Negué con la cabeza y él sonrió- Hubieras visto la cara de todos cuando ustedes se besaban.
- ¿Por qué? –dije intrigada y apenada.
- Bueno, al principio pensamos que lo golpearías o algo. Pero luego notamos cómo se movían sus labios. Parecían un par de tortolitos enamorados y este era su primer beso de verdad.
- Yo… es que bueno, quería que se sorprendieran de nuestros dotes al besar –dije levantándome.
- Pues… lograron convencernos de sus dotes –dijo Harry.
- Bueno, es que… -yo no sabía qué decir.
- Te gustó el beso admítelo –dijo Harry y se acercó a mí. Yo agaché la mirada y sonreí tímidamente.
- Admito que fue un gran beso –dije por fin.
- ¡Vaya… lo sabía! –dijo feliz- Lo bueno es que a mí me tocó contigo Alice.
La aludida sonrió y se sonrojó. Ella se acurrucó con él y yo les sonreí y entré al cuarto cerrando la puerta tras de mí.
“Espero hayas tenido un gran día, héroe mío. Hoy ha sido un día lleno de nuevos proyectos en mi vida, unos buenos… otros interesantes. ¿Qué tal te fue a ti?” –envié y me comencé a poner la pijama.
Ya cuando me recosté sentí cómo la cama vibraba y la canción de Adele surgía. Escuché cómo la puerta se abría y era mi hermana que entraba silenciosamente.
- Oye… -me dijo mi hermana.
- ¿Qué pasa? –pregunté desinteresada.
- Quisiera… bueno… Harry quiere hablar contigo –dijo con ambas manos como si hiciera una oración.
- ¿Y luego, de qué? –pregunté, Harry asomó su cabeza por la puerta con una sonrisa tímida. Alice salió del cuarto y él se sentó sobre mi cama, yo salí de las sábanas y crucé mis piernas, abracé una almohada.
- Yo… he hecho un intercambio –dijo como si supiera a qué se refería.
- ¿De qué hablas? –pregunté confundida.
- Te intercambié a ti… por mí –dijo sonriendo.
- ¡Harry, dilo ya! –pedí desesperada.
- ¡Yo dormiré aquí y tú dormirás con Zayn, bueno no con él pero sí en el camarote! –me gritó.
- ¡¿Estás loco?! –pregunté incrédula- ¡Claro que no!
- ¡Vamos! Prometo no tocar a tu hermana –pidió.
- ¡Eso es lo que menos me importa! –dije- ¡Por mí hagan lo que quieran!
- Sabes que si me la llevo yo, Zayn se vendrá aquí… así que quieras o no, uno tiene que cambiar.
- ¡Harry, no hagas esto! –pedí frustrada.
- ¿Por favor? –me dijo con sus ojos verdes brillando y sus labios fruncidos, era todo un chipil este chico.
- ¡No! –grité- ¡Esa es mi última decisión!
Al final de una larga discusión no sé cómo pero ahora me encontraba frente la puerta del camarote de Harry y Zayn, con mi almohada en la mano y una sábana en el otro. Toqué la puerta y nadie respondía, volví a tocar y se escuchó un…
- ¿Perdiste tu llave o qué? –desde dentro. Abrió la puerta y se sorprendió al verme allí parada con el cabello enmarañado y los ojos aún pintados.