𝗗𝗲𝗹𝘁𝗮 | 𝘄𝗶𝗻𝗿𝗶𝗻𝗮 𝗴!𝗽

𝟑𝟕/ 𝑭𝒖𝒕𝒖𝒓𝒐 (𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂)

Primero quiero aclarar que no leí la historia original completa, así que me tomó por sorpresa que empezará con Viseul y terminara con LipSeul 😔🔫 eso me pasa por no leer completa la historia. Es más un aviso para que se preparen.

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— La están lavando, le pondrán ropa y luego lo llevarán al cuarto— le contó Karina a la chica de pelo corto del otro lado de la línea.

C

aminando unos pasos por el pasillo, para luego voltear y caminar en sentido contrario, sin alejarse más de unos metros de la puerta de la habitación donde su pareja todavía estaba bajo los efectos de la anestesia.

El parto natural para algunos Omegas solía presentar bastantes complicaciones, por lo que en algunos casos eran enviados a cesárea, y Minjeong seguía durmiendo luego de la operación.

— Ajam... — escuchó decir a la chica, luego unos sonidos por detrás, creyó escuchar insultos—. Estamos preparando las cosas para ir hacia Seongnam, ahora, Yoo JiMin, pásame la dirección correcta.

— ¿Tanto desconfías de mí, Haseul?

— No puedo confiar en alguien que me dijo que la cesárea era el veinte a las cuatro cuando resultó ser el cuatro a las veinte.

Karina se quedó en silencio unos segundos.

— Te veo pronto, madrina— dijo, en vez de seguir la conversación, y cortó sin escuchar la despedida de la peli corto.

Le mandó la dirección por mensaje, antes de guardar el celular en su bolsillo.

Volvió a entrar a la habitación, donde Minjeong comenzaba a removerse en la cama, aunque la anestesia seguía haciendo su efecto, haciéndolo sentir pesada y adormiladq, abrió un poco los ojos para ver a Karina, dedicándole una leve sonrisa.

Su Alfa se acercó a ella, sentándose junto a la camilla, tomando su mano, sonriendo, transmitiendo toda su emoción gracias al lazo.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó.

Minjeong suspiró pesadamente.

— Me... Duele el estómago— se quejó—. Siento que bajé como la mitad de mí peso— vió hacia su abdomen, evidentemente diferente hacia unas horas atrás, llevó una mano hacia el pero hizo una mueca cuando tocó los puntos.

Karina se apresuró a tomar ambas manos, sosteniéndolas con firmeza.

Era sumamente común que la anestesia dejara algo atontados a los pacientes, pero la expresión confundida de Minjeong le daba ternura.

— Estás nerviosa— declaró Karina, luego de un momento en silencio.

Minjeong sólo asintió.

Karina dejó besos cortos por todas las pequeñas y regordetas manos de su Omega, hasta que vió su sonrisa asomarse.

— Estoy a tu lado, no te preocupes.

Minjeong asintió, aunque las palabras no la calmaron mucho, porque Karina siguió sintiendo el torbellino de emociones que perturbaban a su pareja; alegría, miedo, nervios... La Omega no podía estar tranquila.

Cuando la enfermera llegó, tirando del carrito-cuna donde estaba su pequeña cachorrita, sus corazones se aceleraron.

Karina se acercó a ella, quien detuvo el carrito para que ella pudiera tomar a su cachorro.