Capitulo 4

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- Buenos días, Celeste ¿Qué quieres desayunar?
- Mmh....
- creo que eso significa que vengo en un rato...
- Mmh.
Mi padre cerro la puerta y me di vuelta hacia el otro lado de la cama, no tenia ganas de levantarme ni de hablar. Verán... no soy de hablar por la mañana, soy la clase de persona que se levanta, toma su café y ahí recien se despierta y empieza a hablar.
Así que después de un rato de dar vueltas para levantarme, lo hice. Me cambie y baje a desayunar.
- Buen día, yo me preparo mi café, gracias.
Esas fueron las únicas palabras que dije hasta después de desayunar. Mi papa se notaba despierto hace mucho, trabajando con papeles y demás cosas. Se veia muy ocupado.
Abrí el placard de la habitación al terminar de desayunar y observé que me podía poner. Al no venir por 2 años (cuando tenia 14) mi cuerpo había cambiado y también mi forma de vestir. Todo lo que había ahi me quedaba ajustado y apretado, totalmente lo contrario a lo que uso yo. Pero no traje mucha ropa, solo mis 3 remeras favoritas y 2 pantalones. Así que tuve que ponerme una remera que me quedaba como top, por encima del obligo y unos shorts, que eran muy ajustados para mi gusto.
En fin, luego de cambiarme, decidí salir un rato a caminar ya que era un lindo horario, además de que podría empezar a conocer los lugares nuevos para pedir trabajo y así ayudar a mi padre.
La casa estaba al lado de la playa, tenia una vista verdaderamente hermosa, las grandes palmeras pegadas a la playa hacían que se viera aun mas hermoso todo.
No había mucha gente caminando, por eso es linda la mañana, es tranquila.
Comencé a ver varios lugares en donde podrían contratar a una niña que aún va al colegio. Heladerías, panaderías, y restaurantes. Había muchos lugares cerca, mi papa vive cerca del centro, hay de todo.
Camine tanto que me cansé, baje a la playa y me senté. Lo único que escuchaba era el mar. Las olas rompiendo la orilla, y algunos pájaros que sobrevolaban por el agua en busca de peces. Casi no había gente en la playa. Cerré los ojos y
- ¡Auch!
Volví a abrir los ojos para ver que era lo que me había golpeado en mi cadera.
- lo... lo siento. - dijo un chico viniendo hacía mi.
Pelo morocho, ojos color avellana, mucha presencia, buen físico y ahí esta, una sonrisa perfecta.
Por dios, otro chico "bonito" que me encantaría ignorar ahora mismo.
- No es nada - contesté mientras le lanzaba la pelota pateando
- ¿Sabías que las pelotas de Voley no se patean?
- oh, lo lamento. - dije con sarcasmo
- creo que no lo sabias. Lo siento de verdad, soy Matias. ¿Y tu?
- Que te importa.
- Linda blusa, que te importa.
Su contestación me hizo sonreír pero intente disimularlo.
- ¿Qué puedo hacer para que me perdones?
- No lo se. Tienes 150 playas mas para jugar con tu tonta pelota pero no, el niño Matias se pone a jugar al lado de "que te importa".
Logré ver una sonrisa en su rostro cuando comenté eso.
- ¿Te gusta discutir no, ojitos bonitos?
- No me digas así.
- Entonces, dime tu nombre...
Rodee los ojos y susurre mi nombre.
- ¿Celes?¿Te llamas Celes?
- Dije celeste niño hueco.
- Ajá, logré que lo digas en voz alta, me gusta como apodo Celes, voy a llamarte así.
- Como quieras... ya me voy.
- Vamos, déjame compensarte por el golpe. ¿Te invito un helado?
Me quede unos segundos en silencio, pero... quien puede negársele a un helado, y encima gratis.
- bueno, vamos.
Caminamos un poco, no estaba muy lejos la heladería. Pude visualizar donde era porque había un enorme cono de helado afuera al lado del cartel que decía "Holly's". Por dentro el lugar tenia tonos pasteles como rosa, amarillo y celeste. Todo parecía muy de película, los típicos lugares donde los protagonistas se juntan a "tomar malteadas".
- ¿Y quien es ella? - preguntó un chico rubio que estaba justamente haciendo lo que pensé, tomando una malteada rosa.
- Ella es Celes, vine a invitarla a tomar un helado.
El chico hizo una cara extraña.
- Hola Celes
- Hola
- Sientate, dijo Matías
Hice lo que me ordenó y me puse a ver la lista de gustos que había.
- Hola Cami
- Hola Mati, ¿Qué vas a llevar?
Matías me miro a mi y rápidamente contesté.
- Chocolate y dulce de leche
- ¿En serio? Tan clásica eres...
- Dime que no vas a pedir Menta Granizada...
- Pues, a ti no te lo diré, a ella sí. Menta granizada y limón.
- No por dios, ¿en serio pides esos gustos de helado?
-Emm si...
- ¡Que asco!
- cállate clásica
Rodee los ojos y observe el lugar, las mesas estaban vacías, la mayoría. Solo había una pareja al lado del vidrio observando el mar y una señora mayor en el fondo del lugar, tomando una malteada, mientras leía un libro.
Esperen... ese libro lo leí en Wattpad, (con Cameron Dallas de protagonista) pero es el mismo.
The a Team.
Amé ese libro. Amo las historias de amor de Wattpad. Son especiales, aunque algunas estén basadas en otros libros, es genial poder ser nosotros mismos los protagonistas, ponerle el nombre al personaje principal, te hace aun mas participe del libro, es grandioso.
- Aquí tienes Celes - dijo Matías
- Muchas gracias, depende que tan rico este, voy a perdonarte o no.
- Entonces vas a enamorarte de mí, es el helado más rico de todo Posadas.
- ¿En serio? - Dije mirando incrédula a Matías, luego miré a Camila y al chico sentado junto a mí, y ambos confirmaron haciendo un gesto de sí, con la cabeza.
Mierda....
Rápidamente se me ocurrió una respuesta inteligente.
- Entonces, vamos a tener que ir a todas las heladerías de Posadas, para que yo decida si es la mejor.
- ¿Eso es una cita?
Creo que no fue tan inteligente como creí.
- Claro que no, puedo ir sola.
- Pero prefieres ir conmigo...
- No, ni te conozco.
- Entonces por qué accediste a tomar un helado con él - comento el chico Rubio a mi lado.
- Porque era gratis... - dije como si fuese obvio
- ¿No será porque te atraigo? - comento Matías
Solo rodee los ojos, otro idiota creído.
Matias codeó a su amigo y le dijo
-Ves, no dijo que no, eso es un sí...
Miré al chico de malteada y lo besé
- Si me atraerías, no hubiera hecho eso.
Le di un lengüetazo a mi helado y salí del local.
Miré la hora y se estaba haciendo tarde ya, así que decidí volver a casa.
Camine por la acera y observe como paseaban los autos por la calle. Era una linda tarde.
Cuando llegué, ayude a mi padre con el orden de la casa, limpie y tire algunas cosas que no servían.
- Bien pa... ¿Qué comemos?
- ¿Te parece si pido una pizza?
- Si, claro.
Comimos tanto que casi explotamos, papa pidió dos pizzas grandes con extra queso y me comí 5 porciones, mi estomago le pedía por favor a mis manos que no ingresara mas comida a mi boca.
Después de tanto comer, me quede dormida enseguida.

Mi vida es una típica historia de WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora