ᴜɴᴀ ʀᴇᴀʟɪᴅᴀᴅ ᴀʟᴛᴇʀɴᴀᴛɪᴠᴀ (sᴛʀɪᴋᴇ ᴛʜᴇ ʙʟᴏᴏᴅ)

Capitulo 9. Tu Eres...

-Natsuki.... Ouch-Un abanico gótico me golpeó en la frente.
—Bueno están conscientes de lo que ocurrió esta mañana—pasamos a el salón de maestros, Himeragi al igual que yo tomamos asiento.
—Si— Decía viendo unos papeles y documentos que estaban en la mesa—¿Quiene es el?—Cuestione repentinamente.
—¿Lo conoces?—? Natsuki cuestionó mientras yo le mostraba la foto a Himetagi, ella se sonrojo pero desvío su mirada, parecía que esa foto le incomodaba—El fue atacado hace poco, está inconsciente por el momento pero creemos que sobrevivirá.
—De acuerdo —asentí.
—Por eso deberías de evitar salir a juguetear con estudiantes a media noche.
—¡¿Espera que?!. —Me altere un poco, Himetagi me miró con el ceño fruncido.
—Como escuchaste. Últimamente han estado casando vampiros en la noche y lamentablemente no hemos podido atrapar a el o los culpables de tales actos.
—De acuerdo Natsuki-ch—Natsuki me fulminó con la mirada—Natsuki- sensei.
—Bien, ahora que están informados larganse —Natsuki agitó su abanico gótico en señal de que nos retiraramos—Espera un segundo estudiante transferida —Himeragi dirigió su mirada hacia Natsuki, ella le lanzó un pequeño peluche—Nekomatan—Esa palabra salió de la boca de Himeragi sin pensarlo dos veces con una ligera sonrisa —Se te olvidó eso ayer en la máquina de peluches—De un momento a otro la sonrisa de Himeragi desapareció y su expresión se volvió sería.
Salimos del salón de maestros para dirigirnos hacia la cafetería.
Comenzamos a bajar las escaleras de emergencia pero Himeragi se detuvo.
—Así que Natsuki-sensei lo sabía —Himeragi exclamó repentinamente.
—¿Eh?, si. Sabía que dejar ese gato de peluche en la máquina de juegos ayer fue una mala idea.
—No, no me refería a eso.
—¿Entonces a que?.
— Me refiero a el cazador de vampiros y a esa chica Homunculo.
—A ese tal Eustach o como se llame.
—Si...
—Espera ¿una chica Homunculo?—Cuestione repentinamente un poco alterado.
—Una forma de vida artificial creada.
—Ya veo.
—Kojou... Parece que hemos sido los únicos que se han enfrentado a él cazador de vampiros y a esa chica Astarte y al parecer hemos salido ilesos.
—Es verdad. No del todo pero es verdad.
—Si, y creo que si podemos probar que tu eres inocente no habrá cargos en tu contra... Después de todo tu eres el cuarto Progenitor.
—Eso es a lo que le temo —Himeragi y yo seguimos bajando las escaleras de emergencia.
Llegamos a la cafetería, pedimos nuestro almuerzo, Himeragi una ensalada natural y yo un Hot Dog pero en vez de una salchicha tenía albóndigas y pasta. Finalmente nos sentamos en una mesa para poder charla sobre el cazador de vampiros y esa chica Homunculo llamada Astarte.
—Eh investigado y encontré esto—Himeragi me mostró una libreta con un diseño de gatos que tenia escrito varias direcciones y lugares.
—A si—Dije un poco calmado.
—¿Me equivoqué en algo? —Himeragi me cuestionó.
—No, solamente que creo que si intentamos buscar a es cazador de Vampiros de Lotaringia deberíamos buscar en otro lugar, donde las personas no sospecharon... Y eso sería entre los mismos Lotaringios.
—Valla, me impresionas muchos senpai —Himeragi hizo una expresión de asombró.
—Por favor... Será mejor comenzar a buscar. Le pediré ayuda a Asagi.
—Asagi Aiba... Tu novia. No finjas si.
—Himeragi...
—Mientras tu te encargas de eso yo voy a seguir con mis clases. Nos vemos en la salida senpai—Himeragi se levantó de su asiento, tomó sus cosas y se retiró de la cafetería.
—Van a ocurrir muchas cosas con ella y Asagi en el futuro —Decía levantandome de mi asiento y tomando mis cosas para retirarme al igual que Himeragi y dirigirme a mi salón de clases.
—¿La iglesia occidental de Lotaringia? —Asagi me cuestionó muy desconcertada.
—Si, puedes investigarlo por mi.
—No, no quiero. Ella de seguro te pidió que lo hicieras.
—No es verdad. Lo necesito para algo.
—Y ese algo que es.
—Tengo mis razones si.
—Hmm, de acuerdo. Pero a cambio me invitarás a salír uno de estos días solamente los dos.
—De acuerdo —Dije en tono cansado—Pero procura no dejarme en la ruina como las veces anteriores ok.
—Bien—Asagi sacó su teléfono y después una caja que proyectó un teclado de color rojo como sus hermosos ojos... Espera... .
Su teléfono era uno de los más avanzados en el mundo, había sido conseguido en el mercado negro con demasiadas funciones que hasta creo que era mejor que yo.
Después de un par de minutos Asagi me había conseguido toda la información necesaria que le daría a Himeragi.
—B, Planta baja de la industria alquímica Kanon—Ese era el lugar al que nos dirigíamos Himeragi y yo.
—Este es el lugar—Dijo Himeragi—Senpai por favor quedate aquí. No es seguro que vallas conmigo—Himeragi estaba examinando el perímetro.
—Espera Himeragi, no es seguro que vallas tu sola.
—Pero no puedo dejar que me acompañes, te distrae con facilidad y solamente me estorbarias.
—¡NO VES QUE ESTOY PREOCUPADO POR TI HIMERAGI!—Exclame repentinamente.
—Ko.. Kojou —Himeragi se sonrrojo demasiado que yo lo noté—De...de acuerdo. Puedes venir conmigo—Himeragi estaba frente a frente conmigo.
—Muchas gracias Himeragi.
—Y Kojou...
—Si... ¿Que sucede Himeragi? —Cuestioné repentinamente pero fue en vano. Himeragi unió nuestros labios repentinamente, fue un beso tan dulce y tierno que le correspondí y me olvidé por completo de Asagi en ese momento. En lo único que pensé fue en lo linda que era Himeragi y en lo bien que olía. Himeragi se separó de mi y dirigió su mirada hacia el frente.
—Mu... Muchas gracias Kojou —Himeragi se volvió a sonrojar—Ahora vámonos.
—¡Si! —Yo asentí—Creo que no es aquí, el lugar está cellado.
—No... Te equivocas Kojou. Este es justo el lugar—Himeragi se puso en frente de la puerta de metal y con la punta de su lanza hizo desaparecer la cerradura que tenía—Magia celladora.
—Ya veo.
—Sigamos Kojou.
—Si—Himeragi y yo seguimos nuestro camino hasta que llegamos a un lugar que al observarlo me dio demasiado coraje.

Continuará...

Por fin, después de un tiempo ya por fin podemos proseguir con esta historia. Si me equivoqué en algo por favor discúlpenme. Últimamente no me puedo concentrar en las cosas por que mi cabeza tiene otras cosas en mente.
Perdón si así no era la historia.