Cuando abrí los ojos tenía su boca a pocos centímetros de la mía y ella... Se apartó... No sabía que hacer ni decir, ni siquiera la escuchaba, pero sabía que estaba hablando.
-Perdona? No estaba escuchándote, princesa
-Decía que siento haberme apartado, simplemente, es mucho para mí.
Me fijé en que estaba muy sonrojada y miraba el suelo. Le levanté la cabeza, la acerqué a mi y simplemente la besé.
-No es demasiado- sonrío.-Es justo lo que queríamos los dos.
-Miguel... Sé que esto no puede ser, así que voy a irme antes de que acabe ilusionándome...
-Sí puede ser, así que hazte todas las ilusiones del mundo. No eres un capricho, eres... lo que llevo buscando todo este tiempo... Laura, te necesito.- estaba muy nervioso.
-Miguel... Eres un cantante famoso que conoce a miles de chicas en cada concierto- me miraba a los ojos- no puedo creerme que vayas a escoger a alguien como yo.
La miré a los ojos, para demostrarle toda mi sinceridad.
-Laura, te necesito-mientras lo decía ella apartó la vista.
-Yo no a ti, Miguel, lo siento.
*Narra Laura*
¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué le decía eso? Empiezo a llorar.
-Hey, princesa, no llores. Sé que lo dices por no sufrir pero, te aseguro, que no te haré el mínimo daño.
Lo miré a los ojos y sonreí. Ahora fui yo quien, por sorpresa para él, lo besé, sin apenas darme cuenta.
