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Luego de ese beso no eran algo pero tampoco eran nada. Ellas estaban en la muy incómoda y despreciable mitad.

"Iremos al estudio pero no te pintaré aún." murmuró Lisa mientras caminaban hacia la puerta del fondo tomadas de las manos.

"¿Sabes que eso significa que no me verás desnuda?"

"Si." Afirmó. "Y realmente no me importa." Agregó con cierta indiferencia.

"No puedo creer que hayas dicho eso..."

"Yo tampoco." Dijo con una dulce sonrisa, su mirada avergonzada fijándose unos segundos en el suelo. "Realmente debo quererte mucho."

Y sin permitirle decir nada más, Lisa la arrastró hacia el interior de la habitación que Jennie ya conocía.

"Qué haremos ahora, Lisa?" Quiso saber. La pregunta salió con cierto nerviosismo. "Si quieres ir directamente al próximo paso debes saber que no estoy lista y..."

"¡Jen!" La reprendió. "Solo quiero hablar... no quiero tener sexo contigo aún. Yo tampoco me siento preparada y es extraño. Desvestirme frente a mis modelos no era tan difícil."

"¿Jamás has estado con mujeres?" preguntó mientras se sentaba en la cama, adoptando inmediatamente la pose seductora que usaba cuando Lisa la pintaba y no, no lo hacía para provocarla sino porque ya estaba acostumbrada. "Siempre te refieres a ellos pero nunca a ellas."

"Hubo varias, la mayoría prostitutas pero... con ellas era distinto porque cuando tenía sexo con ellas si lo quería. Me arrepiento de haber estado con ellos, Jen, no con ellas."

"Lo comprendo..." murmuró y era cierto.

Y dolía aunque aquellas relaciones fuesen cosa del pasado. Dolía porque alguien más había besado a Lisa, alguien más la había abrazado y alguien más la había tocado, y a Lisa le había gustado.

"La primera fue Ivonne, la prostituta por la cual mi tío pagó para subirme el ánimo. Luego, al empezar a pintar, iba al prostíbulo y seleccionaba a mis modelos. Si me gustaban lo suficiente les pagaba el doble para que me concedieran sus servicios al terminar..."

"¿Entonces jamás has tenido novia?"

"No realmente... al principio iba al prostíbulo constantemente y pagaba por el servicio de Ivonne. Le contaba cosas y ella escuchaba e intentaba hacerme sentir mejor. Pensé que teníamos algo pero una noche la vi bailándole a un chico mientras lo abrazaba como lo hacia conmigo y me di cuenta de que ella realmente no me escuchaba ni me consolaba. Ella estaba ahí por el dinero, y yo estaba ahí por ella, porque necesitaba sentirme querida de alguna forma."

Suspiró. Aquello dolía, pero quería escucharla. Sabía que era importante.

Luego salí con Jessi, quien trabajaba todos los sábados en un club de striptease. Duramos una semana... finalmente salí con Isabelle, que también trabajaba en un prostíbulo. No me importaba su trabajo porque al final del día era sólo eso; trabajo. Además yo sólo necesitaba sentir que tenia a alguien... me dejó por un chico luego de dos meses."

"¿La amaste?"

La pintora negó de inmediato y no sentía vergüenza alguna.

"Sólo he amado a una chica en toda mi vida y esa soy yo misma." contestó antes de sentarse al lado de Jennie y deslizar su mano sobre su pierna para que así sus dedos terminaran rozándose con los de la mayor.

La pintora parecía nerviosa y Jennie pudo percibir los ligeros temblores que parecían estar acompañándola mientras pensaba si era lo correcto tomarle la mano. Para despejar sus dudas fue Jennie quien la sujetó fuertemente y la pintora admiró el gesto como si no existiera nada mas hermoso en el mundo.

La Tatuadora De Libélulas //JENLISA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora