El amor 2/2

1.9K 304 19
                                    

Sí no quieres sexualizar a los miembros de Enhypen sáltate esta parte.

¿Qué hacia? Yo lo quería ahora. Entonces, sacó un envoltorio y comprendí.

Por Dios, iba en serio. De verdad lo haríamos, si no me arrepentida de inmediato después no podemos detenernos. Me entregó con delicadeza el envoltorio y volvió a ponerse sobre mí, esta vez me quitó la camiseta, me contempló unos segundos antes de pegar su boca en mi oído y decirme con su voz suave y lenta—: Cuando yo te diga, ¿de acuerdo? —asentí inconscientemente.

¿Cómo se ponía un condón? Dejé de pensar y respirar cuando Sung Hoon se quitó los pantalones... No estaba preparado para esto, no lo lograría.

— Hyung, creo que ya no... —sin embargo, a pesar de que de pronto me dio miedo continuar con esto, me mordí el labio para callarme porque Sung Hoon se había quitado la ropa interior ahora estaba totalmente desnudo sobre mí.

El fuego ardió con ganas.

No protesté cuando él me dejó en ropa interior, besa mi cuello mientras yo le rasguñaba la espalda y reprimir los gemidos que de seguro despertarían a todos en la casa.

— Ahora, Sun —me dijo. Abrí como pude el envoltorio y cuando bajé la mano hasta tocar su ingle...

[Fin]

Todo oscureció. Literalmente todo.

— ¡SE CORTO LA LUZ! —gritó Yi Soo. Escuchamos pasos en el pasillo y recordé que la puerta estaba sin seguro. Aunque no se veía nada, lo más seguro es que Go Eun o mis padres vinieran con una linterna. Y si nos encuentran desnudos a punto de tener sexo, me encerrarían en el sótano y castrarían a Sung Hoon sin importarles que estuviéramos comprometidos.

— Hyung, la puerta —murmuré. Sentí un peso menos cuando se levantó y corrió para ponerle seguro a la puerta.

Busqué a tientas mi ropa y me la puse como pude. No sabía si Sung Hoon también se estaba vistiendo, pero cuando me abrazo por la espalda, el contacto con su piel me provocó una descarga eléctrica.

— ¿Y qué dice tu sistema nervioso? —inquirió acercando mi espalda a su abdomen, colocando su cabeza en mi hombro. Fue como un golpe, como si un enorme bola de nieve cayera sobre mi y congelara mi mente. ¿Qué dice mi sistema nervioso? Que estaba en serios problemas. Me aparté de él, gracias a Dios se había cortado la luz, una porque de no ser así en este momento estaríamos en la cama, y segundo porque no podía verlo a la cara. Sentí vergüenza. Me había dejado dominar por una necesidad estúpida. ¿Cómo se suponía que dormiría con Sung Hoon si estuve a punto de hacerlo con él hace menos de cinco minutos?

— Chicos, ¡¿están bien?! —gritó Go Eun desde el otro lado.

— Si, no te preocupes —le contestó Sung.

Go Eun... Sung Hoon le hablaba como si nada.

Estaba tan arrepentido, no podía dejar que esto sucediera. No, no, no.

—  iLes dejaré una linterna frente a la puerta! —nos dijo Go Eun.

Antes de que Sung Hoon abriera la puerta, corrí hasta el baño y con fuerza di un portazo. A los segundos tocaron la puerta, pero no quería abrir.

¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué senti "eso" cuando besé a Sung Hoon? ¿Por qué ahora y no antes? ¿Qué había cambiado en nosotros? O tal vez la pregunta más lógica sería ¿Qué había cambiado en mi?

— Sun, debemos hablar sobre esto —dijo tratando de abrir la puerta.

Ignoré su voz y me quedé sentado en el suelo recordando lo que estuvimos a punto de hacer. Una parte de mí quería salir de aquí y tirarme a sus brazos para continuar lo que nos interrumpieron, pero otra parte me exige esconderme y avergonzarme.

Un halo de luz entró por la puerta, era la linterna. Sung Hoon había abierto con las llaves que tenia en su velador. Me alumbró al rostro y tuve que cerrar los ojos porque la luz molestaba, se sentó junto a ni pero yo me aparté lo más que pude. Apagó la linterna y nos quedamos a oscuras nuevamente.

— Sun, ¿qué dice tu sistema nervioso? —preguntó otra vez. Mire hacia otro lado, era tonto porque él no me podía ver, pero de todas formas lo hice porque sabía que Sung Hoon me estaba mirando a través de la oscuridad. Tensión se podia sentir en el aire.

— ¿Qué dice? —insistió.

— Que te quiero... y que también me gustas —contesté después de una pausa insufrible. Escuché como suspiro, pero eso no me calmó.

Le había confesado que su plan estaba funcionando ¿y ahora qué?

Volvió a encender la linterna y vi una gran sonrisa que estremeció a mi cuerpo. No podía dejar de mirarlo así, era demasiado hermoso.

— Es un avance —comentó, quise protestar, pero él agregó algo más—: Te estaría mintiendo si te dijera que no disfruté lo que estuvimos a punto de hacer... debo confesar que me habría encantado terminarlo —mi respiración se aceleró. Ya no sentía la necesidad de tocarlo, más unas ganas de abrazarlo se estaban apoderando de mi—. Pero eso no es lo que quieres... Creo que fue más repentino que un deseo, lo sé porque te conozco. —Lo abracé sin importarme lo incómodos que estábamos en el suelo del baño, Sung Hoon me rodeó con sus brazos y yo escondí mi rostro contra su cuello. Su pelito azul con sus risitos me recordaron un algo que me hacia imposible odiarlo cuando se ponía tierno.

— Si lo vamos a hacer, no quiero que sea así, de repente. Quiero que lo hagamos con amor, que lo hagas porque me amas y no porque las hormonas te traicionaron. —Rei ante su comentario, era verdad. ¿Qué tanto me conocía Sung Hoon para decirme las palabras exactas que hacían que dejara de sentir culpa y vergüenza?

— Te quiero mucho, Sung Hoon —le dije contra su oído.

— Y yo te amo —me respondió.

Por primera vez, sentí que mi pecho se comprimía de dolor. No poder contestarle de la misma manera en que él lo hacia era peor que el calor que sentí cuando miré sus labios con otros ojos. Porque sabía que eso se podía apagar con los besos y caricias, pero la culpa de no poder decirle que lo amaba no.

No se iría hasta que de verdad lo sintiera.

Marry me (Sungsun) - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora