Capítulo uno: el comienzo.

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Domingo 08 de marzo, 2015.

Cuando estás acostumbrada a comer comida chatarra y no ejercitarte, es muy difícil cambiar esos horribles hábitos. Siempre me he prometido a bajar de peso, pero nunca cumplo mis promesas conmigo misma. Es la típica propuesta de: el lunes comienzo, pero el lunes llega y la dieta no comienza. No creo ser la única persona a la cual esto le sucede, deben haber miles de casos como el mío e incluso peores. Desde que tengo trece años me he propuesto cambiar mi vida pero nunca lo he logrado; jamás puedo continuar porque tengo muy poca fuerza de voluntad. Ahora tengo dieciséis y muchos kilos de más, la verdad es que me acompleja mucho el hecho de no poderme vestir como yo desearía o verme como yo quiero.

Pero cambiar no es tan fácil.

Hay veces en las que me gustaría salir a tomar un helado con mi mejor amiga, pero me da miedo y vergüenza lo que la gente puede decir, uno siempre recibirá comentarios negativos pero para mí no son los comentarios, sino los murmullos cuando entro a alguna parte.

"Mira aquella chica."
"Pobrecilla."

Son bastante molestos y dolorosos, muchas personas no comprenden que hay cosas que no podemos controlar, yo quiero dejar de comer y ser delgada, colocarme pantalones cortos y camisetas sin mangas, pero no puedo. Mi cuerpo me pide comida comida chatarra y yo no puedo hacer nada contra eso, siempre me digo: "sólo un poco" pero nunca es "sólo un poco".

Probablemente tenga ansiedad por comer, no lo sé, no tengo ayuda medica para saber a qué se debe mi obesidad; lo sé, se debe a que como todo el día, pero a veces es más allá de comer. Es una cuestión de la mente, me imagino.

A pesar de todo esto, presiento que esta vez es diferente, que esta vez si lograré un cambio aunque sea mínimo, lo haré. Es por esto que he decido comprarme este cuaderno que será una especie de diario de vida, pero no es un diario de vida. La idea se me ha ocurrido hace tres días, me pregunté si quizá mi falta de compromiso se debía a que no llevaba un registro de mis progresos y es por eso que no notaba cambios y me aburría fácilmente. Es por eso que decidí comprar este cuaderno que no es un simple cuaderno, será mi compañero.

Probablemente sea una idea ridícula, pero prefiero escribir cómo me siento, qué me acompleja y mis progresos en un cuaderno que contárselos a mi mejor amiga. No me agrada la gente que el único tema de conversación que tiene es hablar de kilos y tipos de dietas.

Yo no quiero ser así, sólo quiero anotar mis progresos y por qué no, comentar mi día.

Este día no anotaré ningún progreso, porque era como una introducción a lo que será este largo camino, qué espero, vivamos juntos.

Espero no darme por vencida esta vez, jaja.

Se despide, Kadiah.

Fat girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora