🌼𝕯í𝖆 2🌼

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Día 2🍪Caricias/Toques en cualquier lado🍪

El frío de la mañana era al parecer agradable para el de cabellos anaranjados, su respiración era agitada por el constante pedaleo que ejercía en su bicicleta. Iba de camino a la secundaria y como todos los días conducía por la empinada carretera que bajaba por la montaña, su aliento caliente creaba una estela de vapor que salía por su boca aún así en su cuerpo no había índices de que estuviese sufriendo de frío, al contrario, su cuerpo estaba entrando en calor con una rapidez increíble.

La emoción que recorría su cuerpo se podía notar a kilómetros de distancia, sus mejillas sonrosadas por el esfuerzo le daban un aspecto adorable a todo aquel que lo viese y la hermosa sonrisa que adornaba sus labios le hacía ver como un perfecto ángel, aún así varios debían de saber que esa hermosa sonrisa era causada por cierto pelinegro, el de menor estatura estaba completamente perdido en su mundo que ni siquiera se dio cuanta cuando llego a la entrada de la secundaria.

En su cabeza solo podían existir dos cosas, el voleibol y su guapo armador que ahora era su novio, de tan solo pensarlo el más pequeño se ponía nervioso y avergonzado, ahora que lo pensaba no sabia que tenia que hacer como el novio novato que era, tampoco es como si supiese que se debía de hacer en ese tipo de situaciones, nunca tuvo a nadie que le gustase hasta ahora, menos una pareja, no tenía ni la menor idea de que hacer o de como actuar y justo ahora que lo pensaba tampoco tenía idea de si Kageyama estaría bien con cierto contacto o con besos o detalles. Talvez luego se lo preguntaría.

Como todos los días dejo su bicicleta y luego emprendió camino a la habitación del club para cambiarse, no dudo ni dos segundos en empezar a correr aunque en ningún lugar se podía divisar a Kageyama, estaba seguro de que en algún momento se encontraría a su lado corriendo. Y tal como lo predijo a tan cerca de llegar a su meta el de ojos azules le alcanzó y sobrepaso en tiempo límite, no pudo ni sorprenderse por completo cuando el amor de su vida ya estaba en las escaleras.

Ambos quedaron agotados, el de cabellos negros apoyándose en el barandal, mientras que el de ojos cobre completamente desparramado en el suelo, en una pose que muchos podrían apostar que si seguía de esa manera tendría el dolor de espalda de su vida.

Sus ojos se encontraron, esta vez tímidos y sin saber como reaccionar correctamente a lo que cualquiera de los dos dijese o preguntase, aunque de sus labios no saliese ni una sola palabra.

─Ustedes nunca se cansan verdad? ─la voz de su senpai Sugarawa les sacó a ambos de su ensoñación y a rápidamente apartaron la mirada del otro con vergüenza.

El de cabellos grises tuvo que resistir las ganas de reírse a carcajadas. Así era como esos dos reaccionaban a algo de amor? Dios! Si Tsukishima estuviese ahí probablemente no tendría ni una pizca de cuidado y se reiría en la cara de esos dos. Eran adorables viera por donde se viera, incluso se sorprendió de que Kageyama actuase de esa manera tan tímida y dócil algo que no era común en el y que si no fuera porque sabe la razón de ese comportamiento seguramente pensaría que el mundo estaba a punto de acabarse o que acaba de perder la cabeza.

─S-Sugarawa-sempai!!─ Ambos dijeron el nombre de su mayor con sorpresa y algo de vergüenza, más por parte del pelinegro que por el de anaranjados cabellos, suponía que si su colocador no estaba acostumbrado a lo que hacen los amigos mucho menos sabrá como reaccionar ante una situación romántica como esa.

─Buenos días chicos, será mejor que se apresuren a cambiarse, iré abriendo el gimnasio probablemente Daichi y los demás llegarán muy pronto─ Todos los presentes sabían que era mucho mejor acatar las órdenes a tener que sufrir de la mirada asesina de su capitán de equipo.

𝟑𝟎 𝐃𝐢𝐚𝐬 𝐊𝐚𝐠𝐞𝐇𝐢𝐧𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora