Capítulo 5

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*Narra Rubius*

*Dos horas antes de navidad*

Mangel y yo estábamos poniendo la mesa mientras mamá terminaba de cocinar.

El padrino y el abuelo estaban jugando a las escondidas con mi pequeña hermana, quien reía como si fuera a explotar.

(N/A: No tengo ni idea como se llama la hermana de Rubiuh, así que se va a llamar Luna)

-Queh lindoh se sienteh volve' a escuchah lah risah deh lah pequeñah Luna.- Habla Mangel a la vez que suelta un gran suspiro.

-¿Cómo está tu hermana?- Le pregunto mientras coloco los tenedores.

La hermanita de Mangel, que niña tan mona.

-Bieh, contenta poh queh falta pocoh pa' suh cumpleaños.- Responde y coloca los platos.

-Pero... Estamos a finales de diciembre, faltan veinte días.

-Tuh sae como eh ellah.-Levanta los hombros y vuelve a suspirar.-¿Ha tenido suerteh con loh del compañeroh?

-No, ni que lo digas. Ya me aburre vivir solo con Raspy después de que Jennies se llevó a Hachi.-Terminamos de hacer los retoques de la mesa.

-No puedo creer como pudo pedirte a la gata cuando tu la habías criado toda su vida.- Interviene mamá. Que había pasado por el pasillo con su nuevo delantal.

-La gata era de ella mamá...-Dejo de hacer lo que estoy haciendo y me paro secamente.- Te lo he dicho montones de veces.

-Sí, de ella. Ahora Raspberry está deprimida, Rubén. Debes conseguirle un compañero antes de que muera.- Golpe bajo. Tiene razón, Raspy no quiere comer ni hacer nada. Eso me preocupa.- ¿Y tu? Has sufrido más la pérdida de la gata que la ruptura.

Mangel se rasca la nuca nervioso y finge mirar el árbol de navidad.

Yo solo suspiro. Hachi, que mal nos había caído a Raspy y a mi que ella se la llevara.

-Eh... Rubiuh, ¿Cómoh vah con ehta chicah...- Mangel trata de cambiar de tema, mucho mejor. Pero no recuerda el nombre de la tía.

-Gabriela, Mangel.-Soplo para arriba ya que un cabello molestaba mi frente y sirvo un poco de agua en mi vaso.

-Ah, Sih. Poh loh queh me ha contao' pareceh mu' maja.- Bebo agua y mi Mahe me mira intrigado.- ¿Yah leh ha pedido queh seah tu' noviah?

Su pregunta me ha descolocado. Mejor dicho, me ha atragantado.

Ahora me encuentro tosiendo y armando un gran escándalo.

-¡Macho... No teh muerah anteh de respondehme!- Exclama el pelinegro a la vez que golpea mi espalda.

Vale, al fin ha pasado lo peor.

-¡Casi muero por tu culpa, tío!-Muevo exageradamente las manos como si hubieran mosquitos molestándome.-Y a lo de la pregunta, Si. Tengo pensado en preguntárselo, pero antes quiero contarle a Foxy sobre ella.

-A mih no me ha parecidoh buenah idea noh contahleh a nadie.-Agrega el bizco.-¿Ehtah seguroh que la idea ha sio' tuyah?

¡Por supuesto que la idea no ha sido mía! ¡Si hubiera sido por mi le cuento hasta a mis haters!

-Claro, tío. Tú sabes, por las criaturitas...

-Valeh... Poh lah criaturitah.

-¡A COMEEEEEEEER!- Canturrea mamá.

Mejores amigos gracias a Skype |Rubius, o... ¿Alexby?|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora