"es por eso que odiaba a los humanos, ellos nunca serían de confianza, algún día terminarían lastimando a los que más quieren, y él no iba a caer devuelta en eso devuelta.. eso era lo que pensaba hasta antes de conocerlo; su único amor y el cuál le...
La nombrada volteo a verlo para tomar su maleta. — Nos iremos de aquí pequeño, ahora vivirás más bien y te enseñarán mejor.
Yuji asintió con su cabeza, comprendiendo levemente la situación. — ¿el Dios gruñón no tolera más mi presencia qué por eso te desterró a tí igual? — Nobara no sabía que decir, solo pudo sonreír.
Extrañaría estar aquí, tenía que admitirlo. Dejaría solo a Satoru pero no podía dejar a Yuji a su suerte, claro que no.
Antes de irse hablo con Maki para que fuera por ellos a la entrada de bosque. Sentía emoción de ver nuevamente a su amada luego de mucho tiempo y el solo saber que Maki nunca tuvo pareja por qué siempre la amo a ella le emocionaba aún más.
Cuándo llegaron a la entrada, una mujer un poco más alta que Nobara, con cabello corto, unos lentes redondos y una bella sonrisa los esperaba, el menor miro a Nobara al ver cómo está soltaba su mano para correr y abrazar a la mujer
— Te extrañé mucho, Maki, gracias por venir — susurró sin separarse de ella.
Yuji solo miraba sin comprender la situación ¿Qué era aquella mujer de Nobara?; su respuesta fue respondida al ver cómo ellas se besaron lo cuál provocó que el niño cubriera su rostro con sus manitos.
— Nobara-chan, aún estoy aquí.. — dijo susurrando Yuji que aún estaba con sus manitos sobre su rostro.
Nobara soltó una leve risita y se disculpo con el niño para tomar su mano; acercándolo a Maki.
— Yuji, te presento a Maki ZenIn. Maki, te presento a Yuji — El niño y la mujer sonrieron para saludarse — Desde ahora somos familia, no importan los apellidos.
Maki asintió con su cabeza para cargar al menor y acariciar sus cabellos. — Ahora yo igual cuidaré de tí pequeño, Yu. Somos familia y así será siempre.
Nobara sonreía viéndolos, pero tenía un mayor temor ahora que ya no era protectora del bosque.
"¿Qué pasaría con Satoru ahora?"
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Yuji se sorprendió al ver una casa más grande que la cabaña. Maki abrió la puerta y un pequeño escurridizo comenzó a explorar la casa con una gran sonrisa.
— Vaya, Maki-san tiene un castillo ¿puedo ser parte del reino aquí?
— Claro que sí, ahora esto será tuyo igual, así que no dudes y disfruta, Yuji.
El menor sonrió al escuchar a Maki, era aceptado en un lugar sin causar molestias. El siempre pensó que era una molestia para Nobara ya que escuchaba siempre como era regañada por el dios gruñón, y el no quería que Nobara sufriera por su culpa.
—Bueno, Yuji, pronto irás a un lugar llamado escuela y demostraras lo inteligente que eres, conocerás a niños de tu edad sin preocuparte de que algo te ataque. — Maki miro sorprendida a Nobara y está le dió una sonrisa.
— Entonces esté lugar me gusta más que el bosque.. — Jugó con los dedos de sus manos antes de seguir hablando — aunque extrañaré a las pequeñas criaturas y aúnque no quiera admitirlo extrañaré por alguna razón al dios gruñón — susurrando lo último para luego sonreír sin darle tanta importancia a lo que dijo.
Nobara sabía mejor que nadie porque lo extrañaría pero era mejor alejarlo de Satoru, por lo menos un tiempo.
Prepararon la comida juntos entre risas y por lo torpe que solía a veces ser Maki por los nervios, termino rompiendo algunas cosas a la vez que se disculpaba con Nobara, la cuál solo negaba para darle un pequeño beso en los labios o en su mejilla.
Yuji podía sentir lo cálido que era el lugar ahora y que se sentía como en una familia; estaba recibiendo lo que siempre le pedía a la luna..
"Amor y una familia"
Todo parecía tan bien que Yuji nunca pensó que tendría que despedirse algún día de todo aquello que ama.
La mayor preocupación de Nobara era no poder estar con Yuji para siempre.
"Por favor, Satoru, cumple tu promesa"
La vida de los humanos es muy corta, por eso no debes enamorarte de ellos siendo inmortal, al menos que renuncies a ella.
Quería evitar dolor en Yuji pero ella se lo crearía ahora que no existía la pequeña promesa de estar juntos para siempre.
