ShigaDeku week 2021

Día 4: Mafia

Adivinen a qué pendeja se le olvidó publicar ayer jasgjhhafsfahgsjagsa, me pego xd

Advertencia:  Quirkless!Au. Tortura y sangre al final, intente ser lo menos explícita posible, pero bueno ya saben xd algo leve de gunplay(?) se podría decir... Insinuaciones, heridas... Midoriya universitario estudiante de medicina con pasado medio turbio y Shigaraki jefe de la mafia, LoV siendo una familia disfuncional y preciosa... Creo es todo xD

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Ser jefe de un grupo mafioso no era tarea fácil, en especial cuando tenías que superar ciertas expectativas de quien antes llevaba la corona y eso era algo que Shigaraki Tomura sabía muy bien.

Pero lo que realmente más le molestaba eran los pequeños gusanos traidores que se atrevían a hacer tratos con la policía para salvar sus patéticos pellejos y terminaban soltando la sopa y lugares de reunión.

Era realmente irritante tener que lidiar con eso, pero no era un buen líder por nada, así que huyó con sus secuaces más leales, pronto estarían investigando a la rata tramposa que filtró su información.

Pero eso le dejaba otro problema, necesitaban un lugar donde quedarse momentáneamente mientras volvían a construir su imperio.

Así que, en aras de continuar con sus 'negocios', Shigaraki ordenó a su tercer al mando que consiguiera un lugar discreto donde la policía no les descubriera y poder tener un lugar tranquilo donde puedan instalarse y 'atender' a sus invitados, un punto de reunión donde compensaban o 'castigaban' a quienes hacían su trabajo bien o mal, y sabia que Toga sería discreta consiguiendo un buen lugar.

Y lo hizo.

Había contactado a un joven que tenía un almacén gigante tipo casa de dos pisos que según había pertenecido a su padre y ya que no se usaba más desde que su padre repentinamente se fue del país y el joven era un estudiante de medicina con necesidades, así que decidió colocar el almacén en alquiler porque necesitaba el dinero para pagar sus cuentas y ayudar a su madre, así que la idea de alquilar aquel almacén era perfecta porque ¡Hey! ¿Quién sospecharía de que un joven universitario les alquilaría su almacén a integrantes de la mafia? Era una idea perfecta.

Y luego, el día de la firma del contrato de arrendamiento, Shigaraki conoció al dichoso dueño del almacén.

Su nombre era Midoriya Izuku y debía admitir, que aquel chico era demasiado lindo para su bien.

Pero lo que más le gusto a Shigaraki no era sólo aquella cabellera verde rizada y esponjosa, ni aquella sonrisa que podía iluminar una habitación oscura, tampoco que su risa pareciera sonar como pequeñas campanas, ni que el chico pareciera irradiar la mismísima calidez del sol, no, lo que más le gustó fue esa mirada de ciervo y ojos verdes brillantes además de esas dulces y tiernas pecas que adornaban sus mejillas.

El joven era la definición de hermosura e inocencia y Shigaraki rápidamente se había hecho adicto.

Pero debía recordar el porqué estaba ahí, tenía un deber con su gente como jefe y debía cumplirlo, además aquel chico se veía demasiado dulce que parecía un ángel y ángeles como Izuku no podían volar en el infierno con él.

Así que siguió siendo profesional con el chico, habló sobre las clausuras, forma de pago y todo el papeleo, la única cosa inusual que pidió el propietario fue que semanalmente los días viernes iría al almacén a regar las flores que su padre había dejado en el pequeño balcón del segundo piso del lugar, lo había estado haciendo durante todo el tiempo desde que el hombre se fue y no iba a dejar de hacerlo, si Shigaraki aceptada aquello ¡El almacén era suyo el resto de los días!