ONE SHOTS CAMREN

02. DECISIÓN DIVIDIDA

Milán, Italia. - Un año después.

La ciudad de Milán se podía notar esplendorosa detrás de ella, con sus hermoso edificios. Más sin embargo su atención estaba puesta en aquella fotografía que adornaba su escritorio.

En ella se podía apreciar a dos hermosas mujeres, una ojiverde preciosa volteando hacia la cámara y otra castaña perfecta quien la veía con la mirada más enamorada posible.

Suspiro.

Como envidiaba aquella vida, y no por los lujos si no por esa mirada que trasmitía el más puro amor.

La puerta de su oficina fue abierta, mostrando así a aquel rubio hombre que había cambiado su vida un año atrás.

-"Michelle, necesito tu firma en este contrato. Por cierto la modelo que elegiste para la campaña de invierno, a tenido un inconveniente. Quizá firme la próxima semana" Informo Enzo, viendo como su jefa firmaba aquellos documentos y asentia.

El hombre se quedó un momento esperando, tratando de que las palabras salieran de su boca, la mujer levantó una ceja impaciente.

Pero el momento fue interrumpido por el conmutador de su oficina. Era su secretaria haciéndole saber que tenía una llamada de su esposa.

La ojiverde aceptó la llamada y Enzo se incómodo por el brillo en los ojos de la mujer.

-"Hola Nena, solo para recordarte que hoy en la noche es la cena de recaudación de fondos en el museo" Escucho la voz de la ojimarron a través del parlante.

-"Si yo ya lo tenía en mente" Mencionó la ojiverde.

-"Excelente, quiero que te pongas aún más hermosa de lo que ya eres" Alago la castaña provocando un sonrojo en las mejillas de la ojiverde, por supuesto que Camila ni siquiera se dio cuenta.

Pero el que lo pudo notar fue Enzo, razón por la que prefirió salir de allí, dejando sola a la mujer con su esposa al telefono.

-"Por cierto Camz, hoy iré a ver a A..."
Interrumpió la ojimarron sabiendo a lo que se refería la de ojos esmeralda y no queriendo ni escuchar su nombre.

-"Si, si. Ya lo sé. Entonces nos vemos allá"

Fue lo último que escucho la Directora de Donati's antes de escuchar el tono constante, señal de la llamada había sido cortada.

Sabía perfectamente que ese era un tema que se tenía que tratar con pinzas con Camila, pero aún así siempre era incómodo. Quizá sería buen momento para decirle la verdad.

***
El irritante y repetitivo sonido que venía de una de las máquinas conectadas a aquella palida mujer, era el recordatorio constante para Luciana Donati de que ella seguía luchando y que no debía darse por vencida.

En la cara de mujer mayor se podía notar el dolor y la tristeza que le causaba el tener que visitar aquella casa rústica a la afueras de Milán, solo para ver el avance nulo que tenía la mujer sobre la cama, pero su amor de abuela era más fuerte y lo seguiría haciendo con la esperanza de que algún día regrese.

***

El tintineo de las copas de champán iba perfectamente a tono con los vestidos y trajes elegantes de todos los presentes en aquel salón deslumbrante.

Pero sin duda alguna Camila podia saber que el ser más perfecto y precioso estaba hoy a su lado, siendo su compañía. La ojiverde había llegado ya hace unos momentos y había sido la sensación, nada más llegar, y no es para menos la dueña de una casa de modas puede tener los outfits que se le antojen en su mano.