Heather

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Estoy tumbada y no me puedo dormir, quiero volver a mirar el reloj pero ya sé que son las dos de la mañana. No le he contestado a Michelle pero no dejo de pensar en ella. Me rindo, suspiro y me levanto. En el espejo del baño parezco un espectro.

¿Qué es lo que quieres? Me pregunto, ya sé la respuesta. Pero que miedo me da. Michelle, no dejo de ver su cara cada vez que cierro los ojos y seguro que piensa que la estoy ignorando. 

Cada vez que la he visto los últimos días mi corazón se ha acelerado, el primer día, que fui a hablar con ella estaba acojonada. Todo estoy por un cría, una cría que me esta volviendo loca.

Miro el móvil, otro mensaje de Michelle:

¿No vienss?

Me hace reír el mensaje, esta borracha. Me vuelvo a mirar en el espejo y tomo una decisión. Cojo vaqueros negros y una camiseta de manga larga rosa, mi chaqueta de cuero y unos pendientes de palomas.

La discoteca Cielo esta a dos calles de mi casa, ya desde lejos puedo ver un grupillo de gente en la entrada. Entro y comienzo a buscar a Michelle entre la multitud. La encuentro, esta bailando, su pelo rizado se mueve con su cuerpo, tiene los ojos cerrados y una sonrisa en la cara.

Verla es como en flechado instantáneo, es hermosa, tanto que duele dentro de mí, necesito tocarla y besarla.

Me acerco a ella y abre los ojos, me mira.

-Has venido- Me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. 

Bailamos una hora y decidimos salir a tomar aire, con dos cubatas que me ha dado tiempo a tomarme me siento atrevida. Ella esta sentada en el suelo a mi lado, me acerco a ella.

-¿Michelle?

-¿Sí?

Su cara esta justo delante de la mía y la beso, sus labios están suaves dulces del roncola. Ella me devuelve el beso y poco después me pregunta si vamos a mi casa.

-Claro..

Al llegar ella deja su chaqueta en el suelo y comienza a desvestirse, yo solo la puedo mirar. Tengo miedo que cualquier movimiento pudiera romper el trance en que me encuentro. 

Ella se acerca a mí y comienza a quitarme la ropa con delicadeza. Me besa el cuello y en los labios. Sus manos me acarician, suave, los pechos y la barriga. 

La guío hasta mi cama, allí la toco y beso comienzo por sus clavículas, después lamo sus pezones y bajo hasta llegar a su coño. Esta húmedo y lo beso, lo lamo hasta que ella llega y subo hasta su cara, lamo sus labios sabiendo a ella.

Ella me toca, sus dedos, dentro de mí, se mueven lentamente, con pasión, cada vez estoy mas cerca mientras la miro y me corro.

Eso solo fue el inicio de la noche, quiero disfrutar de ella, Michelle me ha elegido a mí.




Ojalá fuera ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora