✨¿Qué es esto?✨

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Después de ese día, Deku no tuvo mucho tiempo para pensar al respecto lo sucedido, puesto que los exámenes bimestrales llegaron con más anticipación de la prevista y el caos reinó sobre la clase A.

Se respiraba el estrés constante en las aulas durante ese periodo; pero considerablemente, los ánimos tendían a fluctuar en la víspera de la última evaluación del curso: la prueba sorpresa de Aizawa.

Y decir que uno no estaba nervioso era mentira, puesto que a su profesor se le podría ocurrir cualquier cosa para evaluarlos...

Cualquier. Cosa.

A pesar de que habían aprendido a esperar lo inesperado, las situaciones planteadas por Eraserhead lograba desencajarlos siempre.
Sin excepción.

Izuku solo esperaba que a todos les fuese bien...

🌺

Eran apenas las cinco de la tarde y Deku se entretuvo siguiendo el envío de su figura de All Might después de terminar los deberes del día.

Fue en ese momento que pudo pensar en el momento que había compartido con Tokoyami y Dark Shadow unas noches atrás.
Durante el resto de la semana, no volvió a cruzar palabras con el chico cuervo y eso, extrañamente, lo tenía un tanto ansioso.

¿Por qué?

Tomó una pesa aledaña a su escritorio y comenzó a hacer su rutina de flexiones aun ensimismado en ese recuerdo.
¿Por qué se volvió tan recurrente?

Ni siquiera experiencias más intensas con otros compañeros conseguían volcar su atención tanto como ese estoico semblante de ojos rojos.
¿Qué le sucedía?

Tokoyami y él no eran grandes amigos; sabía que ambos se estimaban a su manera –tal vez– gracias a las pocas interacciones de las que habían sido participes a lo largo del año: el ejercicio de rescate, el festival deportivo, el campamento...

Pero no pasaba de ahí.

Muchos estarían de acuerdo en llamarlos compañeros antes de un término más íntimo.

Sin embargo, Izuku nunca le había puesto tanta atención como ahora... y Fumikage lo había notado; pero prefería no decir nada al respecto y solo limitarse a saludarlo de lejos cuando sus miradas llegaban a conectar entre las clases...

¿Cómo podía llamarle a esa nueva sensación?

Era algo indescriptible...

🌺

A la mañana siguiente, los ánimos de Midoriya estaban por las nubes, ¡nunca había esperado tanto un fin de semana!
Era el último día de exámenes y el corazón le
latía con prisa, emocionado.

A las 7:30 él ya estaba bañado, desayunado y muy contento disfrutando unos cuantos videos de All Might en su celular en lo que esperaba a Uraraka que aún estaba en la mesa con Tsuyu y Jirou tomando un cereal.

Iida siempre se marchaba más temprano que todos por su responsabilidad como delegado de la clase, así que eran pocas las veces que podían salir los tres al mismo tiempo pero eso no importaba.

Sus compañeros de clase iban y venían de la sala común, saludando y jugando de la misma forma que solían hacer diariamente.

Pronto, sintió una presencia a su lado y por el rabillo del ojo pudo ver a Shoto tecleando cosas en su móvil.

—¡Buen día Todoroki!— saludó enérgico el pecoso con una gran sonrisa.

—Hola Midoriya— contestó tranquilamente—. Veo que estás entusiasmado hoy...— señaló guardando el aparato en uno de sus bolsillos.

Háblame de ti [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora