el 18 de febrero, Miles Kane murió. el velorio fue el 22 de febrero, y entre los invitados estaba Alex Turner, uno de sus mejores amigos, y Julián Casablancas.
Alex lo vió desde lejos, Julian estaba sentado en las primeras filas de invitados.
Se pregunta que fue lo que lo llevó a Julian a asistir el velorio de Miles, ya que, por lo que él recuerda, siempre lo ha odiado. Esa duda lo acompañó toda la duración de la ceremonia.
Al finalizar el velorio, y cuando ya todos los familiares y amigos se habían despedido, Alex decidió caminar hacia donde se encontraba Julian y hablarle. No había manera de que se vaya a su casa sin haber interactuado con ese hombre tan alto y tan misterioso. A medida que se iba acercando, logra ver que Julian estaba comiendo nada más y nada menos que un mantecol. Cuando lo termina, tira con desinterés el envoltorio sobre la tumba del fallecido.
Alex se para a su lado, y pregunta:
-¿Qué hacés acá? ¿Por qué viniste?
-Miles era el primo de mi mejor amigo, le vine a hacer el aguante a el. Yo lo odio, eso lo saben todos, nunca lo quise. ¿Vos eras su amigo, no?- A todo esto, Alex está perdido en la voz profunda de Julian, nunca imaginó escucharla de tan cerca...
-Si, uno de sus amigos más cercanos, pero hace tiempo estamos distanciados.
-¿Por qué?
Es la primera vez que Julián muestra un mínimo interés en Alex. La razón por la cual Miles y Alex se distanciaron crea un poco de vergüenza en el joven muchacho, pero decide contarla, es la única manera de tener una oportunidad con este hermoso hombre.
-El pelotudo este me quiso hacer puto, ¿podés creerlo?
-¿Y que pasó?- Alex nota curiosidad en los gestos de Julian, esto lo incentiva.
-Funcionó.
Con esa simple palabra, ambos entendieron todo. Alex se encontraba ahi porque, además de ser el velorio de su amigo, lo único que estaba buscando era un hombre que lo ame. Julian quería ser ese hombre.
Despacio, se inclinaron hacia el otro hasta que sus bocas quedaron a milímetros de distancia, y como suspirando, unieron sus labios en un dulce beso.
Cuando se separaron, ambos estaban sonriendo.
Para romper el silencio, Alex le pregunta:
-¿Querés venir a probar mi ghost cookie sabor mantecol?
-Si.
Y así, sin dudarlo, los dos hombres gays se van a la casa de Alex a hacer chanchadas hasta el amanecer.
Fin.
