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Después de un largo entreno con los chicos, muy exhaustivo sobre todo, el jefe los llamó para darles la última noticia, o un sí, o un no, todos apostaban por el sí.

- Ya que estamos todos juntos, después de decidir durante un tiempo y viendo vuestro progreso, solo seguiremos con ocho y no con nueve.- todos asintieron un tanto tristes por no seguir con uno de su compañero- La noticia que tanto esperaban,- todos estaban con la mano en el corazón- sí, volveremos a Corea pero para debutar. ¡Felicidades chicos!

Al escuchar esta noticia se alegraron mucho por saber que sus esfuerzos dieron un gran fruto. Era toda una alegría que justo en ese momento quería compartir con su querida amada.

- SeongHwa, tienes que decirle al jefe que tienes esposa.- susurró WooYoung intentando aconsejar a su compañero.

- ¿Que tanto susurran?- HongJoong se unió a la conversación "secreta", sobre el dilema de si contarle la verdad al jefe y al resto de grupo.

Él lo estuvo pensando muy bien, rondando en mente todas sus ideas y objetivos, si quería empezar algo lo tendría que hacer bien. Antes de que el jefe saliera de la sala le llamó la atención.

- Esto...- tenía la cabeza agachada, sin duda era difícil decirlo- ¿Usted nunca me preguntó si tenía pareja para el programa?

- No lo hice porque investigué. Busque en la base de datos que no estás casado y en todo caso si tienes novia te habría hecho cortar con ella.- en ese momento se quedó en blanco, no sabía como reaccionar ni qué hacer. Sabía que si le contaba la existencia de mi ser le haría cortar conmigo, eso estaba asegurado.

Del pánico que le entró en ese momento, corrió hasta el apartamento sin mirar atrás, tenía que pensar con la cabeza fría como reaccionar y qué hacer, al fin y al cabo dentro de dos días tendrían que volver y asumir la realidad.

Y como las palabras se las lleva el viento, los días pasaron y los chicos ya se encontraban en el aeropuerto de Seúl. Seonghwa no me avisó de su llegada para dejarlo en una sorpresa pero en parte también fue para que el jefe no supiera de mi existencia.

Justo ese día me encontraba preparando una sopa de gambas cocidas, una receta de mi madre que tanto me gustaba. Tenía mi plato enfrente y cogí el cubierto para meterme la primera cucharada de la delicia que había preparado pero algo en el proceso me interrumpió, el timbre.

- ¡Ya voy!- grité mientras me ponía mis pantuflas.

Cuando llegué a la puerta y la abrí en verdad no me creía lo que veía, estaba anonadada por el impacto.

- Surprise sweetie~.- SeongHwa estaba en la puerta del apartamento, con una maleta y un par de bolsas

- ¿Se...SeongHwa?- realmente me sorprendió su llegada de vuelta.

- tiro todas las bolsas al suelo y me abrazó con mucha fuerza- Te he echado tanto de menos cariño.-me dió vueltas y vueltas y vueltas mientras me decía lo mucho que le hice en falta.

- Yo también te he echado de menos.- le agarré con mucha fuerza. Sin duda le había añorado muchísimo.

Entramos los dos en casa abrazaditos como el primer día en el que entramos en esta misma.

- ¿Comida preparada?- acarició mi pelo mientras íbamos caminando

- Se que quieres comer mi sopita.- sabía de sus gustos, también sabía que le encantaba mi sopa.

- ¿Tu sopita de gambas?- preguntó con un tono alegre.

- Mi sopita de gamas.- asentí repetidas veces.

独立; ɴᴏ ꜱᴏʟᴏ ꜱᴏʏ ʟᴀ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ ᴅᴇʟ ɪᴅᴏʟ- ᴘᴀʀᴋ ꜱᴇᴏɴɢʜᴡᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora