Capítulo II

265 17 7
                                    


El reloj colgado en la pared apuntaban que eran las 5 PM, un horario bastante apetecible para un larga siesta o tomarse chocolate caliente mientras ve una serie. Pero en ese momento no podía, no con la Omega hablándole sobre todo lo que podía, se llegó a preguntar si estaba produciendo saliva si quiera. Desde que hizo su aparición, se sentaron los cuatro en un sillón de la pequeña sala que ofrecía el piso de departamento. No recordaba lo cómodo que era, sintió que podía dormirse allí cuando veía películas o series a horas de madrugada. Luego de que le sirvieran una taza de té, acompañado con algunas galletas, Mayichi comenzó a ponerse al día y parecía su profesora de historia hablando sobre la Segunda Guerra Mundial.

–Por eso Crisgreen, Conter y yo, no podemos entrar más al parque de diversiones ni ninguno perteneciente a su empresa–

–Aún no comprendo bien como destrozaron una Noria–

–Ale, yo tampoco, pero cuando le pregunté a Cris dijo “Magia de latinoamericano”–le comentó Mery a la chica rubia

–Entonces, ¿Tienes un Omega, Cris?–

Casi se atragantó con su té al escuchar esa pregunta, no esperaba que se lo preguntara tan temprano, pensó que el interrogatorio amorosa era a las 3 am mientras escuchaban Chayanne. Esto último es cortesía de Vandal.

–Algunas noches, pero nada más, no marqué a nadie–

–Con lo guapa que eres, pensé que ya te habías hasta casado–

–Creo que eso ya es pasarse ocho pueblos–rio Mery

–¿Ahora dónde están tus fanfics Mery?–

Eso llamó la atención de la rubia, la castaña le había dicho algo sobre eso alguna vez. Aunque, claro, no iba a llamar a Mery y decirle “Me han dicho que lees historias ficticias de una aplicación perturbadora, dime ¿Has leído un Shadoune x tú o algo así?”. Pero debía admitir que algunos daban tanto cringe que le parecían buenos, investigaciones para saber en qué estaba metida Mery.

–Están escondidos en algún lugar de mí teléfono–

–Todas las noches estaba leyendo algo y me despertaba por su gran carcajada de las 4 am mientras decía “Nooo, ¿Dónde te sentaste?”. Me daba miedo–

–Solo fue una etapa, ahora me controlo–

–Espero que no me des uno de esos sustos–dio un sorbo antes de darse cuenta de algo–Espera, ¿Tu pasabas las noches aquí?–

–Bueno, le hacia la compañía cuando podía y me daba comida. Yo vivía en mí paraíso–

–A veces venía Maldito, me enseñó muchas cosas–dijo alegre Mayichi

–Fuera impulso de malpensada todo–se gritó mentalmente–¿Hay alguien que no hizo aparición por aquí?–

–Pues, todos pasaron por alguna vez. Los que más estuvieron aquí fueron el Imperio, Luh, Carlos, Mery y Maldito–

–Supongo que la pasaste genial con Shadoune–

–Si vieras a los dos, una vez estando borrachos se pusieron a cantar mientras trataban de bailar–

–Se supone que eso es secreto–

–Querida Mayi, si es divertido, no hay privacidad–

–¿¡Qué pasa gente!?–

La puerta fue abierta de goleo, provocando casi un paro a Mayichi y Cristinini. Mery solo se sobresaltó, pero casi tira su taza, mientras que Folagor sí llegó a tirar la taza.

–Pero si es la amiga del Rubius, che piba cagaste tu propia fiesta–

–Pero si es Farfi, hombre veo que has crecido–

–Vuelve a decir eso y te tiro desde el balcón–

–Yo también te extrañé amigo–

El de cabellos negros colocó la casa que tenía en sus manos sobre la mesada de la cocina, luego de comprobar que estuviera en buen estado, la metió dentro del refrigerador. Tomó una milanesa que tenía Mayichi dentro del horno, se buscó todo lo necesario para hacerse un “Sandwich perfecto de Milanesa” o S.P.M. Eso último era como nombró Silithur, estando borracho, a los sándwiches completos, solo variaba la última letra de la versión corta.

–Veo que estás en tu casa–

–No, es que Mayichi me lo debía y me lo tenía todo preparado–

–¿Qué metió en el refrigerador?–

–Supongo que será sorpresa–respondió Mayichi

Más cosas extrañas siguieron pasando esa tarde, unos minutos después de Farfa, habían aparecido los demás integrantes del Imperio. Para las 6, aparecieron Maldito junto a Killer, Kaumaru, Tonacho, Chincheto y Rich. Lo que sería una simple fiesta de bienvenida, terminó siendo una fiesta en la cual pocos se dejaron llevar, pero valía la pena al ver a los otros borrachos. Shadoune estaba cantando con un trapeador en su mano, Conter dormía en el sofá al lado de Mayichi, está estaba “teniendo” una conversación con Crisgreen. Él chico de cabello rosa estaba tratando de formular palabras y ambos ya se reían de cualquier cosa. Farfadox se fijaba que su celular siguiera grabando, mientras jugaba al “Yo nunca” acompañado de Cristinini, Mery, Silithur y Rubik. Los demás, estaban hablando “pacíficamente” con un dado en el medio, a Rich se le había ocurrido traer un dado con retos o preguntas. Era simple, tirabas el dedo, sacabas un número y ese correspondía a la tarjeta que podía ser tu perdición o bendición. Eso último fueron las palabras del gran administrador del edificio. Si alguien pregunta por Folagor, había decidido irse temprano, tenía una reunión con sus amigos temprano así que se marchó.

–Que beeeeshaa bienveni…da–
Fue lo último que dijo la rubia antes de dormirse.

Segunda oportunidad 【Mayinini Omegaverse】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora