Aphelios se encontraba haciendo su rutina de siempre, ya habían trascurridos casi dos semanas desde que regreso al reino de Piltover desde su primera misión y todo había regresado a la normalidad. Al terminar de entrenar fue directamente a su cuarto para alistarse ya que finalmente después de mucho tiempo tendría unos días libres así que iría a visitar a sus padres, llegando a un pequeño cuarto que compartía con otros de sus compañeros.
Se quitó la ropa llena de sudor y se pudo otra que estaba limpia, se fue de la estructura mientras podía ver como el sol ya había salido. Mientras caminaba por las calles pudo observar cómo la gente empezaba a abrir pequeños comercios como panaderías, sastrerías, pequeños puestos de frutas, verduras, entre otros además de mientras lo hacía miraba a niños pequeños que empezaban a correr y jugar de aquí y haya, no pudo evitar sonreír ante esa escena, caminó metido en sus pensamientos cuando sintió un leve impacto en su espalda, se giró encontrándose con dos niños un poco asustados al verlo y una pelota cerca de él.
-L...Lo... sient...o se...ñor mi hermanito lanzó la pelota con algo de fuerza por accidente -Dijo el que parecía ser el mayor.
Aphelios no respondió le dedico una pequeña sonrisa al niño mientras le regresaba la pelota con calma.
-Tengan más cuidado la próxima vez niños -Dijo el azabache con calma.
-Lo haremos y gracias señor -Dijo el niño más pequeño mientras se iba con su hermano sosteniendo la pelota en mano.
Phel negó suavemente con la cabeza mientras seguía caminando, salió del reino de Piltover mientras caminaba por los frondosos árboles y bosque que estabas a las afueras de este. Caminó un rato cuando a lo lejos pudo divisar una pequeña casa, sonrió y aceleró el paso hasta llegar a esta, se detuvo frente a la casa y tocó la puerta, al hacerlo escuchó como unos pasos se acercaban y abrían la puerta de forma lenta, una mujer más baja que Aphelios de cabello largo y castaño salió, sonrió al ver al azabache y lo abrazó de forma suave.
-No esperaba verte aquí hoy, pensé que tus días libres serian hasta la próxima semana -Dijo la mujer separándose -De haberlo sabido hubiera ido al reino junto a tu padre para comprar ingredientes para hacerte algo delicioso-Dijo haciendo leves pucheros.
-Si, mis días libres se adelantaron un poco, así que aquí estoy y aun podemos ir al reino, los puedo acompañar -Dijo Aphelios sonriéndole levemente.
-Mejor vayamos nosotros dos, tu padre salió a cazar algo para comer, pasemos un tiempo juntos los dos, ya no podemos tener mucho tiempo junto como antes desde que te uniste a la guardia real.
Aphelios asintió.
-Bien iré por algo de dinero, tu espera aquí pequeño, aunque de pequeño ya no tienes nada -Dijo la mujer con una risilla mientras entraba a la casa susurrando un último "como pasa al tiempo"
Después de un tiempo la mujer salió mientras caminaba juntó a Aphelios estaban teniendo una conversación bastante casual y muy amena.
-Oh, antes de que lo olvide pequeño ¿Cuándo se gradúan? -Dijo Maru llegando al reino.
-Dentro de poco de hecho, aunque no estoy seguro si todos van a llegar a graduarse.
-Estoy segura que tú lo harás y con muchos honores, después de todo te has estado esforzando mucho por llegar a donde estas, incluso te llevaron a una misión al reino de Demaxia -Dijo Maru sonriéndole -Me parece noble lo que quieres hacer.
- ¿Humm?
-Hablo de que tú te uniste a la guardia real con el afán de proteger, muchos otros lo hacen por prestigió o riquezas, reconocimiento de la gente, fama, ya sabes, pero tú tienes razones diferentes Aphelios.
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Como Estrellas Binarias
Romance¿Qué pasaría si todo en lo que crees resulta ser falso? Eso le pasa a Aphelios, un soldado el cual se chocara con una verdad ineludible e inquietante la cual verndra de la mano de un dragón de obsidiana el cual sera su estrella binaria