Parte II

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La mañana siguiente llegó al fin, la princesa yacía dormida entre los brazos de Link, ambos tenían una expresión de felicidad extrema, ajenos a que en unos segundos un ave los despertaría, cada uno inmersos en sus sueños, al menos así era por parte de Link.

Link... Realmente me arrepiento de haberte enviado al pasado... perdóname.— me dijo una mujer rubia mientras me tomaba de la mano, la chica, siento que la conozco, aunque es primera vez que la veo.

Mi cuerpo, soy un más rubio... Y... Mi cabello es más largo, lo sé, tengo una cola que me está rozando la espalda... Trato de responderle a la chica al salir de mi asombro, sin embargo las palabras no se me dan.

—No te preocupes Zel...— digo aprentando mi mano con la de ella. —Lo que más me importa es que estemos juntos...— le digo sonriendo mientras ella coloca su mano en mi rostro, esto es muy raro, las palabras salen solas, como si fueran un simple recuerdo.

—Link...— susurra mientras se acerca peligrosamente a mi rostro, creo que me besará, sin embargo no puedo oponer resistencia, mi cuerpo reacciona solo, como si estuviera poseído. No es como si la chica no fuera atractiva, el problema es que no sé quién es... No pude evitarlo ya, mis labios se juntaron con los de ella mientras coloqué mis brazos en su cuerpo atrayéndola más, ella me abrazó con cariño para luego separarse.
—Te amo Link... El pequeño Perceval y yo te amamos mucho.— dijo sonriendo mientras tomaba su vientre.

Ahora el asunto empeora, ella está embarazada, ¡De mí! ¿Qué debo hacer ahora? La respuesta nuevamente la toma mi cuerpo, pues le he sonreído mientras ella me toma de la mano y caminamos a un castillo que se ve a lo lejos. Esto me confunde... ¿Zelda se referiría a esto con lo de vida pasada? ¿Esta es mi vida pasada cuando Ganondorf fue sellado en el Reino Sagrado?

Sin embargo el rubio no pudo responder aquellas preguntas, pues su ensoñación se acabó antes de poder descubrir aquello, al despertar lentamente notó que había dormido abrazado a algo, o mejor dicho alguien. Ese alguien que además ya estaba despierto y tenía su vista fija en él.

—Buenos días Link.— saludó con una sonrisa la castaña mientras el rubio se coloraba como un tomate. —¿Cómo dormiste?

—¡Princesa Zelda! ¡Cuanto lo siento!— se disculpó completamente rojo de la pena mientras la chica sonreía nuevamente. —De verdad no quería, discúlpeme... Soy un estúpido y...— la chica al ver al chico tan avergonzado le silenció colocando su dedo en sus labios para acurrucarse otro rato más en sus brazos.

—Calla Link... No hiciste nada malo, además...— dijo en aire gracioso para luego mirarle con ternura. —Podría decir que eso que ayudó a dormir mejor...— dijo sonrojándose mientras el chico suspiraba aliviado. —Es una pena que serán contadas la veces que pueda hacer esto contigo... Cuando esto esté en mejores condiciones habrán protocolos y todas esas cosas...— pensó en voz alta mientras el chico asentía.

—Deberíamos aprovechar entonces...— afirmó el mientras la chica se pegaba más a su cuerpo y colocaba la sábana sobre ellos.

—Quiero dormir un poco más... ¿Qué hora es? ¿Tú quieres dormir más?— preguntó mientras el chico miraba por una ventana notando que aún faltaban minutos para que el Sol saliera.

—Deben ser las 5:30, es temprano. Sinceramente también quiero dormir.— afirmó mientras se acomodaba junto a ella para pegar su cabeza a la ella.

—Entonces durmamos.— replicó ella con los ojos cerrados mientras lo estrechaba entre sus brazos.

Amor Crepuscular | [Zelink]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora