Capítulo 4: The Discussion

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Aún faltaba un buen tramo del camino para llegar hasta su cabaña.

A mitad del camino, a un lado, en el piso, logramos ver a un chico enano con un polo color azul y un Jean negro.

-Mi amor.- Dijo apresuradamente mientras se levantaba del suelo, donde había estado sentado.- No sabes cuánto te extrañe.-

-¿Es tu novio?- Me preguntó Mádison. Note su tristeza en su voz.

-¿NOVIO?- Dije fuerte en tono de burla seguido de una enorme carcajada.- Nunca saldría con un idiota como él.-

-Eso dices ahora.- Me replicó con su típica sonrisa de lado.

-Ya te dije que no quiero nada contigo, Matías.-

-Vine por la cita que acordamos el día antes de ayer.-

-Púdrete.- Le gritamos, Mádison y yo, al mismo tiempo. Matías volteó a ver a Mádison y luego regresó su mirada a mí.

-Cariño, me alegra que no discrimines a las personas.-

-¿A qué te refieres?- Le pregunté confundida.

-¿Aún no lo sabes?- Dijo seguido de una corta carcajada.- Mejor que te lo cuente ella.-

Volteé a ver a Mádison quién tenía los ojos llenos de lágrimas y su cara estaba mucho más roja de lo normal.

-Idiota.- Lo insulté nuevamente. Mádison salió corriendo directo a su cabaña.

-Preciosa, creo que nuestra cita se posterga, adiós.- Se dio la vuelta y se fue.

Empecé a correr detrás de Mádison. Cuando entre en su cabaña, debo admitir que me quedé sorprendida con la decoración. Todo era demasiado hermoso. Habían flores, toda la cabaña estaba pintada por dentro, y no era de color madera cómo la que compartimos Ashton y yo. Había tapetes y libros a montones, pero eso no importaba en este momento.

Me dirigí hacia Mádison, quien ya estaba tirada boca abajo en su cama, llorando.

-Lo lamento, Matías puede ser un completo estúpido.- Le dije mientras me acercaba a ella.

-No es... por... él.- Dijo entre llantos.- Es por... lo... que dijo.-

-¿A qué te refieres?- Le pregunté mientras me sentaba a su lado y empezaba a acariciar suavemente su cabello.

-Eso de que no discriminas a las personas.- Dijo después de un buen rato, cuando se hubo calmado un poco.

-Cariño, no tienes nada de malo, ¿Cómo te voy a discriminar?- Se sentó y de inmediato la abracé. Dudó un poco pero luego correspondió mi abrazo.-Dime, ¿Por qué te discriminaría?- Le pregunté ni bien nos separamos.

-Es que...- Empezó a decir, pero un rápido sonido de la puerta abriéndose la interrumpió.

-Hola chic... ¡Pero que mierda!...- Dijo Jenna ni bien se percató que su hermana estaba llorando.- Será mejor que no la hayas insultado, maldita perra descarada, o sino haré que todos los putos días de tu perra vida sean insoportables.- Me amenazó. Por instinto levanté mis manos en señal de inocencia. Comprendo que ella reaccione de esa manera al ver a su hermana llorar, pero no entiendo por qué tanta agresividad.

Mádison se secó el rostro con una sábana que estaba a su lado.- No fue ella.- Le explicó a Jenna.- Fue Matías Bernard.-

-Ese maldito me las pagará por haberte hecho llorar.- Se acercó a Mádison y la abrazó.

-Jacqueline me estuvo consolando, no te desquites con ella, realmente es una muy buena amiga.- Me sonrojé debido a su confesión. Jenna se abalanzó hacia mí y me abrazó fuertemente.

Amor de Mellizos (EN DESARROLLO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora