Capítulo 22

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*Narra Rubius*

Estoy recostado en la cama, apoyando mi codo en la misma y mi acuesto mi cara en mi muñeca.

-¿Qué pasa, Rabos?-Pregunta Gabriela desvistiéndose.

-No estoy de humor para follar. Estoy pensando en lo de hoy.

-Tus amigos apestan, mucho más esos gays. ¿Quiénes se creen para besuquearse frente a mi?

-¿Cómo te atreves, Gabriela? Ellos se aman. Al igual que Alex ama a Zoey. Lo que siempre me cuestiono es... ¿Tú me amas?

-Claro que te amo.-Responde acostándose a mi lado.-Amo esto...

Agarra mi pene por encima de mis pantalones y yo cierro los ojos. No quiero. Corro su mano y la miro.

-¿Me amas por mi pene? Joder, madura un poco. Si me estuviera muriendo y a la vez tu droga está por caerse, pero solo puedes salvar a uno. ¿Qué harías?

-Eh... Eh...

-Has dudado.

-Vamos, tú sabes cuanto me importa mi droga.-Quiere acariciar mi brazo pero no se lo permito.

-Te importa más que yo.-Espeto.-¡Yo lo daría todo por ti!

-No grites por estupideces. Llamarán a la policía y me acabo de inyectar.

-¡¿No ves que te estoy hablando seriamente?! Coño, no lo entiendes.-Me siento en la cama.

-Lo que entiendo yo es que, desde que la Zorry se fue de tu casa haz estado como un perro mojado. ¿Acaso ella te ha contado sus secretos? ¿Te ha contado sobre sus hermanas? Tú no sabes nada sobre ella.

-¡¿Es que acaso tú si sabes?! ¡Me tienes hasta los cojones de hablar mal de ella! ¡Déjala ser, estás más pendiente de su vida que de la tuya!-Ella se ríe como si hubiera contado un buen chiste.

-Cariño, ¿Haz pensado que yo sentía algo por ti? Necesitaba acercarme a alguien para poder ver lo que ella hacía. Alex y Mangel eran un hueso duro de roer. Tú no. Mi mamá necesitaba información sobre mi tía y ahora la tiene. Por eso me pidió que venga de incógnita. Me he divertido contigo, nunca lo había hecho con un hombre tan bien dotado.

Sus palabras me caen como puñetazos. ¿Esto es real?

-¿Qué tiene que ver tu tía en todo esto?-Eso no me cierra.

-Dios, Zoey es mi tía. ¿Tanto te cuesta entender?-Imposible, no puedo decir ni una palabra.-Agradezco no ser como ella, me hubiera tirado desde un décimo piso.

-¿Cómo...?-Balbuceo.

-Ahora que lo sabes, debo irme. No me sirves para nada, mamá sabe donde se encuentra. Terminamos, aunque podrías llamarme si algún día quisieras pasar la noche.-Me guiña un ojo y comienza a hacer la maleta. Yo sigo sin decir nada.

Al terminar, pega un portazo y se va.

Zoey... ¿Qué era ella para mi? Miles de recuerdos perfectos pasan por mi cabeza. Me sentí horrible cuando ella me dijo que se iría. Me sentí como el hombre más desafortunado de la faz de la tierra. Quiero a Foxy. Siento cosas por ella, cosas que traté de olvidar estando con Gabriela, pero no funcionó. Mi sentimiento siempre estuvo allí. Le he hecho daño y no puedo soportarlo.

-Necesito hablar con Zoey. ¡¿Qué he hecho?! ¡¿Cómo no me di cuenta, joder?!

Las lágrimas se habían apoderado de mí. Mi orgullo se fue a la mierda. Llamaré hasta que mi Foxy me conteste.

En el segundo tono ella atiende.

-¿Ho-hola?-Su voz. Tan angelical y hermosa.

-Foxy... ¿Estás bien? Demonios, siento lo que te hice. Alex ha puesto a todos en mi contra. Estoy haciendo lo que puedo para derrotar a mi orgullo.-Sollozo, no quería que ella me escuchara llorar.-Te quiero pequeña, no puedo estar sin ti. ¿Podrías volver a casa, por favor?

