LA MEJOR NOTA DE SUICIDIO

5 de Marzo

¿Alguna vez, soñaste con cambiar las cosas de lugar en el pasado? Ó ¿Sí pudieses viajar al futuro y preveer tantas situaciones, no todo sería tan difícil y te lastimarías menos?

Lo miré con una sonrisa cínica, mis manos blancas pero heridas de los nudillos temblaban, mi cabello estorbaba en mi mirada, aunque lo hacía para tener un aspecto interesante, mientras me reía e inclinaba la cabeza a la izquierda, le dije

-Bueno...estaba sobre mi cama, pensando en como hubiese podido evitar tanto dolor, tanta incertidumbre.
No sabía en lo que me estaba metiendo

Me miró fijamente con el fin de encontrar el verdadero motivo de aquel secreto que estaba guardando

-Cuéntame cómo inició todo...a detalle

Acomodé mi cabello detrás de mi oreja, di un profundo suspiro y lo miré de vuelta

-Este cuarto es muy oscuro...justo como me gustaba mi habitación

Seguía mirándome y se inclinó un poco

-¿Puedes confirmar tus datos antes de comenzar?

Me reí y lo miré asintiendo

-19 años, Mido 1.86, peso 75 kilos y mi Nombre es Isaac

Mientras anotaba, agitó su mano y me dijo

-Puedes comenzar...

Suspiré de nuevo y estiré mis piernas.

-Todo inició hace una semana...

5 de Marzo.

Solía fumar demasiado, mi consumo era tan extremo, que los dedos índice y anular de mi mano Izquierda, tenían una mancha amarilla; Mi garganta irritada y ese sentimiento de asqueo cuando consumes más de tres cigarros en menos de diez minutos, acompañaban mis mañanas, el camino a la escuela, era fastidioso
Demasiado diría yo, pues durante 2 años había estado caminando sobre la misma acera, a veces seca, a veces húmeda. Era algo rutinario

Esa mañana, con tanto sosiego encima, había una persona nueva, que me miraba con sus enormes ojos verdes pardos constantemente, me gusta observar, pero el ser observado me incomoda, pero me contenía de mirar, a pesar de sentir su mirada sobre mi.

De pronto escuché

-No deberías sentirte tan nervioso de pronto.

Miré hacía todos lados hasta que ubiqué mi mirada sobre una persona frente a mi,
Una mujer, delgada, con ropa de apariencia masculina, un cabello con mal aspecto, pero tenía una piel, tan blanca como una hoja de papel

-Tampoco deberías observar a las personas en exceso.

Dije con un tono seco y cortante al mismo tiempo

Mientras me miraba con algo de pena, dijo

-No hay mucho que mirar en ti, pero mi tercer ojo dice que tienes algo que esconder

Con tantos nervios encima, lamí mis labios  y mordí mis nudillos, mientras ella miraba mis gestos, con una risa pequeña, se inclinó hacía mi y me miró seria

-¿Qué es eso tan importante?

-No tengo nada que esconder, jamás oculto cosas

Regresó a su asiento y me miró a los ojos

-Tienes mucho asco, pero no es hacía los demás, es hacía ti...quiero saber que es.

Dijo con resignación, al mismo tiempo que posaba sus manos sobre sus piernas

-Puedo mostrarte mi mayor secreto, pero se volverá en el tuyo también, tal vez el más grande que puedas tener

Le mencioné en voz baja mientras me inclinaba levemente hacía ella

- ¡jA! Sabía que escondías algo, nunca fallo, pero ¿por qué se convertiría en un secreto mío también?

-Toma tus cosas, vamos antes de que inicie la clase

La tomé de la muñeca, se levantó jalando su mochila, la llevé por un camino alterno, uno que pudiera llevarme a casa sin sospechas, en ningún momento la solté, la obligué a seguir mis pasos, hasta el momento en que llegamos a mi jardín

-¿Espero con ansías el secreto? O ¿Es un plan sucio para tener sexo?

Enseguida, abrí la puerta y nos adentramos juntos

-Es muy importante que no hables con esto de nadie más

Solté la mochila y procedí a jalar una pila de tapetes y alfombras en el medio de la sala, debajo había un hoyo enorme sobre el piso de madera, al mismo tiempo un olor pútrido se esparció por la sala

-Carajo, ¿Qué clase de animal tienes ahí?

Dijo al mismo tiempo mientras se aproximaba al hoyo y de pronto
Ahí estaba, un cuerpo humano en avanzado estado de descomposición, podría jurar que había gusanos

Me miró con el rostro totalmente descuadrado por un momento, hasta que salió de la casa corriendo para vomitar justo en la puerta

-Ahora es tu secreto también...