Juliette: La bonne Fée

Capítulo 2

—No llame a mi madre —imploró Juliette al director al verlo dispuesto a tomar el teléfono de su escritorio —Si se entera de esto se pondrá histérica. Casi no me deja salir, ahora imagine lo que me hará cuando se entere de que me mandaron a dirección.

El director miró a la joven un momento, como si dudara, pues había algo en la chica que causaba que se tocara el alma y tuviera algo de compasión.

—Estas en el cuadro de honor —recordó aunque parecía un regaño enmascarado —Y es la primera vez que te mandan conmigo —mencionó haciendo que la joven asintiera con algo de vergüenza —Bien... no llamaré a tu madre.

Juliette saco un suspiro aliviado —Gracias —dijo con honestidad.

—Pero tendrás que quedarte después de clases —dijo antes de entregarle un curioso papelito de castigo —Ya, sal de aquí.

—Si, claro —aceptó la joven volviendo a tomar su mochila y saliendo de esa casi lúgubre oficina y dirigirse a su siguiente clase por los pasillos ya casi llenos de alumnos que intentaban hacer lo mismo que ella.

—Oye —una chica la tomó del hombro para llamar su atención —¿Qué pasó? —era Luna, su hermana mejor. La joven parecía feliz, aunque Juliette no comprendía el porqué.

—¿De qué hablas? —le preguntó Juliette intentando disimular.

—¿Que te dijo el director? —preguntó Luna aun con esa sonrisa —¿Llamó a mamá? ¿Estas suspendida?

—¿Qué? —dijo algo ofendida —No, solo... tengo un castigo. No llamó a mamá.

—Ah —dijo Luna con algo de decepción antes de separarse de sus hermana —No puedo creer que tengas tanta suerte.

—¿Qué? —dijo Juliette algo ofendida —Me acaban de castigar por primera vez, eso no es suerte.

—Bueno, eso lo dices porque estas en tu rara... burbuja de buena suerte —señaló el cuerpo de su hermana haciéndola sentir extraña.

—Ay, por favor, yo no...

—¿Julie? —la llamó al ver su repentino desvío de atención hacia el frente como si hubiera visto un fantasma o alguna clase de monstruo —¿Julie? —insistió poniendo su paloma cerca de su cara y agitando de lado a lado para llamar su atención.

La joven no respondió, en cambio, la joven decidió hacer a su hermana a un lado y dirigirse al frente, asustando a su pequeña hermana, pues para ella se veía como una loca, quien no tuvo otra opción más que seguirla.

Juliette estaba siguiendo a un chico, un extraño chico alto que le había resultado familiar, familiar de una manera extraña, pues en realidad no había logrado verle bien la cara, pero al parecer solo su "presencia" le causaba esa sensación de nostalgia y curiosidad.