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Esta vez, Jiang Cheng va a la guerra.

Cuando despierta, es más joven. Agradece a los dioses por eso, esto le da una excusa para llorar como un bebé cuando ve por primera vez a la familia que ha extrañado durante más de una vida.

Jiang Cheng es sólo Jiang Cheng y Wei Ying es sólo Wei Ying, ambos demasiado jóvenes para tener un nombre de cortesía.

No hay mucho que pueda hacer en el cuerpo de un niño de nueve años, así que disfruta de tener una familia y una secta con vida, comienza a planificar y a entrenar mucho. Avanza más rápido que el resto, incluso a pesar de que su cuerpo es joven y sin experiencia, carece de fluidez y la masa muscular aún no se ha desarrollado. Después de todo, él tiene la ventaja de dos vidas, lo cual incluye el conocimiento de un hombre que ha ido a la guerra.

La gente lo elogia, lo llaman dotado. Lo nombran el número dos y él resopla ante el hecho de que todavía no puede vencer a Lan XiChen. En su primera vida, la adulación lo hubiera hecho girar de alegría. Ahora, no puede encontrar el tiempo para preocuparse.

En esta línea del tiempo, Jiang FengMian tampoco le presta atención. Jiang Cheng pone los ojos en blanco. Ningún logro podría ser suficiente cuando su padre ni siquiera está mirando.

Trabaja duro para preparar a todos los discípulos y a sí mismo para una guerra de la que nadie sabe.

Él “diseña” talismanes de protección que Wei Ying en el cuerpo de Mo XuanYu una vez lo ayudo a colocar para prevenir otra masacre y los coloca alrededor del Muelle de Loto sin decirle a sus padres. Su hermano se sorprende y le pide que le enseñe más acerca de sus creaciones. Jiang Cheng sonríe tristemente y le muestra los Talismán de Atracción de Espíritus en la privacidad de sus habitaciones. Le hace prometer que nunca los usara sin el conocimiento de Jiang Cheng. Un joven Wei Ying lo mira con los ojos muy abiertos y cruza su corazón, sellando la promesa.

Una vez que su núcleo es lo suficientemente fuerte para volar en su espada, años antes que la mayoría, y seguro de que el plan de Wen RouHan está en marcha, se va a mitad de la noche, volando hacia una pequeña aldea en las afueras de Qishan.
Jiang Cheng encuentra a Wen Qing y a Wen Ning. Su pequeña comunidad todavía está intacta. Jiang Cheng sabe que no será por mucho. Le pregunta a Wen Qing que sabe acerca de los planes de Wen RouHan. Ella no confía en él, así que él da una excusa de mierda sobre tener un informante y escuchar acerca de las intenciones de los Wen para derrocar al resto de las sectas. Wen Qing aun parece no creerle, ya que le dice a regañadientes que recientemente se les ha ordenado mudarse más cerca de la Ciudad Sin Noche, aparentemente hay algo grande en proceso. Asiente y le ofrece refugio a ella y a su familia a cambio de su ayuda. Ella todavía no está convencida y Jiang Cheng teme el tener que decirle la verdad; luego, una anciana pasa con un niño pequeño en sus brazos. Wen Qing vacila ante la vista y Jiang Cheng sabe que la tiene.

Llega al Muelle de Loto con más de cuarenta Wens disfrazados de una rama lateral de la familia principal y su madre no parece divertida. Jiang Cheng deja que Wen Qing hable. Ella dice las palabras tal y como lo practicaron en el camino. Un destello de respeto aparece en los ojos de su madre al ver la actitud sensata de Wen Qing y la esperanza de Jiang Cheng.

Sus padres le creen a Wen Qing y están de acuerdo en ofrecerle a todos un lugar seguro para quedarse en Yunmeng. Jiang FengMian viaja a Gusu con el pretexto de arreglar la futura estadía de sus hijos como discípulos invitados. Le informa a Lan QiRen sobre los planes de los Wen. Discretamente ellos comienzan a advertirle a las demás sectas, vigilando atentamente las actividades de los Wen.

Hay un cabo suelto más y Jiang Cheng no esta tan seguro de su decisión al respecto, pero necesita confiar en su instinto de que no será como la primera vez. Va a la ciudad de Yunping y después a LanLing. Convoca a Jin ZiXuan quien no parece muy feliz de verlo a él y a su acompañante. Jiang Cheng ha vivido lo suficiente para haber aprendido que hablando se pueden evitar guerras. Brevemente explica quién es el hombre y convence a un nervioso Meng Yao para que vuelva a contar su historia de vida. Los ojos de Jin ZiXuan se llenan de tristeza por la vida injusta de este niño y luego de ira dirigida a las acciones de su padre. Los ojos de Jiang Cheng se amplían cuando Jin ZiXuan abraza a un Meng Yao llorando después de que llega a la parte de la muerte de su madre. Él asiente hacia Jin ZiXuan, quien todavía sostiene al otro chico, antes de girarse e irse.
 
 

Cuatro de CincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora