Gala

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Cinco meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos.

Biomax ya estaba disponible en la mayoría de los hospitales y clínicas en todo Estados Unidos, mientras que las negociaciones con algunos países europeos y sudamericanos, Australia, Japón y Canadá, ya estaban en marcha para su distribución internacional. Además, dentro de ese tiempo, LJ Tech lanzó dos productos más.

El primero fue Apolo, llamado así por el dios griego de la curación. Era un sistema operativo de primera línea, que se utilizaría para alimentar y mantener varios dispositivos medicos marca LJ Tech. Tambien, optimizaría la gestión de información y registros de pacientes, con herramientas como asistencia remota e incluso localización precisa a través de GPS en caso de emergencias.

El segundo era un reloj inteligente de salud, sofisticado pero accesible. A simple vista, ofrecía las mismas funciones que cualquier otro reloj que ya estuviera en el mercado, rastreando los signos vitales de una persona, el recuento de pasos y las calorías. Pero lo que distinguía a este de todos los demás, fue su sistema de alerta de emergencia.

Si los signos vitales de una persona superaban o bajaban ciertos umbrales, enviaría una señal que luego sería interceptada por el hospital más cercano, donde un empleado de la salud podría contactarlos a través de su reloj para ofrecer asistencia remota o enviar una ambulancia a su ubicación en caso de que no hubiera respuesta después de algunos intentos.

Como era de esperar, ambos fueron un éxito y, en ambas ocasiones, Kara escribió los artículos sobre ellos. Era una regla tácita que todas las noticias relacionadas con LJ Tech fueran manejadas por Kara, habiendo sido solicitada personalmente por Liam en más de una ocasión.

Lucas 'Snapper' Carr no estaba contento con eso, sintiendo que un reportero más experimentado sería mejor. Aun así, se tragó sus objeciones, sabiendo que ir en contra de dicha directiva podría hacer que CatCo perdiera la exclusividad y su trabajo se derrumbaría. Por esa razón, sus ediciones a los artículos de Kara a menudo eran duras y cortantes, pero al menos, podía asegurarse de que no hubiera acusaciones de parcialidad.

No tenía nada en contra de Kara, pensaba que tenía mucho talento natural. Pero todavía tenía mucho que aprender y él no era el editor en jefe de la Tribuna por nada.

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En esa noche en particular, Liam estaba descansando en su sofá en su penthouse, disfrutando de una copa de whisky. En su mano libre, sostenía su teléfono, debatiendo si debía contactar a Kara o no.

En los meses posteriores a la edición que CatCo público sobre su trabajo, Kara y Liam se habían estado conociendo poco a poco. Los mensajes de texto eran una ocurrencia diaria entre ellos, e incluso almorzaron juntos algunas veces. Era consciente de que su interés por ella iba más allá de lo platónico y tenía la sospecha de que ella sentía lo mismo por él.

Aun así, una cosa era sospechar y otra buscar confirmación. Y ahí estaba el problema; no quería enfrentarse a la posibilidad de que ella solo lo viera como un amigo, pero se le estaba acabando el tiempo.

Un par de semanas antes, Obsidian North se había instalado en National City. Como forma de inauguración, estaban organizando una gala, invitando a varios miembros de la prensa y ejecutivos de varias empresas, incluida LJ Technologies. Como director general, sería bueno para él y para la imagen de la empresa si llegara con una cita.

Y quería pedirle a Kara que lo acompañara.

Esto presentaba un par de problemas. Primero, si Kara dijera que sí, tendrían una primera cita muy pública. Esto colocaría su posible relación romántica bajo el escrutinio de los medios, restandole privacidad.

Todos los caminos (en el multiverso) llevan a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora