Cuaderno Kookmin AU ¡!

Cinque

¿Han estado alguna vez en una situación donde solo quieren que los trague la tierra y no volver nunca más? Bueno, así se sentían los jóvenes Park y Jeon.

El pelinegro sun se encontraba parado en la entrada del curso con una chica bajita aferrando con algo de fuerza su brazo.

Jimin, por otra parte, no despegaba su vista de aquella chica, aunque de vez en cuando intercambiaba miradas con Yoongi, quién estaba igual de sorprendido que él.

–Supongo recuerdan a Jungkook. –Hoseok señaló al mencionado tratando de aligerar la situación, cosa que obviamente no funcionó, pero la intención es lo que cuenta.

El menor de los chicos iba a levantar la mano en forma de saludo, pero fue ligeramente empujado por alguien detrás suyo.

–Disculpa, es que estás en medio y tengo que entrar.

Era un chico más o menos de su edad, un poco más grande para ser exactos. Detrás suyo venían otras personas que reconocieron al instante. Eran sus ex compañeros de clases.

–Oh Dios, es el mismísimo Jungkook. –Todos miraron hacia él.

– ¿¡Park Jimin?!

Mierda.

El nombrado soltó un largo suspiro, pero sonrió de todos modos.

–Wow, la gran pareja está junta nuevamente. Pensaba habían terminado después de terminar la escuela.

Jimin iba a protestar en aquel momento. No le molestaba creyeran aún seguían juntos, pero no era el caso, así que tenía que aclarar las cosas.

Por otra parte un bombillo se acababa de encender por encima de la cabeza de Jeon.

Tenía un plan.

Este se soltó bruscamente del agarre de Minhae y a pasos apresurados se encaminó hacia el rubio. Hizo que se alce de su asiento y con suma delicadeza lo tomó por la cintura, pegando su cuerpo al suyo.
Las mejillas de Park se tiñeron de un leve color rojizo al sentir la cercanía del contrario hacia él. En un pasado habían tenido algo y toqueteos, sí, pero habían pasado años desde la última vez y sentirlo nuevamente tan cerca era extraño.

–Si tuvimos nuestros altos y bajos, pero al parecer nuestro amor sigue intacto. ¿Verdad, amor?

Jimin miró a Jungkook, quién lo miraba con cierto brillo en los ojos y a la vez suplica en ellos.

–Sí, cariño.

Los presentes aplaudieron y sonrieron.

–Siempre fueron mi pareja favorita. No tenía duda alguna de que sigan juntos. De todos modos, traje un poco de alcohol, y por favor vamos a otro lado.