1) Are u in the moon today?

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Yong Hoon siempre se había considerado una persona que solía preocuparse fácilmente por todo el mundo a quien le importaba, o sea por sus mas cercanos, compañeros, amigos y quizás solo compañeros de agencia, era un preocupan, en todo el sentido de la palabra, solía preocuparse demasiado, quizás más de lo normal, le gustaba cuidar a los suyos y a los seres importantes de los suyos y así podía seguir haciendo que la línea de a quien debía de darle su atención se fuera incrementando a un punto que a veces podía parecer que se preocupaba inclusive por la gente que no conocía del todo.

Había terminado de ensayar la canción en el piano, sabia que estaba disgustado porque no lograba que todo saliera acorde a su mente y eso le frustraba, pero había llegado la hora del almuerzo y era algo importante, Yangon siempre pensaba que el almuerzo NUNCA se debía de saltar, era una comida que te daba energía para seguir con el día y eso aplicaba para cada plato importante del día en realidad, era un glotón le gustaba comer cocinar y sobre todo preparar comida para sus bebes o invitarlos a comer, realmente se preocupaba de que sus niños se alimentaran como era debido.

Se iba dirigiendo al comedor de la agencia, de hecho estaba llegando y se iba a formar para pedir el almuerzo, cuando noto a lo lejos a Keonhee y sería un estúpido si dijera que no le conocía, siendo que era de ONEUS y pues era obvio que se conocían, mas ese no era el problema, el problema residía en que Keonhee parecía no querer comer su comida y eso hizo que la alerta roja se encendiera en la cabeza de Yonghoon, olvidando que debía de comer se acerco hasta la mesa del chico y se sentó frente a el —Ay te robare un poco de eso si no comes— comento bromeando, claramente no tenía intención quitarle nada del plato al chico, pero ladeo la cabeza al percatarse que Keonhee parecía estar bien en la ¿luna?

No tardo mucho en sacar un grano de arroz con los palillos del plato ajeno, lo probo, quizás tenia mal sabor y por eso Keonhee no estaba comiendo, pero al saborearlo, se dio cuenta que no era así, entonces le llamo más la atención que el chico no estuviera comiendo —Tierra llamando a Keonhee— comento nuevamente en aquel tono fuerte que tenia y que siempre usaba, siempre se considero el appa de su grupo y oneus era como otros bebes de otra familia, Keonhee era más joven que el así que también lo trataba como si estuviera a su cuidado —Oye Keonhee debes comer— termino por decirle para golpear suavemente la mesa a ver si eso llamaba su atención.

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"Estoy llamándote de nuevo, estoy tratando de alejarme, pero mis manos aún sienten tu calor, siento que me quemaré convirténdome en cenizas, mi corazón está sufriendo, se siente como la canción triste que escuchábamos cuando caminábamos, es difícil escucharla sin siquiera pensar en ti, todavía te extraño, seguiré rezando para que vuelvas." — A song written easily. (ONEUS.) 


Puede que la canción no reflejara al 100% la historia entre él y la persona que ama, pero bastaba con cantar o escuchar aquella parte y sentirse totalmente identificado, habían pasado meses desde la última vez que vio a Jacob y tal y como decidió Keonhee aquel día en el apartamento frente a Leedo y Xion, tomó la decisión de disminuir tanto las quedadas como las conversaciones a través del teléfono móvil, Jacob parecía haber entendido y aún así Keonhee le enviaba algunos regalos a su agencia, a pesar de que no lo hiciese cara a cara, pero lo hacía.

"Hay tantas cosas que aún tengo por decir, letra por letra se terminaron convirtiendo en canciones, fue tan difícil haber terminado para mí. Una canción fácilmente escrita mientras pensaba en ti."

No había ni un solo día que ya no escuchara aquella canción, A Song Written Easily, último comeback de su grupo, ONEUS, hacía poco que la habían lanzado, no podía evitarlo, cuando lo que pretendía era deshacerse de todos aquellos sentimientos no parecía lograrlo, y no lo entendía, puede que ya no hablara con Jacob y mucho menos le veía, pero seguía clavado cada día en cada uno de sus pensamientos, en su corazón, se preguntaba cómo estaría, cómo le iría, ¿estaría con esa persona que decía gustarle y ser feliz? al fin y al cabo, aunque doliera, era lo único que le deseaba, felicidad, sin importar todo lo demás.

Se sentía idiota, había días que sí lograba sonreír o distraerse, ya sea gracias a sus compañeros o a su agenda, llena de actividades y numerosas cosas que debía de hacer, pero otros... como era el de hoy, no podía dejar de pensar en él, le extrañaba, demasiado, su compañía, su sonrisa, su típica imagen de un hombre despreocupado comiendo sus deliciosos snacks, podía incluso aparentar ser una persona fría, y de hecho, por fuera lo era, pero por dentro radiaba ternura, ese era el hombre el cual Keonhee se enamoró perdidamente, y que para su mala suerte, no lograba olvidar de ninguna manera.

Le tocaba estar toda la tarde en la agencia con sus compañeros y cuando llegó la hora de almorzar se dirigió hacia el comedor de ésta, sus compañeros todavía estaban ordenando algunas cosas en el apartamento por lo que les dijo que él mismo se adelantaría para ir a comer, aunque realmente no sabía por qué lo había hecho si sabía que iba a terminar tan sólo sentado y contemplando la comida que se había preparado él mismo.

Y sí, evidentemente había acabado así, ahí estaba en ese mismo comedor, con la mirada perdida en aquellos granos de arroz además de jugar con los palillos. Fue entonces cuando poco después sintió la presencia de Yonghoon, uno de los miembros de ONEWE, escuchaba lo que le decía pero tan solo ignoraba, la verdad es que hubiera preferido estar solo pero sabía que no podía siempre tener sus momentos a solas, estaba bien tenerlos pero no acababa siendo bueno en exceso, la compañía de tus seres queridos también era al fin y al cabo muy importante a la hora de curar tus heridas.

Cualquiera que conociese bien a Keonhee sabría que era extremadamente raro que no tomase absolutamente nada de su comida, ya que era un gran amante de ésta, trataba de comer pero hasta el apetito era algo que bien le iba cojeando también estos últimos meses, algo bueno que le haya ocurrido como mucho es lograr convencer a sus padres de que interrumpieran esa locura de una futura boda con quien había sido su novia una buena temporada, relación que también finalmente había terminado y tanto él como aquella chica se habían quitado un gran peso de encima.

No quería seguir ignorando a su compañero de agencia mientras seguía sumergido en sus pensamientos así que antes de hablar, se quedó observándole comer aquellos granos de arroz que recién tomó, fijamente.

—Sé que debería, Hyung. Pero realmente no tengo hambre. —Dijo, suspirando levemente. —Y seguramente cuando lleguen los demás volverán a recordármelo.

No dijo nada más, esta vez dirigió la mirada hacia otro punto fijo, no tenía ánimos ni siquiera para hablar, realmente hoy era uno de esos días tan pesados y que se volvía a hacerle todo muy difícil, pero como tampoco quería darle una imagen fea a su mayor, trató de hablar con él, aunque fuese un poco.

—¿Cómo estás? —Cuestionó, volviendo a dirigir la mirada hacia los ojos ajenos.

Like two drops of water.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora