Cuenta Conmigo

Extra: Always Together

Isabela:
(23 años)

La vida a veces suele dar giros inesperados, cada cosa llega en el momento indicado y siempre todo pasa por algo, no sabemos que pasará, lo que nos depara el futuro siempre va a ser un completo misterio, al ver esos ojos mieles sobre mi tengo la certeza que cada cosa que vivimos fue por algo, así sea la más mínima, todo nos sirvió para llegar a donde estamos ahora.

Hoy es nuestro primer San Valentín oficialmente como pareja de esposos, así que como siempre Julio quiere que las cosas salgan bien, tiene una obsesión con el orden y con que tenga todo bajo control, aunque eso ya lo sabia desde que era pequeña, meterse con Julio Peña era como meterse con un Siri versión persona.

Ahora mismo él estaba peleando por teléfono con la recepcionista del restaurante que había alquilado con anticipación, al parecer le habían cancelado a último minuto y eso lo enfurecia, a mi solo me causaba gracia ver como su plan se había esfumado en segundos, no es que me causara gracia verlo molesto solo que lo que había sucedido me había dado la razón una vez más, los planes a veces se pueden destruir y hay que irse por la opción B, en este caso no sabíamos cuál era pero seguro que lo disfrutariamos, los planes inesperados son los mejores.

__Vamos cambia de cara, ya veremos que hacer hoy__dije y el trato de sonreír, aunque su sonrisa se veía más falsa que cuando Rojo decía que él no había comido el cereal del repostero.

__Un San Valentin sin plan, esto es una tragedia__soltó tirándose dramáticamente al sillón mientras Rojo se ponía en su hombro.

Creo que debía descartar la idea que algún día llegaríamos a ser normales, si, creo que nunca lo lograremos, eso que hemos intentado parecer una pareja formal pero nunca lo logramos, ¿cómo se supone que debo actuar con una persona que conozco desde casi toda mi vida? Exacto, la confianza nos sobraba y al parecer eso hacía que seamos tan inmaduros, aunque a veces eso cambiaba, cuando Julio tenía reuniones de trabajo y me llevaba me daba tanta gracia ver como trataba de comportarse como una persona seria, su actitud lograba convencer a cualquiera, menos a mi, yo si sabia que detrás de esa máscara había un hombre que se peleaba con un loro todos los días.

__¿Estás seguro que no quieres ser actor en vez de ingeniero? Vamos Julio, ya veremos que hacer, ni que fuera el fin del mundo__dije acercándome a él y echándome a su lado.

__Mi fin del mundo fue hace unos años ¿cómo pude vivir sin ti un año completo? Eso sí que fue una tragedia__dijo mientras rodeaba su mano en mi cintura y me acurrucaba en su pecho__no puedo imaginar como seria mi vida si no te hubiera conocido.

Subí mi cabeza para verlo a los ojos, estos tenían un brillo que me volvían loca por completo, él cada día me enseñaba lo que era el verdadero amor y como este con el paso del tiempo crecía más, sentí como unió su mano con la mía entrelazando estas, volteé a verlas y no pude evitar sonreír, los anillos se veían tan bien en el dedo de cada uno.

Sin avisarme unió sus labios con los míos, era inexplicable las cosas que me hacía sentir cada vez que lo hacia, cada uno era especial y tenía un sentimiento diferente, así pasen mil años nunca me cansaría de recibir y dar estos.

__Un día como hoy fue nuestro primer beso__susurro con esa sonrisa que tanto amaba ver__o mejor dicho, hoy fue cuando te robé un beso.

__Bueno tus planes salieron muy bien, desde ese día me empecé a enamorar de ti, aún me pone de malas recordar todas las cartas que te daban todas las chiquillas hormonales, pero bueno fue hace mucho, en ese entonces ni se me habría cruzado la idea de que seamos esposos.

__Yo si, ya tenía todo mi futuro planeado y ese futuro te involucraba a ti, quizás no fue como yo pensé que sucederían las cosas en la mitad del camino pero estoy satisfecho, al final de cuentas por todas las cosas que pasaron estamos aquí, aunque tampoco me convence la idea que no tengamos un plan de San Valentin.