One Shots⚽🏎️

You're my wonderwall. Toni Kroos

Soy Melina Durnwald, tengo 24 años y soy natural de Múnich, aunque ahora mismo estoy viviendo en Madrid con mi familia. Ésta está formada por mi marido Toni y mi pequeño León de 1 año y medio.

Mi historia podría estar sacada de cualquier película, pero lo creáis o no, es la pura realidad.

Todo comenzó en el instituto. Yo era de las mejores alumnas de mi curso. Estaba estudiando por la rama de ciencias sociales, para estudiar sociología. En mi grupo de amigas abundaba la elección de estudiar ciencias políticas, economía o literatura. En cambio, Toni estudiaba por la rama de ciencias. Yo lo conocía porque era amigo de Johan, el novio de mi amiga Gretel. Habíamos coincidido en algún cumpleaños, y él siempre manifestó su deseo de estudiar fisioterapia o algo parecido para ser preparador físico. En sus ratos libres jugaba a fútbol, y ya despuntaba en la cantera del Bayern.

Un día nos invitó a uno de sus partidos, y descubrí que era un gran jugador. Creo que a partir de ese momento me hice gran aficionada al fútbol.

Con el paso de los meses nos veíamos más, pasábamos largos ratos hablando y alguna vez salíamos juntos, hasta que se decidió y me pidió que fuese su novia. Yo acepté sin pensarlo, porque la verdad es que Toni siempre me había gustado.

Su debut con el primer equipo del Bayern fue uno de los mejores momentos. Cada minuto jugado, cada asistencia, cada gol era algo que me marcaba, porque veía la ilusión en sus ojos.

El momento de su cesión al Bayer Leverkusen fue algo difícil para nosotros, porque yo acababa de entrar a la universidad en Múnich y era muy complicado trasladarme a Düsseldorf. Pero pese a la distancia, continuamos juntos. Casi todos los fines de semana me iba a verle y en las vacaciones Toni regresaba a casa.

En 2010 volvió al Bayern, donde se vio su mejor juego. Toni y yo teníamos un pacto, cada vez que él marcaba un gol debía invitarme a cenar, y cada vez que yo suspendía algún examen invitaba yo. Pocas veces tuvimos que pagar cenas, porque ni yo suspendía muchos exámenes ni él marcaba demasiados goles. Con los títulos era distinto, porque nosotros evitábamos las fiestas con el equipo, ya que preferíamos celebrarlo en privado.

El momento que marcó todo, que podría ser considerado como el punto de inflexión, fue la final de la Champions 2012 que se celebró en Múnich, y que el Bayern perdió en los penaltis. Jamás había visto a Toni tan triste. Habían luchado tanto y se les había escapado en la lotería de los penaltis. Se quedó sentado en el césped, y yo bajé a consolarlo. Se sentía muy frustrado. Me acerqué y lo abracé por la espalda. Le susurré varias cosas al oído y después le ayudé a levantarse para recoger la medalla de subcampeón y después marcharse al vestuario. Después de ese momento pudimos celebrar más títulos, aunque Toni no pudiese participar en ellos por culpa de una lesión.

Aunque nuestro mayor trofeo nació en agosto de 2013. Nuestro pequeño León. Mi embarazo fue una sorpresa. Y aunque con miedo y sorpresa, lo aceptamos. Sí, éramos jóvenes, pero juntos todo iría bien. Aún recuerdo el día que nació León.

Era el primer partido de la temporada de Toni, y jugaban en Múnich contra el Borussia Dortmund. Fue un gran partido que al final quedó en empate. Después del pitido final bajé junto con Ann, la novia de Mario, y María, la novia de Javi, a buscar a los chicos al aparcamiento. Mientras que esperamos vi a varios compañeros de Toni en la selección que juegan con el BVB y me acerqué a saludarlos.

-Hola Marco, ¿qué tal te va todo?

-¡Hola Mel! Todo genial, ¿y tú? Ya veo que queda poquito para que venga el enano. ¡Menuda tripa tienes ya! -Dijo mientras acariciaba mi tripa.

-En una semana o así tiene que nacer. Toni y yo estamos ansiosos. ¡Hola Mats! ¿Qué tal todo? -Dije cuando vi acercarse a Hummels.

-Hola Mel. Todo muy bien. Te veo estupenda. ¿Qué tal llevas el embarazo?