𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦, merodeadores

regulus black

[߷] REGULUS BLACK
capítulo adaptado.
"secreto"

Sam miro a su secreto novio, Regulus Black, en la otra punta de la mesa de Slytherin rodeado de gente irritante que se reía de lo que él pelinegro decía.

Ella sabia que estaban cerca de él por el simple hecho de que él era un Black, pero el pelinegro parecía no darse cuenta o no importarle.

Intentaba no mostrar que le dolía mantener en secreto su romance con Regulus por ser sangre impura.

Vio como Lexa Nott se le acercó demasiado y no pudo soportarlo más, se levantó de la mesa y se marchó a la sala común, no quería ver ni hablar con nadie por lo que restaba del día.

Se encerró en su cuarto, odiando no poder estar con Regulus como una pareja normal, simplemente por ser sangre impura y la maldita reputación de su novio.

Sabia que esto pasaría cuando acepto ser su novia, en aquel momento no le importaba pero ahora era hartante, odiaba que todas pensaran que estaba disponible cuando no era así, y lo que más deseaba era gritarles en la cara que Regulus Black era su novio, pero no podía.

— ¡Estupido status de sangre! —masculló molesta pateando la cama de su compañera.

Se dejo caer suavemente sobre la cama. Escuchó como la puerta se abrió pero no le dio importancia, su cabeza estaba debajo de la almohada.

Sintió como una mano comenzó a acariciar su muslo y se estremeció al frío tacto.

— Linda, ¿Que ocurre? —preguntó aquella voz que tanto amaba.

— Nada, quiero estar sola —respondió seca.

— Te conozco y sé que algo malo te pasa— se acosto a su lado y la abrazo por la cintura.

— Solo... odio que no podamos mostrarnos como cualquier pareja normal, odio que nos tengamos que esconder como dos delincuentes —dijo sintiendo como un peso se liberaba de su cuerpo.

— ¿Era solo eso? —preguntó mientras soltaba una risita meneando su cabeza de un lado a otro.

— ¡Para mí es mucho! —gritó en un susurro mientras volteaba a verlo.

— Si realmente te molestaba, me lo hubieras dicho desde el principio, amor —acaricio la mejilla de su novia.

—¿Y tu reputación? —preguntó

— ¡A la mierda mi reputación! —exclamó— Yo te amo a ti y quiero que seas feliz a mi lado —dijo para luego unir sus labios con los de ella.