COMO UN DULCE AROMA

El dulce aroma de un café con leche recién hecho, sin duda era algo que Alya amaba, mientras se perdía en esa fragancia, escucho el golpe de la puerta.

-Adelante- respondió sutilmente la chica de cabello marrón, con una bella combinación de color naranja en sus puntas.

-Señorita Césaire, le llego está invitación- él muchacho le extendió un sobre pequeño de color rosa, con un exquisito diseño floral que atrapaba tu atención.

-Gracias Louis, Puedes tomarte un descanso- le respondió amablemente.

Asintiendo, el joven se retiró de la oficina, dejándola sola con sus pensamientos. Lentamente giro el sobre y lo observo, busco su abertura y saco la tarjeta que se encontraba dentro.

-Que hermoso diseño- poco a poco se podía observar el mensaje en ella.

"Es de nuestro agrado invitarte a nuestra boda, te esperamos Alya Césaire".

Con una sonrisa, Alya siguió leyendo el contenido, hasta que en una parte sus ojos se cristalizaron.

                            "MARINETTE DUPAIN CHENG"

-Como ha pasado el tiempo Mari- Con una gran sonrisa guardo la tarjeta, al escuchar el toque de la puerta nuevamente.

-Puedes entrar- habló en respuesta la joven, mientras acomodaba su escritorio, despejando el área.

-Señorita, perdone la interrupción, pero es hora de organizar el horario de la próxima semana.

-Louis ya tenemos casi dos años trabajando juntos, no tienes que ser tan formal, basta con que me llames Alya- con una sonrisa, empujo su silla lentamente hacia atrás y lo invito a tomar asiento.

-Si lo sé, se lo agradezco pero me siento más cómodo llamándola cortésmente, Señorita Césaire.

-¡Volví a perder!- respondió esbozando una sonrisa -Bueno que esperamos, empecemos. ¿Qué tenemos para la próxima semana?

Revisando detenidamente su agenda el chico empezó hablar -Tenemos una sesión fotográfica el Lunes, el martes en la mañana llegan los inversionistas por lo tanto, tiene la tarde libre, continuando el resto de la semana está la reservación privada- detalladamente iba escribiendo en la misma agenda.

-Perfecto, creo que hoy, hemos terminamos con todo el cronograma, si es así, puedes tomarte el resto del día. Buen trabajo Louis te veo el lunes- Con esa respuesta, Alya se levantó, dedicándole una mirada amable a la otra presencia dentro de la sala y ambos salieron juntos.

-¡Buen trabajo chicos!- felicito con alegría -Los veo el lunes, tenga un lindo fin de semana- Fue su saludo de despedida.

Mientras la bella Joven se dirigía a la calle principal, se detuvo un momento y saco su teléfono, marco un número y solo espero unos segundos hasta que alguien le contesto.

-Señorita Césaire, tanto extraña a su esposo que lo llama desde tan temprano- una voz juguetona hizo presencia.

-Ajá Muy gracioso, yo llame pensando, que tal vez estarías preocupado por tu linda esposa, que tiene mucho trabajo que hacer- soltó con picardía la muchacha.

-Oh, ¡Toche!- se escuchó una pequeña risa -Diste en el blanco, realmente te extraño un montón cariño, la gira se alargó un día más, así que estaré de regreso el martes- respondió con tristeza.

-Mi Querido esposo es tan famoso, yo sabía que algún día lo serias.

-Gracias a ti y a todas las personas que estuvieron apoyándome. Te amo.

-Yo también te amo- Sin querer Alya pudo escuchar, la voz del manager, llamando al Joven -Creo que es hora de que vuelvas a trabajar cariño, hasta aquí escucho como te llaman- soltó Alya con risas.

-Pero quiero seguir hablando contigo, no sabes cuándo deseo estar a tu lado- soltó como niño pequeño

-Lose, yo también amor, justo ahora estoy por ir a casa, por cierto querido. ¿Ya elegiste un traje para la boda?

-Sí, aquel traje que si mal no recuerdo, comentaste que le quedaba espectacular al modelo del desfile de Chanel- respondió con recelo el joven rubio.

Alya podía jurar, que escuchaba como se quejaba en silencio su esposo, simplemente adoraba cuando actuaba como un niño celoso.

-Sabes que tú siempre serás el único y el mejor para mí, además lo que yo dije, fue que el traje quedo espectacular- respondió burlonamente Alya.

-Pero es casi lo mismo- escucho esa bella risa que tanto ama -Sabes cariño, quien lo diría, la mayoría de nuestros amigos, ya están casados y hasta algunos ya son papás.

-¿Eso sonó como si estuvieras celoso?- soltó con picardía la joven, esperando una respuesta sarcástica del otro lado.

-Sí, estoy celoso.... yo... ansió que tengamos un hijo pronto- soltó con firmeza. Esa respuesta la tomó por sorpresa, pero no pudo evitar soltar una sonrisa.

-Te amo mucho- ya podía imaginar a su esposo rojo de la vergüenza - Creo que debemos empezar a buscar una Cuna.

-¿Hablas enserio amor?- podía sentir la emoción en su voz.

-Sí, pero eso lo terminaremos de hablar cuando estés aquí, puedo oír cómo te llaman desde aquí. No olvides llegar a tiempo para la boda, somos los padrinos, la puntualidad debe caracterizarnos.

-Eso aplica más a ti Alya- se burló tiernamente- Tu eres más tardona que yo, así que no te preocupes, llegare puntual porque hay dos temas importantes que debo atender.

-Claro que no, yo soy muy puntual- respondió con burla.

-Te amo Alya Césaire.

-Te amo Adrien Agreste.

Como el dulce aroma de un café con leche, así era el amor que reflejaban, ambos estaban a punto de tomar otro gran pasó para su relación pero no tendrían miedo, estaban juntos en esto y quien sabes más pronto de lo que creemos su familia podría crecer. 

Espero que les haya gustado esta pequeña historia empalagoza por el día de San Valentín. Feliz día del Amor y la amistad.