Dos caminos

Parte 3

Chiara:

Dos mechones negros y rizados de la parte delantera se acomodaron en un pequeño nudo en su nuca cayendo el cabello sobrante junto al resto de los rizos, sobre la espalda. La criada le colocó una horquilla de plata decorada con tres perlas de un blanco puro sobre aquel nudo para darle elegancia y colocó sobre el cuello de la muchacha una fina cadena también de plata con una perla más llamativa que las de la horquilla. En sus orejas lucía unos pequeños pendientes de plata con un pequeño diamante que colgaba pocos milímetros más abajo.

-Está preciosa, señorita Chiara.- comentó la criada mirándo el reflejo que le devolvía a la chiquilla el espejo. 

-Gracias.- sonrió la jovencita enseñando sus blancos y perfectos dientes en una sonrisa tímida. La criada le hizo una reverencia mientras le sonreía dulcemente. Todos los criados de la casa la querían. Era la hija más dispersa de la familia Miani, siempre tenía una sonrisa en la boca para todo el mundo, era amable y simpática. 

Chiara salió de su habitación y caminó por el suelo de madera del tercer piso hacia las escaleras. Al escuchar el sonido de sus pasos su hermana mayor se asomó por la puerta. 

-¿A dónde vas?- le preguntó. 

-Padre me ha dejado ir al mercado.- dijo como toda explicación, pero no se paró ha hablar, siguió caminando hasta las escaleras perseguida por su hermana. De frente se encontraron a la segunda hermana que llevaba una cesta de ovillos de lana de colores.

-¿A dónde vaís?- preguntó con los ojos abiertos por la sorpresa.

-Padre ha permitido que Chiara vaya al mercado.-dijo la hermana mayor. La segunda hermana, Jullia formó una "o" perfecta con sus labios.

-Permiso.- dijo Chiara. Jullia, le dejó pasar y le siguió junto a la hermana mayor, Adela. 

-¿Cómo es que papá te ha dejado ir al mercado?- preguntó Jullia.

-Me han dicho que en esta época del año se pueden encontrar manzanas exquisitas traídas de Vivarche.- comentó Adela.

-¿Manzanas de Vivarche?- preguntó una joven asomando por la sala de juegos del segundo piso.

-Me encantan las manzanas de Vivarche. Son grandes, carnosas, dulces y jugosas.- exclamó una cara exáctamente igual a la que había hablado anteriormente.

"Lo que me faltaba, las gemelas." gimió Chiara en su interior. Las dos jóvenes llegaron hasta las tres hermanas.

-Chiara va al mercado. Padre la ha dejado.- les dijo Julliane. Las dos gemelas abrieron mucho los ojos y bajaron las escaleras tras las tres hermanas. 

Adela, la mayor, tenía el pelo largo, liso y rubio. Su piel era muy clara y fina, y sus párpados cuando dormía ocultaban unos ojos tan azules como el cielo.

Jullia era la más alta de las hermanas. Su pelo era largo y lacio, pero de color castaño oscuro que con el sol reflejaba colores dorados. Sus ojos eran verdes como la hierva.

Las gemelas tenían el pelo castaño claro, Anthonella lo tenía ondulado y Fiorella siempre lo llevaba recogido. Sus pieles eran claras. Fiorella tenía un lunar bajo el labio inferior. Los ojos de ambas eran de color miel y los rodeaban largas pestañas.

Las hermanas de Chiara continuaron hablando entre ellas y preguntándole cosas a su hermana pequeña, la cual estaba cada vez más molesta cuando llegaron al último piso, Megano, el padre de las chicas, y Arame charlaban tranquilamente.

-Bueno jovencitas, ¿qué hacen todas aquí?- preguntó el padre de las muchachas. Chiara se hacerco a Arame tranquilamente colocándose a su lado. -Suban ahora mismo a sus habitaciones.- las hermanas subieron sin rechistar seguidas de sus respectivos guardias.

-Cuidaré muy bien de Chiara.- dijo Arame a Megano.

-Lo sé, pero tengan cuidado.- dijo el padre mirando a su hija pequeña.

-Adiós, padre.- dijo Chiara saliendo por la gran puerta de madera hacia el patio donde le esperaba un carruaje. Megano vio como su hija se metía seguida de Arame al coche de caballos.

-Adiós, hija.- dijo con el corazón en un puño por la preocupación.

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¡Hola a todos!

Espero que os guste el capítulo. ¿Qué opinaís de las hermanas de Chiara?

Dale a la estrellita y deja tu comentario, eso me ayudaría mucho a mejorar.

¡Hasta la Parte 4!

Cora Bas