Our Love Story (One-Shots)

III. Love Story

En esta vida, cuando pensamos en historias de amor siempre nos imaginamos a dragones, príncipes y princesas batallando entre ellos por un amor puro y sincero.

Y cuando lo hacemos, tenemos la creencia de solo poder encontrar estas historias en cuentos infantiles, pero esto no puede estar más alejado de la realidad y nuestros protagonistas lo saben de sobra.

Para ellos, que se conocían desde pequeños, una vida en conjunto era una idea tan alejada de la realidad, que a lo largo de su niñez les llegó a molestar un poco que los asociaran de alguna u otra manera.

En sus mentes ellos eran Flavio y Samantha. Él un chico tímido y reservado que en clases solo hablaba con su círculo cercano y ella la mecha de un fuego artificial, quien era capaz de robar la atención de cualquiera que se le atravesara.

Sin embargo, a medida que fueron pasando los años, ellos se dieron cuenta que, a pesar de tener diferencias, había cositas que compartían y a través de las cuales, más allá de tener algo en común, podían llegar a quererse.

We were both young when I first saw you

I close my eyes and the flashback starts

I'm standing there

On a balcony in summer air

See the lights, see the party, the ball gowns

See you make your way through the crowd

And say, "Hello"

Little did I know

Eso sí, todo esto en secreto porque como todas las historias de cuentos de hadas, nuestros protagonistas contaban con villanos y secuaces, bajo las figuras de padres y amigos, quienes iban a hacer todo lo posible por bloquear el camino hacia ese final feliz que tanto merecían.

*FLASHBACK*

Debajo de las escaleras de las gradas ubicadas en el gimnasio del instituto se encontraban una rubia de ojos tan azules, que a sus 16 años el mar nunca había estado tan celoso de la tranquilidad e ímpetu que transmitían. Junto a ella se encontraba un joven castaño a quien el pendiente de su oreja definía de la mejor manera posible, ligero de actitud y carácter, pero con la fuerza suficiente como para dejar huella en cada persona con quien compartiera.

De la nada, la rubia levantó su cabeza del pecho del joven para hacerle una pregunta que había estado rondando su cabeza desde hace varios días.

- ¿Fla qué vamos a hacer con todo esto? - comenzó Samantha.

- ¿Con todo esto? - Preguntó él con una ceja alzada de manera picara.

- Si, esto - señalándolos a ambos - cada vez falta menos para que terminemos el instituto y me da miedo lo que pueda suceder.

- Preciosa, nada de lo que pueda suceder va a impedir que yo siga a tu lado. Si bien es cierto que si hace tres años me decías que iba a terminar mi etapa escolar enamorado de la chica de quienes mis padres me advirtieron, no te lo creía; lo he hecho y no hay nada que agradezca más.

Cuando el estudiante de piano dijo esas palabras, a Samantha se le aguaron un poco más los ojos. Hacía poco menos de un año, ambos llevaban un romance secreto digno de historias medievales, donde habían tenido que sortear obstáculos para llegar a la paz y tranquilidad que sentían en estos momentos.

*FIN DEL FLASHBACK*

Desde pequeña, la familia de Samantha le había explicado la importancia de relacionarse con las personas correctas, sin importar si eran buenas personas o no, por lo que veían con desaprobación su intento de amistad con el hijo de uno de los gerentes de sus compañías. Y esto no era por nada malo, sino que sencillamente sentían que no estaba a la altura de su hija.