LA MEJOR NOTA DE SUICIDIO

Justicia Ciega

Luego de un largo interrogatorio y de contarle al agente lo que ocurrió el día antes de la captura, estábamos llegando al final de ese proceso.

-Bueno, Isaac. ¿Qué pasó el 7 de Marzo antes de la hora de detención?

-Fue una mañana muy larga
Acomodé mis brazos sobre la mesa y lo miré directo a los ojos.

-Esa mañana, fue la chica de la escuela, hasta ese momento no sabía su nombre, jamás se lo pregunté, pero lucía nerviosa.

- ¿Y cual era su nombre? El de la chica de la escuela...
- Samantha, lo cual es muy extraño, porque parecía de otro tipo de Etnia, podría jurar que era de algún origen europeo, como de Rumania o algo así, esa mañana estaba ahí, parecía incómoda, pero supuse que era por el cadáver «Dije entre risas» ya estaba emitiendo un aroma bastante peculiar y muy escandaloso ¿sabes?  «Acomodé mi cabello con una sonrisa» ese olor lo había sentido antes con un hamster de mi hermano Niko, lo estrangule y lo metí bajo el librero, apestaba, en serio apestaba viejo, y recuerdo que cuando mamá lo descubrió, estaba en un estado bastante avanzado...

El agente me miraba con seriedad y atentamente.

-Isaac, ¿podemos seguir la línea de aquel día? «Dijo  sobando su frente en señal de agobio»

-Por supuesto «Le di muchas vueltas a lo que iba a decir, por al menos 30 segundos» Mmm, Esa mañana Samantha me mencionó mucho eso del sentimiento de soledad que emitía el pueblo, estaba lejos de lo que acostumbraba en la ciudad, debo admitir que no siempre le puse atención, porque hablaba demasiado, daba muchas vueltas para llegar al punto, no me atreví a preguntarle sobre sus orígenes étnicos, no la conocía lo suficiente

Esa mañana estuvimos en el pórtico de mi casa sentados, escuchaba aquella voz con un acento extraño, mientras fumaba, ella mencionaba mucho un círculo al que pertenecía a manera de secta, hablaba de un dios oculto que seguía vivo

7  de Marzo

-Podría llevarte a ese círculo, es uno que ha funcionado en secreto después de la segunda guerra mundial, tendrías gran aceptación por ese acto tan turbio que realizaste, suelen ser muy aceptados los asesinos como tú «dijo con una mirada muy inquietante y penetrante para mi»

-Realmente pensaba en entregarme, tal vez sea la única manera en la que pueda calmar esta paranoía tan dura y difícil de llevar, comienzo a ablandar los tejidos que envuelven mi consciencia.

-Tal vez tus opciones son cortas, pero hay un lugar disponible para ti en ese círculo, sé que te sentirás bien con nosotros

Me levanté antes de que terminara de hablar y caminé hacía la puerta; No tenía manera de escapar de ella, lo sabía todo y no podía solucionarlo a menos que la matara, fue un posibilidad que maneje, ya que estaba dispuesto a entregarme, definitivamente...quería hacerlo.

-No trates de hacer nada contra mi, Isaac. «Dijo en un tono muy seco sin mirarme»

-¿De qué hablas? «Dije antes de entrar a la casa»

-Estás atrapado entre 4 muros, no puedes escapar de lo que hiciste simplemente yendo a prisión, tampoco puedes esperar que esa consciencia sea alimentada con tranquilidad encerrado, te volverás más soberbio, necesitarás ver correr sangre otra vez «Me miró con una sonrisa macabra» porque yo misma te voy a entregar

Un gran frío recorrió todo mi cuerpo, en todas mis opciones, no estaba ser entregado por alguien que no dijo nada por un par de días, no podía moverme por la tensión...en ese momento, sentí que mi historia había acabado, tuve una maquinaria de opciones en la cabeza, matarla en ese momento, matarla y suicidarme ó aceptar el destino tal cual.

-Estás acabado Isaac «Se levantó dejando ver el filo de una navaja de 10 cm» llegó la hora de pagar tus crímenes con el sufrimiento que provocaste

La miré retrocediendo, en algún momento iba a atacarme, no tenía más, fui cazado por la presa más inesperada y fácil de abatir que tenía; Se abalanzó sobre mi y de un movimiento rápido dirigió la navaja hacía mi, traté de detenerla con mis manos, pero era tan afilada que fácilmente las retiré al sentir la magnitud del daño, en ese momento llegó la policía, me miró con una sonrisa desgraciada y clavó la navaja en un costado de su abdómen, mientras reía se puso de rodillas y se dejó caer hacía la derecha.

-Por qué me hiciste esto Isaac «Dijo mientras gritaba y comenzaba a llorar»

Era tarde, los policías estaban ahí...

- Y el resto es historia Isaac «El agente me miró con una sonrisa» debo hacer una llamada y podrás irte a tu celda esta noche

Miré hacía el suelo y contuve mis lágrimas, era la segunda vez en esta semana que tenía tanto contacto con mi humanidad, miré mis manos...eran las manos de un asesino que iba a ser castigado por un tiempo.

-Muy bien «El agente extendió su mano hacía mi y con la misma seriedad que aparentaba sonrío malicioso» Buena suerte y gracias por colaborar

Lo miré por un momento y estiré mi mano, antes de tocarla él la retiró y dijo

-Olvidaba una cosa, me acaban de dar mucho dinero por ti «Abrió la puerta, salió, antes de cerrar y que entraran los que me llevarían a la prisión del estado, mencionó» Ojalá te diviertas siendo una presa más.

Cerró la puerta y me puse de pie pensando en cada palabra, esos minutos fueron lentos y amargos

El Sueño de media noche

Al salir de la comisaría llovía más que otros días, me llevaron rápido al auto de policía y me aseguraron una vez más, durante todo el camino, no podía ver más que mis manos, tenía vergüenza y no quería ver el lugar donde arruiné mi vida o tal vez la mía y la de mi madre, de pronto en medio de la autopista y sin más gestos, detuvieron el auto, apagaron las luces y ambos policías bajaron, del otro lado, frente al auto, había un par de tipos, altos, Uno rubio con una gabardina negra y el otro tenía cabello negro y ojos verdes, vestía un traje totalmente negro; Intercambiaron un par de palabras, dentro de la densa lluvia aquellos policías se pusieron de rodillas haciendo reverencia ante los dos hombres extraños, extendieron la mano con un sobre, en cuanto lo tomaron dañando el papel del mismo empaque por sus manos mojadas, aquellos tipos caminaron hacía el auto, cada uno a los costados del auto, abrieron la puerta y con una mirada inexpresiva me tomó del brazo con bastante fuerza, parecían de un gobierno extranjero, como los de las películas, pero ambos eran más tenebrosos o tal vez era porque me encontraba viviendo una situación extraña.

-Baja, la Doncella espera.

Lo miré a los ojos con temor y pasmado, en ese momento, aquel hombre de cabello rubio extendió su brazo y con su pulgar rompió mi nariz, comenzando un flujo de color rojo sobre mis labios y que se extendía de mi pecho hasta mi abdómen

-No mires a nadie a los ojos a nadie, ¿acaso no tienes miedo? «Dijo con una sonrisa y un acento bastante extraño» es la voluntad de la diosa Aurora

Pude observar su rostro, tenía cicatrices en el mentón, a la misma altura una de la otra, en los costados de aquellos labios serios y secos tenía otro par que eran bastante simétricos, en la frente llevaba una cruz invertida marcada sobre su piel, tenía contornos rojos y con piel maltratada

Mi consciencia estaba lejos de descansar...