Capítulo 9 | Final

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Y finalmente llegó el día, Boruto ni siquiera pudo dormir bien; estuvo pensando toda la noche en aquel chico de inusuales pero hermosos ojos amarillos, Mitsuki es una maravilla.

Se levantó temprano para disfrutar del cálido sol mañanero, siente que cada vez que está debajo de el, su energía aumenta cada vez más; como si fuese un cargador de vida.

Definitivamente, necesita tener mucha energía; si bien la fiesta no terminará tan tarde, no quiere tener pereza o estar desanimado durante esta, sobre todo porque será un evento especial y un día que no olvidará; ya sea de forma positiva o negativa, esa marca depende de la respuesta de Mitsuki.

Soltó un pequeño suspiro de esperanza, luego una leve sonrisa apareció en su rostro mientras cierra los ojos, no podía sentirse mejor; mientras tanto, Himawari sólo observó confundida a su hermano mayor, ladeó un poco su cabeza hacia la derecha preguntándose qué es lo que tiene tan distraído a Boruto.

Pero, tras ver unos peluches llamativos en uno de los tantos locales, olvidó de inmediato el tema; concentrándose en la pequeña caminata que estaba teniendo con su hermano, y en los adorables peluches que estaba frente a sus ojos brillosos de emoción.

(...)

— Llegas tarde... — Murmuró Inojin, observó como su amigo Shikadai se acercaba a él con un paso lento y tranquilo; estaban en la entrada de la academia, por lo que podían ver a varios alumnos entrar con sus ropa elegante.

— ¿Y quién llega puntual a una fiesta? — Contestó sin mucho ánimo, es como si la fiesta no fuera tema de interés para él, sin embargo, ahí estaba... Porque sabía que Inojin estaría ahí.

— No lo sé y no me importa — Soltó de manera ácida, técnicamente el azabache lo invitó a él (lo veas por donde lo veas), pero parece que no tiene intenciones de hacer que la tarde sea entretenida... Y eso le molesta, en cierto punto también le duele; porque lastimosamente su joven corazón siente algo especial por el Nara. — Entra cuando quieras — Se dio media vuelta con la intención de entrar a la academia, cuando se siente molesto o confundido; no puede tolerar la actitud despreocupada de su amigo.

— Oye ¿En serio estás molesto? — Shikadai detuvo su paso tomándolo inesperadamente de su muñeca derecha, el rubio sintió un leve escalofrío en su cuerpo, al mismo tiempo que su corazón se aceleró.

Tragó saliva con una sonrisa difícil de comprender.

— ¿De qué hablas? No estoy molesto — Cerró sus ojos, de esa manera evadiendo por completo el contacto visual con el azabache.

— Que fastidio... — Se quejó soltando un pequeño suspiro pesado, pero, a pesar de que ese pequeño tonto de cabello dorado, le causa dolor de cabeza por su actitud tan directa, insensible y un tanto ácida; le encanta estar a su lado, porque en cierto modo, llegan a conectarse entre si. Puede que sus actitudes sean un tanto opuestas, pero eso es lo que lo hace interesante y especial.

Si se tuviera que explicar en el lenguaje Nara, sería como "Un fastidio que le encanta aguantar".

Lastimosamente, Inojin no sabe que él es, un fastidio especial, así que al escuchar esa pequeña y clásica queja por parte de su amigo, sintió una pequeña punzada en su corazón, algo que no solía pasar; y por supuesto no dejó que Shikadai se diera cuenta de como se sentía.

Se preguntaba, en que momento pudo caer ante ese Nara de esa forma; cómo es que su corazón se volvió tan sensible y frágil cuando se trata de ese chico... ¡Es odioso! Pero también... Hermoso.

— Bien, si no estás enojado, entremos juntos — Sugirió el azabache tomando la mano de su acompañante, entrelazando sus dedos sonrió internamente; las manos de Inojin son muy suaves y delicadas.

Vals Del Crepúsculo | MitsuBoru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora