Si yo les contara como empezó todo, no me lo creerían. Además, las citas a ciegas nunca habían sido lo mío, pero gracias a Dios que esa noche decidí hacerle caso a Adrián. Suena muy ilógico, pero sin él nada de esto hubiera ocurrido.
Si te preguntas por qué tanto drama, es que ¿a quién en su sano juicio se le ocurriría quedar con alguien a quien no conoce ni sabe su nombre? O sea, para alguien tan perfeccionista y cauto como yo, esta era una receta para el desastre. O al menos así lo pensaba yo.
Sin embargo, aquí estaba. De camino a este restaurante donde se iba a organizar la dinámica de Speed Dating, y único nombre de referencia que me había dado mi "adorado" amigo era el de una tal Sam.
Y es aquí donde voy a hacer un paréntesis, porque vaya incoherencia.
O sea, ¿quién se presenta a una de estas dinámicas de cita a ciegas y utiliza su diminutivo? ¿Eso a ustedes no les parece raro? Es decir, si te llamas Samantha, Samira o Samozi, tienes que utilizar tu nombre completo. Imagínense que yo me presento como Fla, cuando mi nombre completo es Flavio. Ni pensarlo, es que me da un escalofrío horrible tan solo de pensarlo.
Bueno, sigamos con la historia.
Por si te lo estabas preguntando, esto de speed dating es algo súper cutre donde vas a un sitio, te sientas en una mesa a charlar con desconocidos por un tiempo limitado y luego cambias de "pareja". Si, lo sé, esto es rayar en el ridículo, pero es que no sé qué más puedo hacer y estoy un poco desesperado, si te soy sincero.
Y tú, querido lector, te estarás preguntando ¿por qué hago esto sí me parece lo más ridículo de la vida para conocer a alguien? Pues la respuesta es simple: tengo el corazón completamente destrozado.
Si bien es cierto que a mis 25 años de edad apenas estoy empezando a vivir la vida, la realidad es que mi última relación me dejó hecho pedazos. A Linda la conocía desde los 16 años y desde el primer momento tuvimos una química muy bonita, de esas típicas de películas de colegios norteamericanos, pero por muy bonito que todo fuera, ella decidió traicionar esa confianza al serme infiel con mi mejor amigo. Cliché, pero créeme, esto pasa también en la vida real.
Después de lo que podríamos llamar una "serie de eventos desafortunados", no he tenido nada de suerte en el amor. Mi hermana Beatriz dice que no me desespere, que cuando conozca a esa mujer voy a sentir un chispazo tan grande, que será como si dos almas se hayan encontrado. Si, a ella se le va la olla un poco con estas cosas, pero estoy tan desesperado que me voy a aferrar a cualquier cosa que ella diga, por muy ilógica que sea.
Volviendo a lo que nos importa, estoy totalmente seguro que este día será un fracaso. Es decir, no tengo nada en contra de esta "Lucia", la persona con la que estoy compartiendo mesa en estos momentos, pero hablar de la causa de por qué el efecto invernadero sea tan importante en el cambio climático, no creo que sea el mejor tema de conversación para iniciar algo romántico.
Estoy tan metido en mis pensamientos, tratando de entender cómo puedo zafarme de esta situación sin que Adrián se entere y que al mismo tiempo no sea un fracaso, cuando veo algo, o mejor dicho a alguien, que acapara por completo mi atención.
There I was again tonight forcing laughter, faking smiles
Same old tired, lonely place
Walls of insincerity
Shifting eyes and vacancy vanished when I saw your face
All I can say is it was enchanting to meet you
Alta, rubia, los ojos azules más espectaculares que he visto en mi vida, con un saber estar impresionante y la sonrisa más dulce del mundo. Puede que me esté volviendo loco al punto de estar viendo alucinaciones, pero es totalmente real lo que mis ojos están viendo.
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Our Love Story (One-Shots)
FanfictionOne Shots inspirados en canciones de Taylor Swift, cuyos protagonistas serán Samantha y Flavio *Historias ficticias (AU), inspiradas en personas de carne y hueso, que obviamente no tienen ningún tipo de relación con las historias ni con la autora*