Rose y Armitage

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La historia con Armitage se podía resumir en una palabra, desastre, aún no podía pensar en él sin que le dolería, él pelirrojo fue su mayor apoyo, su amigo, su amante, sabía que nadie la conocía como él, así como nadie lo conocía a él como ella lo hacía. Si tan solo no fueran tan tercos ambos, pero ella tenía cosas a las que no podía renunciar. Quizás debió hacerle caso a Finn y Poe cuando le dijeron que ellos eran muy diferentes, pero lo amaba con el alma y eso no lo cambiaría.
Pero ahora tenía que verlo, no era por ella, Rey y Ben merecían vivir ese amor que se notaba a kilómetros. Respiro hondo y entro a la pequeña oficina que compartían ambos amigos y que ella conocía a la perfección.
—Buenos dias—una mujer rubia muy alta que ella conocía le dió una sonrisa.
—Oh, Rose, que placer volverte a ver— la rubia salió de su lugar y fue a encuentro para darle un abrazo.
—Phas, también me encanta volverte a ver—Phasma era quizás la mejor amiga de Hux, aún recordaba cómo estuvo celosa de ella.
— Te creeré, aunque tengas 4 meses sin venir a ver, oye vienes a ver a Hux, porque Ben no está, solo llamo para decirme que estaba en Naboo.
—Venía a preguntar por Ben pero no pensé que te avisará a ti también.
—Bueno soy la que maneja la correspondencia, tiene que avisarme.
—Te dijo si ¿estaría mucho tiempo?—una parte de Rose estaba aliviada había conseguido la información sin tener que ver a Hux, pero otra quería verlo, saber que estaba bien, volver a ver esos ojos azules que tanto amaba, volver a escuchar su voz, ver esas pecas y la fuerza sabía que extrañaba con el alma sus labios.
— Cuánto tiempo estaría no me dijo, pero pues mañana tiene una fiesta a la que nos invito,deberías de hablar con Rey para que vayas con ella, creo que te urge verlo. Ella puede ayudar más.
—Tienes razón, gracias Phasma no te interrumpo más.
Phasma volvió a abrazar a la chica, estaban tan emocionadas de verse que no se dieron cuenta cuando Hux salió de su oficina.
—Phasma, no estaré hasta la tarde iré a la Resistencia —Hux se detuvo en seco cuando vio la figura de Rose salir de los brazos de Phasma —Hola, Rose no esperaba verte.
—Hola, vine a preguntar por Ben, pero ya me dieron la información, ya me voy, Adiós Phasma, un gusto verte Armitage.
Rose casi corría para salir de ese lugar, no necesitaba verlo más tiempo, quería regresar y abrazarlo pero no podía hacerce eso, él había dejado muy en claro que no quería una familia, aún recordaba la mirada de dolor cuando lo hablaron.

Phasma le había dicho que la siguiera y tardo en entender hasta que ella lo empujó, algunas veces la había visto por la ciudad, pero siempre evitaba verla de frente. Él podría hacer cualquier cosa por ella, si Rose le pidiera una estrella iría al espacio y la robaría por ella, pero su mayor miedo era repetir los patrones que había vivido y ¿si era igual de mal padre que el suyo? no quería verla sufrir por eso, estaba tratando de solucionar esos miedos, con la pequeña esperanza de regresar a su lado y decirle que ahora sí podía darle todo lo que le pidiera.
— ¿Quieres que te lleve? —tenía que hablar con ella, explicarle todo lo que estaba pasando antes de alguien llegara y le diera todo lo que él en su momento no pudo.
— No te preocupes, puedo tomar un taxi- podía ver el nerviosismo en su rostro, la conocía tan bien, ahora que la tenía a unos cuantos metros estos meses lejos le dolieron más.
—Te llevo, voy por el mismo rumbo, se que mi compañía no es la mejor pero te puedo llevar más rápido, sirve que hablamos de nuestros amigos.
El vio como ella se mordía el labio por los nervios, cuántas veces el había mordido ese labio en sus sesiones de besos, ella asintió y él le abrió la puerta de su pequeño auto.