-Eh... Yo no lo sé, Rubius. Gabriela no me quiere ahí.-Estoy seguro que ella tiene lágrimas en los ojos, puedo sentir su rápida respiración.

-Ella ya no será un problema.-Murmuro.-Me ha dejado. No soporta a ninguno de mis amigos, no puedo tolerar eso. Me ha alejado de todo. Tenías razón, mira en lo que me ha convertido. Soy un estúpido por dejar que ella me controlara. Debí haberte escuchado.

-No sé que decir.

Rasco mi nuca nervioso. No quiero que me rechace.

-Sólo dí que sí y estaré en unas horas allá, contigo. Te sacaré del hospital y volveremos a casa, JUNTOS.

Solo puedo escuchar su respiración. Pasó un minuto, pasaron dos.

-Eh... Sí.-Cojo mi bolso, iré a por ella.

-Me tendrás ahí apenas llegue a España. Cogeré el primer avión que consiga. Y... ¿Zoey?

-¿Si...?

-Gracias por decir que sí. Gracias por ser tan tú. Nos vemos.-No espero respuesta y corto la llamada. Debo hablar con Alex.

Camino hasta su habitación y toco la puerta. Nadie atiende. Vuelto a tocar y Alex me abre, está todo sudado y ¿Asustado? Sólo saca su cabeza, yo empujo la puerta y entro. No quiero hablar en el pasillo. Al darme la vuelta veo que está desnudo.

-¿Cuál es tu problema?-Suelto dándome la vuelta. Pero lo siguiente no me gustó para nada. Mi cara se deforma. Hay una mujer en la cama de Alexby, desnuda, tratando de taparse sus "pechos". Es mas plana que mi LCD. Giro sobre mis talones y lo veo con los ojos llorosos.

-No debes decirle.-Murmura aterrado.-Por favor, Rubius. Te juro que no la he tocado. Yo sólo me he despertado y la encontré ahí.

Lo estampo contra la pared y lo retengo con mi brazo. Él llora como si fuera su último día.

-¡Ella te ama! ¡Está en un hospital esperando a que la vayan a buscar y tu te tiras a esta zorra!- Supongo que mis otros amigos escucharon los gritos ya que están mirando desde la puerta, asombrados.-¿Sabes qué? Yo iré a buscarla. Así que aprovecha a decírselo mientras yo viajo a España o yo mismo se lo diré.

-Tú la dejaste en ese hospital.-Escupe con valentía. Oh no, enano. No hagas eso conmigo.-¡De verdad amo a Zoey!

-¡Lo sé y me arrepiento! ¡No sabes cuanto me arrepiento! ¡Ella te adora, joder!-Le lanzo un puñetazo y le doy de lleno en el pómulo.-¡Yo siento cosas por ella y tú le metes los cuernos! ¡Se morirá cuando se entere!

-¡¿Cómo vas a sentir cosas por tu mejor amiga cuando tienes novia?!

-¡Ella me cortó! Supongo que se dio cuenta.

-No se lo digas. Lo haré cuando arme valor. Déjame hacerlo. No me quites esa posibilidad, la amo.

Me acerco a su cara para susurrarle algo pero nuestras miradas se conectan y veo sus ojos dilatados. Se ha drogado.

Busco algo de polvo en su nariz, nada. No tiene aliento a marihuana, busco sorprendido en sus brazos algunos pinchazos. Su primera vez drogándose no puede ser con inyecciones, lo podría matar. Tampoco hay pinchazos.

-¿Qué has tomado antes de todo esto, Alejandro?-Apreto más mi agarre.-¡Dime!

-Ella me ha dado unos tragos, yo no he pedido nada.-Suelto una risa.

-Felicidades, enano. Esa perra te drogó.-Le doy una carcajada al piso y lo suelto.- Me das lástima. Yo me largo a Madrid.

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Hola chicas! ¿Qué les pareció el capitulo? :D

Si esto les pareció salseante deben leer el que sigue, morirán.

Por favor, compartan la novela, ha perdido más leídos que la shet xd

¡Espero que lo hayan disfrutado!

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