Boris

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Mientras la joven más se adentraba a través de los arcos, más sentía que algo le pesaba. Al volver su vista hacia atrás pudo ver de lo que se trataba, el arco que cargaba en la espalda y las perlas colgadas en la traba de su pantalón habían cambiado.

-¿Porqué cargas con todo eso, niña? -Soltó una voz ronca e imponente-

-Porque me lo encargaron, no puedo dejarlo tirado ahí nomas. Y ya te he dicho que no me llam...

Luego de responder a la pregunta, Leticia se dio cuenta que no conocía esa voz, y que tampoco había visto a nadie cerca.

-¿Quién preguntó eso?. -Cuestionó al aire, estática-

-Si sigues y cruzas el último arco de todos estos lo sabrás.

Leticia no se confiaba ni un pelo en aquella voz pero de alguna manera le transmitía seguridad, tranquilidad y calidez. Aquella voz le sabía familiar pero anormal a la vez.

-Agh. -Dijo adolorida-

A pocos metros del último arco la joven desató de su pantalón la que era una pequeña bolsita con perlas y la dejó caer al suelo. El arco actuó de otra manera, al tomarlo y cerrar Leticia sus dedos alrededor de este, su tamaño se redujo hasta quedar perfectamente a su porte.

-¿Eres bastante especial, eh? -sonando esto último más a una afirmación que a pregunta-, guay.

Lo montó de nuevo su espalda, tal como "Hawk-eye", teniendo cuidado de ni siquiera tocar su lastimado brazo y prosiguió su marcha.

Al cruzar el último de los arcos una figura enorme e irreconocible se abalanzó con una vertiginosa velocidad sobre la muchacha quedándole a pocos centímetros de la naríz.

-Muévanse, ¿es que no ven que tiene el brazo en la miseria? -dijo indignada la voz-, ¿no les enseñaron a sentir algo en su entrenamiento?

Mientras las irreconociblemente oscuras figuras se apartaban y la luz que le habían privado estando frente suyo volvía, Leticia pudo, poco a poco, distinguir la figura de un tercero. Era un "Target", sin más, luego de unos segúndos observándolo, la voz, ronca, resonante e imponente amablemente la invitó a cruzar entre los guardias.

Leticia, sorprendida y aún sin acostumbrarse a la inmensidad de los guardias, se quedó calavada en el mismo lugar a pesar de las palabras.

-Ell-Ellos, no van a.. -Dijo intimidada la joven-

-No, no te harán nada, siguen mis órdenes. -Respondió tranquilizadoramente la voz-

La joven, en un denodado esfuerzo, cruzó entre los guardias y al lado del "Target" se encontró con una choza. Leticia entró quitando del camino unas telas en la entrada, toda la luz que entraba diagonalmente por el ventiluz le golpeó en las retinas dejándola en un esfuerzo por poder ver el interior.

-Muy bien, vamos a ver como está -mientras se abalanzaba ante la joven- ese brazo.

Al acostumbrarse a la luz y poder ver mínimamente, apreció la arrugada, porosa y verrugoza cara de quien ella creia era Boris.

-E-Eres Boris. -afirmó levemente intimidada-

-Sí, lo soy.

-Eres tal y como me hablaron de tí, bueno tal vez un poco bastante mucho más alto.

-Ouh, te hablaron de mí, genial, espero y te hayan dicho cosas buenas.

-Sí, oí grandes cosas de tí. - dijo a Boris mientras se le escapaban miradas hacia su mentón-

Leticia pensaba sobre la conversación de Lúdico y Luiñ, estaban en lo correcto, era hipnótico, y esa verruga que lo adornaba solo la sumía aún más en la idea de que era fea pero aún así no podía dejar de verla.

Historia de epicidad y fantasia adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora