"es por eso que odiaba a los humanos, ellos nunca serían de confianza, algún día terminarían lastimando a los que más quieren, y él no iba a caer devuelta en eso devuelta.. eso era lo que pensaba hasta antes de conocerlo; su único amor y el cuál le...
Las personas a su alrededor estaban igual de felices que ellos, ese mismo día había un festival en el templo "Kumiho", una festividad creada para conmemorar al Dios del bosque, el cuál siempre trae fertilidad a las tierras y así poder tener una buena cosecha.
Ese tipo de eventos le gustaba a Yuji ya que podía admirar los fuegos artificiales podía comprar muchos aperitivos tradicionales.
Miraba con un poco de tristeza los Kimono que portaban las personas ya que él no vestía uno, Nobara le dijo que se haría tarde por lo cuál no pudo colocarse el suyo pero ella sí.
— Yuji deja de poner esa cara. — suspiró — la próxima podrás traerlo mientras seas más rápido.
— ¡aún había tiempo, Nobara! Solo que tú no querías que lo trajera, querías lucirlo solamente tú. — soltó molesto.
La mayor abrió la boca sorprendida y ofendida a la vez, Yuji jamás le había gritado de esa forma.
— Yuji, no hables así de Nobara. — hablo Maki tratando de calmarlo.
— Pero es la verdad, ella siempre quiere sobresalir ante todo y es tan molesto y frustrante.
— ¡No me hables así Kugisaki Yuji! Tú querías venir y divertirte cuándo sabes que tanto Maki como yo no tenemos todo el tiempo del mundo ya que trabajamos, además llegas tarde a casa por qué olvidaste por completo la hora y reclamas como si no tuvieras la culpa.
Maki no sabía que hacer, ellos nunca habían peleado, tal vez la etapa rebelde de Yuji ya había iniciado.
— Admito que llegue un poco tarde pero había tiempo para que me vistiera adecuadamente y llegar aquí.
— Yuji, por favor cálmate, no te sientas mal, yo tampoco vengo como los demás, así que no te preocupes. Por cierto, fíjate y ve que la mayoría no lo tiene puesto. — Maki acarició los cabellos del chico con amabilidad.
El menor asintió con su cabeza para luego desviar la mirada y ver los puestos sin hablar.
— Por favor, no eres un niño como para hacer esos berrinches, Yuji — Maki tomó la mano de Nobara para luego darle un pequeño beso en la mejilla. — Tranquila, disfrutemos del festival.
La mujer asintió con su cabeza, teniendo su rostro levemente sonrojado
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Al terminar de hacer las oraciones y dar la ofrenda se dirigieron hasta lo más alto para apreciar los fuegos artificiales cuánto comenzarán.
— Nobbie.. Lo siento mucho por la forma en cómo te hablé, solo que cuando estoy molesto digo tonterías, sabes que eres lo más importante para mí — La mayor lo miró para reír y abrazarlo acariciando su cabello con cariño.
— No te preocupes Yuji, se que no era tu intención pero aún así estarás castigado cuando regreses a casa. — el menor abrió la boca para protestar pero la mayor solo esbozo una sonrisa para callarlo apuntando hacía el cielo.
Yuji no comprendío hasta que miro como estallaron los fuegos artificiales, decorando el cielo.
Las personas soltaban pequeños murmullos sin siquiera dejar de mirar aquél espectáculo..
— Nobbie, Makkie. — susurro el menor — gracias por todo, son lo mejor que me a pasado en toda mi corta vida. — las mayores lo miraron con una sonrisa. — Nunca las cambiaría por nada en el mundo, quiero siempre mantener la promesa con ustedes... esa de estar con ustedes siempre.
"aunque fuera una mentira."
Levantó su dedo meñique para revivir aquella promesa nuevamente como todos los años.
— Lo prometemos, Yuu, siempre seremos tres contra el mundo. — dijeron las mujeres al mismo tiempo para entrelazar sus meñiques con el menor.
— Las amo, son las mejores madres y hermanas mayores del mundo. — Yuji abrazo con fuerza a sus contrarias, temiendo a qué se fueran.
Algo muy en el fondo de él le advertía que no debería de confiar en sus palabras.
