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La albina sorbio los fideos con calma, terminado por fin su comida mientras su acompañante la miraba ansioso.

- ¡Ya terminamos de comer! ¡Volveremos luego! - Grito el chino tomando la mano de su amiga y saliendo corriendo.

- Gracias por la comida. - Susurro la chica antes de que el niño la sacara del restaurante.

- Llevan 5 días juntos y ya parecen amigos de toda la vida. - Sonrió la madre al ver como se iban, la actitud calmada de la niña se complementaba con lo extrovertido del chino.

La hermana del chico asintió mientras ayudaba a sus padres cubriendo la barra.

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- Ella no es china. - Dijo uno de los amigos de Shorter cuando la presento en la escuela.

- Mi madre es china. - Susurro de nuevo, sin importarle mucho la opinión del niño.

- ¿Y este color de pelo tan raro? - Otro niño tiro del cabello de la chica, ganando una queja de ella y un golpe de Shorter poniéndose frente a ella, como un escudo.

- Dejadla ya. - Mando.

- Solo estaba preguntando. - Se defendió, viendo a la albina. - ¿No responderá?

Shorter vio a su amiga, analizando lo tan incomoda que se encontraba, tenían 6 años y ella 5, seguramente se sentía algo intimidada. Grande fue su sorpresa al ver a su compañera analizando a su amigo con unos ojos que helaban la sangre.

- Padre es ruso. - Hablo un poco más alto y después de que el chico temblara por la mirada de la chica el timbre sonó.

- ¿C-cual es tu clase ___? - Se intento recomponer Shorter.

La niña le sonrió levemente. - 1 de primaria A. - Volvió a susurrar.

- ¿Seguro? Por tu edad aun no deberías llegar a la primaria. - Le sonrió, seguro su amiga se había equivocado.

Esta le dio el papel que lo indicaba, su misma clase, ¿había saltado un curso?

La joven de 5 años comenzó a caminar hacia el colegio, dejando al chino atrás, se giro- Wǒ men zǒu ba (我们走吧). - Pronuncio en chino en un susurro mas alto, dándole otra mirada de aviso a los chicos que se encontraban detrás de su vecino

El niño se sorprendió un poco y asintió, siguiéndola emocionado. - ¿¡También hablas chino?! - Pregunto emocionado.

- Hablo ruso, ingles, chino, japonés y español. - Dejo sentándose en su pupitre y que el chico se sentara al lado.

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7 años después:

- Psss - Se asomo hacia la albina discretamente. - __. - La llamo. - __- La volvió a llamar. - La cinco, cincooooooooo. - Lo indico con sus dedos.

La albina lo miro, no sabia como la profesora no los había pillado ninguna vez en tantos años. - B. - Ni siquiera miro hacia él, solo siguió recubriendo su examen con rapidez.

- Gracias. - Sonrió y leyó la siguiente pregunta, pensó durante dos minutos la repuesta, volviendo a mirar a la albina. - La seissssss. - Susurro alargando la s.

___ suspiro, quedaban 4 preguntas más.

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Tecleo rápidamente en el ordenador.

- ¡___! - Grito entrando en casa, desde que murieron los padres de los 3 habían vivido juntos. Abrió la puerta de su habitación, encontrándosela e la misma posición de siempre. - Me dijeron que faltaste al entrenamiento. - Se acerco a ella, posando su barbilla en la cabeza de la chica, mirando también a la pantalla.

- Había un encargo. - Susurro, el chico solo asintió, viendo aun como su amiga descodificaba la contraseña fácilmente.

- ¿Cuánto dinero? - Pregunto, pues ya era casi fin de mes y no tenían suficiente para pagar las facturas.

- 50 dólares, solo es descifrar la contraseña del móvil de su hijo para controlarlo. - Explico.

- No llega. - Sonrió. - Solo queda una opción, saldré yo. - Se dispuso a caminar hacia la entrada, siendo detenido por la albina que agarro su manga.

- Ya acabe, voy contigo. - Apago el ordenador y se hizo una coleta.

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Corrieron lo mas rápido que pudieron, la chica de 12 años atajo por unas barras, de algo le habia servido las clases de gimnasia, lamentablemente su amigo no era capaz de hacer eso.

Las barras se acabaron y volvió al suelo, el chino tomo de nuevo su mano, al menos la alcanzaba en velocidad.

- Vamos. - Giro hacia los callejones.

- Espera, por ahí no. - Intento avisarle, pero ya era tarde, el callejón acababa fuera de Chinatown, intentaron volver, pero unos tiros los detuvieron.

Se tiraron al suelo, el chico abrazo a la rusa contra el, cubriendo la cabeza de esta para que no le pasara nada.

El gordo y blanco policía dejo de disparar tomando a Shorter y levantarlo, esposándolo.

- Suéltame. - Intento ir hacia la chica que recién se había levantado, a ella no le habían hecho nada y eso lo tranquilizaba en cierta medida, pero no podía dejarla sola.

Otro policía vio a la chica, tomándola del pelo al notar el leve gen chino que poseía en sus ojos. - Puta china, tu también me has intentado agredir. - La esposo a esta también, soltando por fin su pelo.

Los dos se miraron entre si, esta vez Nadia los mataría.



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⏰ Última actualización: Jun 21, 2021 ⏰

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Extranjera -Shorter WongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora