Capítulo 6

1K 124 39
                                    

*Último día en Noruega, por la mañana*

*Narra Foxy*

Un olor putrefacto puedo sentir. Abro los ojos.

Lo primero que veo en el día es a Mangel durmiendo boca abajo, roncando y babeando.

FUAAA.

-¡MANGEL TE CAGASTE, COCHINO!-Exclamo mientras tapo mi nariz con mi pijama.

-Déjalo Zoey. Abrázame más fuerte.- Rubius tiene sus dos brazos alrededor de mí. -Tengo frío.

Él nos encierra con las sábanas a los tres.

-Miguel no te tires un pedo. Miguel no te tires un pedo. Por favor dios, ayúdame.- Hoy dios no está de mi lado. Mangel se tira un GRAN torpedo de esos que son imposibles de imitar.-Qué no tenga olor. Que no tenga olor.

El olor a Mahe podrido inunda todo mi ser. Y al parecer el de mi Slenderman también.

-¡NO PUEDO RESPIRAR! ¡MAMÁ! ¡MAMÁ ME DESMAYO!-Rubius grita descontrolado mientras patalea y mueve sus brazos como si fuera de vida o muerte. Y lo es.

Las sábanas quedaron atrancadas, o yo que sé. A todo esto, descubrí que Mangel tiene el sueño pesado. Y está podrido por dentro.

Mangel se ha tirado otro. Este es uno silencioso.

-¡RUBÉN, HACE ALGO!- Este fue peor que los anteriores.

-¡MAMÁ! ¡AYÚDANOS!- El niño busca a su mamá. Pero su mamá no está en casa. Se fueron a esquiar con El Padrino.

-¡TU MADRE NO ESTÁ, IDIOTA!- Le pego un puñetazo en el brazo izquierdo. No tengo idea que le ocurre a Mangel. Pero sigue tirándose pedos.-¡TU PUTA MADRE, MANGEL! ¡¿QUE MIERDA COMISTE?!

Rubius dejó de moverse. ¡Se murió!

-¡Voy a morir! ¡Voy a morir, Santo Dios! ¡MANGEL! ¡Para, por favor!- Lágrimas caen de mis ojos. Este es mi fin. Que muerte mas absurda. Concha de la lora.

Todo se vuelve completamente negro para mí.

~~~~~~

-Foxyh, despiertah. Ayúdame a desperta' a Rubiuh que no quiereh levantahse.- El pelinegro me zarandea. El putrefacto olor todavía sigue grabado en mi nariz.

Empujo a Mangel bruscamente y corro hacia la ventana. Respiro todo el aire que necesito para poder recuperarme. El frío que entra por la ventana me distrae.

-Foxyh ¿Te encuentrah bien?-Pregunta detrás de mí cuando siento su mano en mi hombro izquierdo. No quiero herir sus sentimientos.

-Si Mangel. Al parecer la claustrofobia no se ha ido.- Le dedico una pequeña sonrisa y cierro la ventana.

-Oh... Pueh que malah suerteh.-Se da la vuelta y camina hacia donde está Rubius.-¿Me ayudah?

Tardo en procesar la pregunta. Pero al fin y al cabo, asiento.
Me acerco al oído de Rubius y le hago señas a Miguel de que se mantenga totalmente callado.

-Rubius...-Debo hacerlo lo mejor posible.- ¡A MANGEL SE LO COMIÓ UN LOBO, AYÚDAME POR FAVOR!-Grito "desesperadamente".

-Espera a que se eche un gas. Muere la jauría entera.- Responde y se coloca boca abajo.

-¡Oie! ¿Porqueh dice' esoh?- Mangel está con una mano en su pecho. Me reiría a carcajadas ahora, pero no.
Rubius, quien había logrado volver a tener sueño. Al escuchar lo que Mangel dijo, saltó de la cama (Literalmente). y comenzó a sacarse el pijama.

-No lo decía por ti Mangel. Los "lobos" de aquí son como zorrillos.- Yo estaba viendo los pelos de las tetas de Rubén cuando voltea y me mira.- ¿Foxy, podrías darte la vuelta?- Su pregunta me descoloca, como si fuésemos desconocidos.

-Boludo, como si nunca en mi vida hubiese visto a un chico en bóxers. ¡Es más, como si nunca hubiese visto una pija!-No dejo a ninguno hablar y levanto mi remera.- ¿Ves? Estas son tetas... Tetas grandes. Heredadas por mi mamá, obvio.

Cuando bajo mi remera y levanto la mirada, los pantalones de Rubius se caen. Los dos están atónitos. Ambos están completamente rojos de la vergüenza.
Esta situación es muy graciosa para mí.

-¿Qué les pasa? ¿Nunca vieron unas buenas tetas?-Pregunté carcajeandome.

-Eh... Si pe-pero...- Rubius mueve las manos como si apretara unos senos.- ¡No, no lo se! ¡Nunca había visto unas tan... tan... TAN GRANDES JODER!

-Pueh... son unas buenah perah.- Mangel se encoje de hombros.- Me guhtan.

-Macho... ¡Es tu mejor amiga!-Rubén le da un codazo.- No seas pervertido.

-Callah Rubiuh. Sería un pervehtidoh si tuvierah una gran erección.

Eso me avergonzó, bastante. Pero yo soy tan kúl que no me sonrojo. Capas que si, no sé.

-Ay Rubiuh, tah' pelúoh.- Dice Mangel mientras enrieda sus dedos en los pelos de las tetillas de Rubius.

-Bueno... vayamos al lago congelado.- Slenderman cambia de tema y se pone la ropa rápidamente.

Mejores amigos gracias a Skype |Rubius, o... ¿Alexby?|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora