Viruela infernal [Good Omens]

Viruela infernal

Disclaimer:

Good Omens es una serie de televisión basada en la novela de 1990 Good Omens: The Nice and Accurate Prophecies of Agnes Nutter, Witch de Terry Pratchett y Neil Gaiman.

Todos los personajes utilizados aquí pertenecen a su autoría.

¡Feliz día de San Valentin! Como regalo, hoy les dejo este pequeño one-shot, que espero disfruten, les mando un gran gran abrazo y espero tengan un fantástico día ya sea con su persona especial, amigos o ustedes mismos. Mil gracias por leer y espero lo disfruten.

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Viruela infernal

El infierno se dio cuenta de que aquel sería un terrible día cuando el grito ensordecedor de Satanás se escuchó por cada rincón del lugar.

Como súbditos leales irían a auxiliar aquel llamado, sino fuese por el hecho de que cada uno de los demonios tenía su propio problema para lidiar...

Llegó en silencio, en medio de la noche, como la peste que extermino media Europa, solo que esta enfermedad no los mataba, aunque muchos hubieran preferido ese destino al que se enfrentaban actualmente.

—¡VOY A ARRANCARME LA PIEL! —Gritó alguien rasgando sus ropas a la mitad, rascándose con furia.

—¡NECESITO HIELO! ¡EL ARDOR ME VOLVERÁ LOCO!

—¡MI ROSTRO! ¡MI ROSTRO!

Cientos de sirvientes del mal corrían de un lado a otro, desesperados, confundidos, adoloridos y enojados.

—¡¿Qué rayos esta ocurriendo aquí?! —Hastur quien había escuchado los lamentos salió a observar que sucedía.

—Parece que estuvieran rabiosos... —Agrego Ligur detrás de él— ¿Dónde están los príncipes del infierno?

—¡¿POR QUÉ USTEDES NO ESTÁN AFECTADOS?!

Se giraron hacía la voz, encontrándose con Dagon, más de cerca pudieron darse cuenta de las marcas de la enfermedad, enormes manchas rosadas en forma de corazón cubrían todo su cuerpo, cuello, mejillas, manos y cualquier parte expuesta brillaba con aquellas cicatrices.

—¡¿QUÉ DEMONIOS HICIERON?! —Les amenazo la castaña, sin dejar de pasar sus uñas por la carne lastimada.

—¡No tenemos idea de que hablas! —Objeto el más alto molesto— ¡Salimos al escuchar el lamento de Satanás! ¡No sabemos que es lo que ocurre!

—¿Dónde están los príncipes del infierno? —Indico nuevamente el rubio.

—¡AFECTADOS TAMBIÉN POR ESTO!

—¿Qué rayos está pasando aquí...?

Con completa naturalidad, Crowley entró en el recinto, evito golpear con un par de demonios que corrían como desquiciados hacia él.

—¿Están probando un nuevo tipo de viruela? —Preguntó algo divertido.

—¿Vi...? ¿Qué?

—Viruela... Ya saben, esa enfermedad contagiosa, salen manchas rojas y provoca comezón...

Antes de poder decir algo más, el pelirrojo fue lanzado contra una pared, mientras los dientes afilados de Dagon le amenazaban de cerca.

—¡¿TÚ CAUSASTE ESTO?!

—¡¿Qué?! ¡No!

—¡¿Y ENTONCES POR QUÉ NO TE AFECTA?! —La ira en su voz era más que evidente.