02

2K 206 171
                                    

¡Soy un chico!

Imperdonable, simplemente imperdonable.

Tres días atras había rechazado la oferta que Jaemin me había hecho y ahora estaba caminando directamente a él, en definitiva jamás me lo perdonaría. Nunca. Pero a medidas desesperadas, acciones desesperadas.

Un día después de que ese idiota Na me ofreciera los tentadores diez mil wons, fui directo con mi jefe, a pedirle que me dejara trabajar todo el dia durante los fines de semana, pero el muy idiota había dicho "no". Él cerdo ese había dicho que no, porque no trabaja de tiempo completo durante la semana y no tenia derecho a pedir nada.

Aquella escoria se aprovechaba porque era enano, menor de edad y sobre todo, porque realmente necesitaba el trabajo como para renunciar. Mí padre había fallecido cuando yo tenia diez mas o menes, con su muerte no solo había dejado un vació en mi vida y en la de mí mamá, sino que también una enorme deuda que hasta la fecha mi mamá no ha podido pagar. Pero como si mi suerte no fuera lo suficientemente mala, también estaba la enfermedad de mi mamá y los precios de sus medicamentos estaban demasiado altos.

Era por eso que me había conseguido un empleo, porque mi mamá no podía con los gastos de la casa, ni con sus dos empleos. A eso debía sumarle la deuda, sus medicamentos y la renta del pequeño apartamento que alquilábamos.

Necesitaba el dinero, realmente lo necesitaba.

Quería ayudar con los gastos de la casa, ver a mi madre cargar con todo era simplemente difícil de soportar. Mí limite había sido ayer, cuando nos dijeron que si no pagábamos el alquiler en tres días, nos echarían. Sabía que estaba mal de quinientas formas distintas aceptar el supuesto trato que Jaemin me había ofrecido, me estaba metiendo en la boca del lobo, pero fue la única solucion que encontré. Ya buscaría que mentira inventaría a mi madre sobre como conseguí el dinero.

Tomé un suspiro muy largo en cuenta localicé al grupito de idiotas de la escuela sentados en una de las mesas de la cafetería, sabia que me arrepentiría eventualmente, pero por ahora era lo unico que podía hacer. Camine a paso firme, con la cabeza muy alto aunque en el fondo sabía que esto me denigraría de alguna forma. Ya estaba mentalmente preparado para cualquier cosa que pidiera, ser su esclavo haciendo sus tareas o para cualquier estupidez que quisiera. Incluso iba mentalizado con la idea de que me pidiera sexo, pero no me importaba. Quería ayudar a mi mamá de la manera que fuera, o por los medios que fueran necesarios.

Me plante ante ellos, Seungmin y Jaemin se arrojaban papas fritas en la cara "que infantiles", Minho manoseaba descaradamente a la chica que llevaba por nombre Heejin y esta se dejaba gustosamente "repugnante". Y por último estaba Yeonjun, quién ya me había notado y me miraba con curiosidad, el era el unico que me parecía decente de todos ellos, al menos nunca se metía conmigo.

—Pero miren a quien tenemos aquí— Seungmin dejo de arrojarle comida a Jaemin en la cara y se enfoco por completo en mí. —¿Qué te trae por acá, princesa Elsa?

Dejó salir una risa burlona y enseguida todos detuvieron lo que hacían, Heejin y Minho dejaron de hacer un show lascivo. Yeonjun solo negó pareciendo en desacuerdo con el trato que recibía. Y Jaemin se llevo una papa a la boca, mirándome con especial atención.

—Vengo a hablar con Jaemin...— crucé los brazos y me pare lo mas derechito que podia. —a solas de preferencia.

Todos soltaron una aclamación de burla, mientras el nombrado seguía comiendo papas con desinterés. Estaba perdiendo todo el orgullo y ni siquiera sabia por que mejor me daba la vuelta y me largaba de ahí.

—Lo que su real majestad, Felixnieves ordené— soltó Jaemin con un tono burlón y enseguida todos se levantaron de su mesa.

—Si es una confesión de amor, me cuentas todos los detalles, tigre.— Seungmin codeó a Jaemin, volviendo a soltar una risita burlona, a lo que Jaemin rodó los ojos.

𝗟𝗜𝗞𝗘 𝗔 𝗚𝗜𝗥𝗟|hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora