Milán, Italia.
Después de aquella noche donde Michelle la dejará plantada, Camila había tratado de evitarla lo más que podía, su vida se había llenado de trabajo, y nada, todo su tiempo lo había invertido las últimas dos semanas entre su trabajo en el museo y en su galería.
Así que prácticamente no había visto a su esposa, quien no se cansaba de mandarle regalos costosos y de llenarle el móvil con llamadas y mensajes amorosos. Y aunque la castaña quería seder tampoco podía negar que su corazón dolía, por cada una de las veces que su esposa Michelle le había fallado en el pasado.
Su mente también era una terrible contradicción porque tampoco quería traer a su mente aquellos recuerdos, como todos los cumpleaños o aniversarios olvidados o dejados de lado intencionalmente, prefería no pensar en eso ahora, porque si seguía, probablemente le pediría el divorcio a su mujer inmediatamente.
Gracias al cielo volvió a la tierra cuando su teléfono personal sonó, indicando una llamada, cuando vio que provenia de la oficina de Michelle, prefirió ignorarla.
Y así pasaron unos minutos de llamadas insistentes, hasta que Liza, su asistente interrumpió en su oficina.
-"Señora, es de la oficina de la señora Donati" Dijo con cara contrariada aquella pelinegra.
-"Prefiero no hablar con ella Liza, dile que no estoy" Contesto la castaña apenas viendo a la mujer, mientras seguía revisando algunos documentos de nuevas obras que expondrán en el futuro en el museo.
-"Es el Sr. Mondragora" Aclaró la mujer.
Camila frunció el ceño al escuchar el apellido de la mano derecha de Michelle, y es que el jamás llamaba a su oficina, de hecho jamás tenian contacto, por lo que le pareció muy extraño.
Así que si pensarlo pidió que se le pasara la llamada.
Camila no era la más feliz de hablar con Enzo Mondragora, ya que nunca se habían llevado bien, la ojimarron siempre sospecho de un amorío con su mujer pero comprobarlo nunca ha podido.
-"Enzo?" Fue lo único que respondió con tono indiferente aunque por dentro se moría de dudas.
-"Camila, es Michelle a sufrido un atentado"
Fue lo único que pudo escuchar del rubio hombre, quien tenía voz contrariada. Después de que Enzo sólo le diera la dirección a donde se dirigía su esposa en estado grave, y dejándola con una incertidumbre terrible.
Se dirigió temblorosa hacia aquel lugar donde la vida de su esposa se encontraba debatiendose entre la vida y la muerte.
***
Camila llegó corriendo a aquel hospital privado en el centro de la ciudad de la moda. Apurada pudo ver ya allí a sus cuñados los mellizos Donati, así como Enzo, quien también se veía realmente consternado.
-"¿Que pasó?, ¿Como esta?" Preguntó viendo a cada uno de los presentes sin siquiera molestarse en saludar.
-"No sabemos cómo está, sólo nos han dicho que no estaba bien cuando llego" Respondió Santino visiblemente afectado.
Camila miró a Enzo, preguntando con tan sólo la mirada que le había pasado a su esposa.
-"Hoy Michelle prefirió no pasar a la oficina así que se quedó en casa, me pidió que le llevara unos papeles, pero cuando llegue pude escuchar un pequeño detonante cerca del piso de ustedes, corrí y la vi tirada con la cara llena de sangre y heridas en los brazos, yo solo hable al número de emergencias, pero se veía muy mal" Explicaba el musculoso hombre al borde de las lágrimas.
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ONE SHOTS CAMREN
FanfictionLibro de Pequeñas Historias Inspiradas en Camren. Basadas en mi libros de Ideas para Historias Camren 1, 2 y 3. -están en mi perfil-