dijo Kuroo mientras suspiraba ─. Si no podemos conseguirlo entonces nos dedicaremos al patrullaje y lo tomaremos por turnos, nos aseguraremos de poder encontrar algo para acercarnos discretamente.

─ Lo sé ─ dijo el menor con el ceño fruncido.

─ Relájate hombre ─ dijo Kuroo dándole una palmada en el hombro a manera juguetona, cosa que hizo a Kageyama soltar un pequeño chasquido con la lengua ─. Solo actúa natural.

Con estas últimas palabras el mayor salió del coche con una sonrisa confianzuda en el rostro, haciendo a Kageyama preguntarse con qué frecuencia cambiaba de humor. Con un suspiro involuntario el ojiazul salió del auto para seguir a Kuroo.

Ambos miraron la fila de hombres con indiferencia y se adentraron al local escuchando las quejas de quienes esperaban su turno, como si se tratase de una cola para el supermercado.

Ambos fueron retenidos por el guardia de seguridad, quien los miraba de manera irritada y con el ceño fruncido; su cuerpo robusto les obstruía el paso a ambos, haciendo que Kuroo sonriera de manera juguetona.

─ Eh... ─ Kuroo levantó un poco la mirada para poder ver al hombre a los ojos. La altura del guardia no hacía más que irritar a Kuroo, aun sabiendo que podría ganarle fácilmente en una pelea le molestaba los pocos centímetros que le sacaba.

─ Deben hacer fila si quieren entrar a este lugar ─. Dijo mientras se cruzaba de brazos, los hombres en la fila hicieron un gesto de afirmación lleno de molestia, por lo que Kageyama les dirigió una mirada lo suficientemente fría como para hacerlos callar a todos de una vez.

─ Creo que no será necesario ─ dijo Kuroo ensanchando su sonrisa. Metió su mano dentro de su bolsillo y rebuscó un poco bajo la atenta mirada del guardia, quien intentaba parecer ignorante a lo que el mayor buscaba, pero en su cabeza ya fantaseaba con un fajo de billetes entre sus manos.

Kuroo no tardó mucho en encontrarlo, por lo que sacó un fajo enorme de billetes, haciendo que los presentes se sorprendieran ante tal cantidad.

─ Supongo que ya no habrá problema ─ dijo Kuroo con una voz bastante seductora, como si lo incitara a tomar el dinero de una buena vez, algo que el hombre hizo sin dudar.

The Mission NK19 / Kuroken Donde viven las historias. Descúbrelo ahora