✨¿Piensas en mí?✨

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El lunes había llegado después de un merecido fin de semana, y con ello una nueva oportunidad de probar sus límites como cada día.
Aunque Midoriya seguía pensando si sería muy necesario ir a la academia hoy.

El sueño no le dejaba pensar con claridad, pero el desvelarse esperando la preventa de la figura de All Might había valido totalmente la pena cuando alcanzó una de las tan solo cien que habían salido al mercado.
¡No podía esperar para tenerla entre sus manos!

Se desperezó sobre la cama para tomar su celular y darse cuenta de la veintena de mensajes en su buzón por parte de Iida, quien se expresó preocupado de que, siendo tan tarde, no lo hubieran visto aseándose ya.
Ugh...
Mejor levantarse a tener al delegado tocando insistentemente la puerta para hacerlo salir a fuerzas.

Eran las 7:35 y las clases iniciaban a las 8:00 así que solo le daba tiempo para ducharse; ya luego batallaría con el hambre entre sesiones.

Tomó las cosas para bañarse y su uniforme encaminándose a las regaderas.
Se topó aún con varios de sus compañeros que terminaban de alistarse y apresuró el paso.

No quería que el profesor Aizawa lo castigara.

🌸

Lo bueno de levantarse tarde era que ya no había nadie y eso, extrañamente, le brindaba mucha paz.
Dejo sus cosas en un vestidor y comenzó a sacarse la pijama.

En eso estaba cuando escuchó unas voces hacer eco del otro lado.
Abrió los ojos sorprendido, puesto que no creyó haber visto a nadie de pasada así que caminó de puntitas hasta la puerta y pudo atender a la conversación ajena que mantenían Tokoyami y su quirk.

No era nada relevante más que Dark Shadow molestando al bajito con no pasarle sus cosas y este amenazándole sin éxito.

Midoriya sonrió para sus adentros por esa escena tan fuera de lugar que mantenía el chico más calmado y serio de la clase con quien parecía ser un hermano molesto.

Dejó de esconderse y tomó la regadera a la derecha del chico ave, que no pudo evitar sobresaltarse al verlo ahí a esas horas.

—Buen día Tokoyami—, saludo ameno abriendo el grifo.

—M-Midoriya— era claro que lo había sorprendido.

—¿También se te hizo tarde?— cuestionó lavándose el cabello.

El más bajito negó por toda contestación.

—Y-Yo suelo bañarme al último— respondió cerrando el agua—. O si me levanto muy temprano, soy el primero.

El azabache abandonó el lugar antes de que el otro pudiera siquiera responder, dejándolo con las palabras en la boca.
Ahora que lo pensaba, nunca había visto a Tokoyami llegar con todos en las mañanas y eso abrió un panorama de discusión dentro de su cabeza.
¿Por qué sería?

El gótico no era penoso de mostrar su cuerpo en presencia de los otros pero, ¿había una razón para su aislamiento?

Al parecer pasó mucho tiempo intentando llegar a una conclusión cuando el otro regresó ya listo para partir.

—Midoriya— le llamó sacándolo de su ensoñación—, son las 7:45. Mejor te das prisa.

—A-Ah ¡Sí!— indicó saliendo de su trance—, ¡gracias Tokoyami!

El menor se marchó dejando al contrario con una sensación que no podía describir,

🌸

Al sonar la campana que anunciaba el término de las clases, Izuku salió con Iida y Todoroki rumbo a los dormitorios.
Era un verdadero milagro el haber aguantado la jornada escolar sin cabecear pero justo ahora solo quería echarse sobre la cama y despertar hasta la cena.

Háblame de ti [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora