Y finalmente, se encontraba charlando con Sumire; siguiendo el consejo de Mitsuki, mostrando su verdadero ser, completamente confiado de su propia personalidad.
Pero... Había algo diferente, su corazón ya no latía tan rápido como antes, es como si estuviera hablando con una amiga más; estar con ella ya no era tan emocionante, no se esperaba que, de un día para otro, su amor simplemente... Falleciera.
¿Acaso la llama del amor es tan fácil de apagar? ¿En realidad fue amor? Probablemente no, el amor no puede acabar de un día para otro, es joven pero se imagina que ese sentimiento es fuerte, una llama difícil de apagar.
En conclusión, parece que lo que sentía por Sumire era una simple atracción; un gusto pasajero.
Pero eso no importa ahora, se siente confundido por la relación que está llevando con su mejor amigo Mitsuki, siempre salen juntos de la academia, y comen juntos, acompañados de sus demás amigos; lo normal, lo mismo de siempre, lo de todos los días.
Sin embargo, ahora, cada vez que está a su lado, con cada mirada, cada palabra y cada sonrisa, siente algo muy inusual.
Inusual pero... Bello.
No sabe lo que siente, ni como explicarlo o expresarlo, pero sabe algo... Nunca había sentido eso con alguien más.
Ni siquiera con Sumire, con ninguna otra persona que conoce o conoció en su corta vida; ese chico es la única razón de sus recientes desvelos, del latir intenso de su corazón y es la única persona que le hace sentir una hermosa sensación de tranquilidad en su cuerpo, cuando está con él, puede relajarse y actuar sin engaños; porque sabe que Mitsuki lo acepta tal y como es.
A veces le gustaría pasar todo el día con su amigo, pero por desgracia hay momentos en que se deben alejar, en la hora de regresar a casa, por ejemplo.
Aún así, se siente alegre de estar junto a su amigo incluso después de la academia, cuando van al bosque para seguir practicando; ahora no lo hace por Sumire, simplemente le encanta tener un momento tan pacífico y único con esa persona tan especial, al estar entre sus brazos siente que el tiempo se detiene, que nada a su al rededor importa.
Sólo son ellos dos, disfrutando del silencio y de sus miradas cruzar; acompañados de la suave tonada del aire, bajo el firmamento celeste, sintiendo una gloria indescriptible.
Llegó la hora de salida, Boruto junto a sus amigos se dirigieron a un restaurante de comida rápida, donde todos pidieron hamburguesas.
Quien se encontraba sentado a su derecha era Mitsuki, quien —como siempre— se mantenía en silencio escuchando a los demás.
— Faltan dos días para que sea la fiesta ¿Estás listo Boruto? — Preguntó Shikadai para luego darle un sorbo a su gaseosa.
— De hecho, yo... — Ninguno de sus amigos sabe que ya no tiene planeado bailar con Sumire, es momento de decirlo.
— Shikadai, Inojin — Escucharon una voz conocida en el lugar, todos en la mesa se quedaron en silencio observando a la morena que caminaba hacia ellos.
— ¿Qué pasa gordita? — Dicho eso, el Yamanaka dirigió una papita a su boca.
— Nuestros padres nos buscan, debemos entrenar — Respondió sin muchos ánimos.
— Qué fastidio... — Shikadai soltó un suspiro. — Nos vemos mañana, Boruto
— Suerte — El Uzumaki observó como los tres se retiraban del restaurante, en menos de un minuto se había quedado a solas con Mitsuki.

ESTÁS LEYENDO
Vals Del Crepúsculo | MitsuBoru
FanfictionEn la Academia Ninja, organizarán un pequeña fiesta; será divertida y con algo de clase, por lo que no puede faltar la clásica parte en la que invitas a una chica a bailar el vals. Boruto quiere invitar a bailar a Sumire, pero hay un problema; no sa...