||Jacqueline||:
Escuché la voz de mi hermano a lo lejos.
-Qué- me quejé abriendo lentamente los ojos.- ¿Qué sucede?- Pregunté. Levanté mi cabeza lentamente y observé a mi hermano acercarse, Jenna estaba a su lado.
-Nada.- Respondió ni bien estuvo al pie de la cama. Me levanté intentando espantar a los fantasmas del sueño que aún seguían presentes en mí.
-Entonces, ¿De qué te quejas?- Pregunté mientras bostezaba.
-Lo siento, es que... por la posición en la que estaban, pensé... que ustedes dos...Ya sabes- Se rascó con una mano la parte de atrás de la cabeza con nerviosismo.
-Lo que tu hermano quiere decir es que la posición en la que se habían quedado dormidas, ustedes dos, daba la ilusión de que estuviesen haciendo otra cosa.- Intentó explicar Jenna. En su rostro podía verse que también estaba nerviosa y algo preocupada.
-No hemos hecho nada.- Me quejé como una niñita pequeña.- Solo nos quedamos dormidas.- Confesé acurrucándome en Mádison.
-¿Qué sucede?- Preguntó Mádison levantándose lentamente de la cama, creo que la desperté al acomodarme.
-Nada- Contesté bostezando.- Estos pervertido creían que tú yo estábamos teniendo sexo.- Dije, me volví a mover para acomodarme y me acurruqué un poco más en ella.
-Oh- Expresó un tanto sorprendida.- No hemos hecho nada.- Respondió mientras me hacía espacio para que me acurruque.
-Es lo mismo que yo les dije.- Me quejé haciendo como si me volviera a dormir.
-¿Tienen hambre?- Preguntó Jenna. Sé que lo dijo para cambiar de tema, así que le seguí la corriente, aparte porque no había desayunado ni almorzado nada.
-Yo sí.- Dije de inmediato a la par que me levantaba de un golpe.
-Igual yo.- se incluyó mi hermano.
-Vamos a la cafetería por algo de comer.- Propuso Jenna.
-Bien, pero me quiero ir a cambiar de ropa.- Dije recordando que no me había cambiado la ropa desde hace un buen tiempo.
-¿Les parece si nos encontramos en el comedor dentro de media hora?- Propuso Ashton.
-Me parece bien, me quiero dar una ducha rápida.- Intervino Mádison.
Ashton y yo salimos de la cabaña de las gemelas Stone rumbo a la nuestra, la distancia era relativamente grande, para llegar tuvimos que pasar por el patio principal, pasar cerca del campo de tiro que de por sí es grande y por el comedor para recién poder llegar a nuestra cabaña. Ya estando allí, yo no encontraba una sola toalla- ¿Tienes alguna toalla limpia?- Le pregunté a mi hermano a la par que me quitaba el polo que tenía puesto. Quería hacerlo provocar, a la vez que tenía ganas de hacer el amor con él.
-Sí, creo que tengo una en mis cajones.- Se agachó a buscar una toalla ignorando que yo me estaba desnudando frente a él.
-Aquí tienes- Me dijo mientras me extendía la toalla de lo más normal.
-Gracias.- Le dije un poco extrañada. De verdad tenía ganas de hacerlo.
Nos demoramos poco más de media hora mientras me bañaba y me alistaba.
-Espero que no estén molestas- Dijo Ashton antes de entrar al comedor.
-¿Por qué lo dices?- Pregunté deteniéndome.
-A Jenna no le gusta que la gente se demoré.- Me confesó algo nervioso.
-Tú no te preocupes. Vamos que tengo hambre.- Le dije, lo tomé de la mano y lo guíe hacia dentro del comedor.