Lágrimas caían de su decaído rostro, no recuerda cuando fue la última vez que lloró, a decir verdad él nunca fue un persona que dejara salir las lágrimas con facilidad, pero la situación lo ameritaba.
Estuvo a solo unos segundos de matar a JungKook.Su corazón se rompió al recordar el rostro del menor, lágrimas por todo su rostro, sus ojos eran más pequeños de lo normal, leves moretones en su mandíbula y en su mejilla.
Diablos, eso había dolido como la mierda, sobre todo su mirada, esa mirada llena de súplica y de temor, temor por él.
Era increíble como lo estaba lastimando a pesar de que meses anteriores le prometía cuidarlo.
─Soy una mierda.
Fue lo único que pudo decir, fue lo único que en ese momento salió de sus labios.
─No lo eres JiMin─. Mencionó una dulce y casi entrecortada voz a lado de él ─No eres una mierda, eres genial.
─¿Cómo puedes decir eso cuando estuve a punto de matarte? ─. Dijo sin ánimos, su voz estaba ronca pero sonaba muy calmado.
JungKook no respondió y siguió acariciando el pálido rostro de JiMin.
Realmente estaba asustado, pero ahora sólo sentía unas grandes ganas de quedarse a lado de JiMin, a pesar de que pudo salir corriendo de aquel lugar y sobrevivir, no lo hizo.
Ahora sólo estaba con JiMin, quien se encontraba recargado en su hombro, había soltado en un mar de lágrimas y luego de un rato logró tranquilizarse.
JungKook sabía que él no era una mala persona, no realmente, él sabía que JiMin tenía sueños más allá de ser un terrorista, él tenía deseos. Porque él dudaba mucho de que lo que le había dicho aquélla noche (cuando eran pareja) fuera mentirá.
Lo había sentido tan real, palabras que venían desde el fondo de su corazón.“ Siempre he anhelado cuidar de los adolescentes que no tienen el hogar que se merecen, se como se siente no tener a donde ir durante un día realmente duro”.
Ahora entendía el verdadero significado de aquéllas últimas palabras.
JungKook suspiró de manera profunda, era una clase de alivio el seguir con vida, al menos por el momento. JiMin dejo caer todo su peso en JungKook, este tuvo que agarrarlo fuertemente y recostarlo lentamente en sus piernas.
JiMin no tenía expresión alguna sobre su rostro, solo miraba a la nada mientras sentía como JungKook lo seguía acariciando, logrando divagar aún más.
─Perdón.
Sus ojos de pronto se humedecieron, soltó esa palabra haciendo por un momento como si todo se detuviera. Quería decir mucho más, quería hacerlo pero no podía.
Secó sus lagrimas de golpe y trató de acomodarse de nuevo, miró a JungKook quien lo veía algo sorprendido pero también con una leve sonrisa.
JiMin lo miró sin decir nada, solo observo el pequeño rostro que tenía enfrente, un rostro demacrado y un poco sucio. De repente las lágrimas de JungKook se hicieron presentes bajando de su rostro, JiMin odio ver esa escena.
─Mierda JungKook, lo siento tanto.
Dijo y con una mano toco levemente la mejilla del menor y trato de secar sus lágrimas, pero era imposible, el menor lloraba como si todo su mundo estuviera acabado y era algo parecido.
El mayor tomo el pequeño rostro de JungKook entre sus manos, tocando levemente en las zonas lastimadas, había sido un tortura para JungKook tanto como para él, porque sí, evidentemente JiMin también agonizaba rogando sobre el porque JungKook, su JungKook, estaba ahora con la CIA.
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Archivo 12-B: El Caso de Park『PJM & JJK』┇ Adap
AçãoJeon JungKook sabía que no tuvo que meterse a la CIA en Corea del Sur, también sabía que no tuvo que haber tomado el caso de Park. Pero no había vuelta atrás. Él era solo un aprendiz, una presa fácil para Park, sin embargo JungKook nunca se imagino...