El silencio reinaba en ese pequeño auto, ambos tenían tanto que decir y ninguno se atrevía, todo estaba acumulado en su garganta.
—Ben me dijo que dejó la casa de Rey, me contó que se fue para poner tierra de por medio, que le dijo lo que sentía y que ella no sentía lo mismo.
Desde que estaban juntos ambos se habían dado cuenta de cómo Ben y Rey se querían, Hux había animado a su amigo de aceptar la propuesta de vivir con la chica con la esperanza de que ambos se dieran cuenta de lo que sentían.
— Fue un malentendido, ella lo ama, solo que tiene miedo de no saber cómo reaccionar a ese amor.
— La entiendo, yo también tuve muchos miedos,bueno tengo muchos miedos, es difícil dejarlos de lado, más cuando nadie había apostado por ti, el tener la certeza de que una persona quiere llegar hasta el fondo y hacer un lado la basura que tienes ahí, es aterrador.
— Pero vale la pena intentar, digo tu lo intentaste conmigo, tal vez no todo, pero creo que valió la pena o ¿No?
—Pero fue aterrador, todos los días me preguntaba ¿Que haría cuando te fueras? Se que terminó por mi culpa, no tienes porque angustiarte y si valió la pena, cada día a tu lado valió la pena.

Podía reconocer la sinceridad de su voz, podía ver qué esos ojos azules no le estaban mintiendo, si tan solo Hux entendiera que ella quería formar una familia con él, que desde que apareció ella ya no pudo imaginar a nadie más como padre de sus hijos. Que también le dolía el alma estar lejos de él. Las lágrimas empezaron a recorrer el rostro de Rose, de repente solo sintió como el coche se estacionó.
—Rose, perdón no quise hacerte llorar, jamás he querido hacerte llorar—Armitage le limpiaba las lágrimas y la rodeo con un abrazo.
—Para no quererlo hacer lo haces muy bien, llevo así 4 meses —volteo a ver sus ojos aflijidos por el dolor que ambos tenían — Se que debes tener tus razones, pero en todo mi esquema de familia estabas tú, eras tú Armitage.
—Rose, se que mereces todo lo que imaginas incluida la familia—el tomo sus manos y busco sus ojos—por eso estoy llendo a terapia, quiero quitar las telarañas que tengo en la cabeza, quiero estar en tu familia, quiero ser tu familia— una mano sostuvo su rostro tratando de limpiar las lágrimas que salían de sus ojos negros, el peso de las palabras que ahora le había dicho cayeron en ella, la amaba y quería darle la familia que quería, la amaba y estaba dispuesto a quitarse los miedos.

Si era sincera consigo misma, sin Armitage Hux ella no quería una familia, quería tenerlo a su lado, levanto un poco el rostro para verlo, lo había extrañado tanto, había extrañado sus abrazos, su voz, sus manías y esa sonrisa, no se contuvo y lo beso, fue dulce y suave, ambos sabían que ese era el inicio de su segunda oportunidad.

Había añorado esos labios, sabía que amarla implicaba dejar todos sus miedos aún lado y mostrar sus heridas, pero  valía la pena, ella valía la pena, siempre lo supo, pero ahora que la besaba de nuevo lo confirmaba.

*
Después de una pequeña plática y una promesa para una cita en la noche, llamo a Rey y le contó lo que sabía,ella y Armitage ya habían planeado llevarla al aniversario de los abuelos de Ben, tenía un día para pensar que haría.

—Se que tal vez no sea lo que quieras escuchar,Rey, si lo quieres tienes que dejar todos tus miedos, o es mejor que no lo busques y lo dejes continuar.
— Lo se, pero el simple hecho de imaginarlo con alguien más me parte el alma, ya tomé una decisión le diré lo que siento, solo espero que él me quiera escuchar.

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